Series: reseña de «Vigilante – Episodios 1/4», de Ryan Murphy e Ian Brennan (Netflix)

Series: reseña de «Vigilante – Episodios 1/4», de Ryan Murphy e Ian Brennan (Netflix)

Esta miniserie de suspenso se basa en el caso real de una familia que se muda a una casa en Nueva Jersey y empieza a recibir amenazantes cartas de alguien que se autoproclama «vigilante» del lugar. Con Naomi Watts, Bobby Cannavale y Mia Farrow. Estreno de Netflix.

El mundo del cine y las series de televisión tiene a muchos creadores prolíficos, pero lo de Ryan Murphy desafía cualquier tipo de credibilidad. Lanzando a razón de dos o tres series por año, que se suman a las que ya viene produciendo desde hace mucho más, el creador de GLEE y AMERICAN HORROR STORY es una eficiente máquina productora, capaz de estrenar productos (horas de televisión) al ritmo de las telenovelas latinoamericanas. Esa productividad afecta la calidad –pocas producciones suyas son realmente buenas–, pero no la eficacia. Desde que produce para Netflix no solo acumula títulos sino que hasta se reemplaza en el primer lugar de los más vistos por sí mismo.

Acaba de pasar con VIGILANTE, que se ubica ahora primera desbancando a DAHMER, también de Murphy. Pero es muy probable que este drama de suspenso y terror no tenga la durabilidad ni el éxito de la serie sobre el asesino serial (que alcanzó cifras récord en la plataforma) ya que, si bien se apoya en un hecho bastante turbulento de la vida real, no tiene la fuerza ni parece capaz de generar la controversia de aquel. Habrá que ver qué sucede en las próximas semanas, pero todo parece indicar que VIGILANTE terminará siendo una decepción, alejada de lo que prometía cuando se adquirieron los derechos y se armó su prestigioso elenco.

De las variadas producciones de Murphy, esta es una de las que está más involucrado. Muchas de ellas solo figura como creador, en otras escribe algunos episodios y en unas pocas dirige. Acá hace las tres cosas, lo cual hace pensar que VIGILANTE entra dentro de los productos «importantes» de su factoría. El elenco y el punto de partida lo explican. Protagonizada por Naomi Watts, Bobby Cannavale, Mia Farrow, Margo Martindale, Richard Kind, Jennifer Coolidge, Christopher McDonald, Joe Mantello y Terry Kinney –todos actores reconocidos y muchos de ellos de enorme reputación teatral–, THE WATCHER se basa en un raro caso de terror inexplicable de la vida real, un poco a la manera de THE AMITYVILLE HORROR.

Basada en una historia publicada en The New Yorker, VIGILANTE cuenta la historia de la familia Brannock (los Broaddus, en la realidad), quienes compran en 2014 una enorme casa en un tranquilo barrio de New Jersey con el deseo de mudarse allí. El caserón está por encima de sus posibilidades económicas, pero deciden hacerlo igual porque es una rara oportunidad y su imaginado acceso al «Sueño Americano». Dean (Cannavale), Nora (Watts) y sus dos hijos adolescentes visitan la casa antes de mudarse y ya de entrada empiezan a notar cosas raras. Hay unos vecinos un tanto intensos y fastidiosos (Martindale y Kind), una señora mayor (Farrow) con un hijo (Kinney) que tiene algún problema psiquiátrico y que se meten en la casa sin pedir permiso, personas curiosas que aparecen diciendo ser quienes no son. Y así…

Pero lo más preocupante son unas amenazantes cartas que aparecen en el buzón, firmadas por un tal «The Watcher», alguien que dice estar vigilando cada paso de lo que hacen (y en función de lo que escribe eso parece ser cierto) y se proclama como el cuidador de la historia de esa casa. ¿Quién es esa persona y qué quiere? Bueno, de eso se trata esta serie que rápidamente deja en claro que no le escapará a ningún cliché posible de los existentes en el género. Dean ubica a su familia en un motel y se queda en la casa, solo, vigilando y poniendo cámaras en todos lados. Ante la falta de interés de la policía local por investigar, el hombre contrata a una excéntrica detective (Noma Dumezweni) que lo ayuda en la tarea.

Mientras la familia se desmorona emocionalmente y las cartas siguen llegando, la casa no se puede usar ni vender, raros crímenes se suman e historias oscuras del pasado van abriendo puertas para tratar de adivinar no solo la identidad del vigilante en cuestión sino la historia quizás tenebrosa de esa casa. ¿Tendrán algo que ver algunos de los vecinos? ¿Será un oscuro negocio de los que venden la casa para volverla a comprar más barata? ¿Algunos de los hechos del pasado seguirá afectando el presente? ¿Ocultan algo los nuevos propietarios? ¿O habrá algún tipo de entidad sobrenatural vigilando todo? ¿Y por qué la policía prefiere mirar para otro lado como si nada pasara?

Esto será lo que habrá que resolver a lo largo de la serie, pero en los cuatro episodios vistos es realmente difícil lograr interesarse por los resultados y soluciones. Más allá de algunos momentos de índole personal e íntimo entre Watts y Cannavale –y algunas disparatadas salidas de Coolidge, que encarna a la vendedora de la casa y amiga de Nora–, el elenco y el tema están desaprovechados en una serie cuyo tono siempre bordea el camp que caracteriza a muchas de las producciones de Murphy. El guión tiene momentos tan absurdos que bordean lo risible (ver el «descubrimiento» del episodio tres, sin ir más lejos) y hay una enorme inconsistencia formal en lo que se ve, al punto tal que no parece haber una idea clara de cómo debían filmar la serie.

Watts es una excelente actriz pero en los últimos años, salvo contadas excepciones, parece más preocupada por la cantidad que por la calidad, enredada en muchos intrascendentes thrillers o mediocres relatos de suspenso y terror. Y si bien su nombre puede darle a VIGILANTE la percepción de que se trata de un producto de cierta solidez o prestigio, con su presencia no alcanza para mucho. En 2018 se vendieron los derechos de la historia original para hacer lo que, se creía, iba a ser una película. Y eso se convirtió en un mamotreto de aproximadamente 350 minutos de puro e innecesario relleno, quizás el peor de los efectos de la moda de las series. Como película, VIGILANTE podría haber sido un simpático y efectivo relato de una historia real que es más tenebrosa si uno la lee. Como serie, es tan interminable como los años que esa casa lleva envuelta en historias posiblemente macabras.