Berlinale 2023: crítica de «Orlando, ma biographie politique», de Paul B. Preciado (Encounters)
La opera prima del escritor y filósofo español toma como referencia la clásica novela de Virginia Woolf para contar sus experiencias y las de otras personas transgénero en la actualidad.
Adelantada –muy adelantada– a su tiempo, Virginia Woolf publicó en 1928 la novela ORLANDO: UNA BIOGRAFIA, centrada en un hombre que, a los 30 años, cambia de sexo transformándose, en medio de la noche y algo así como por arte de magia, de hombre a mujer. La novela ha sido adaptada al cine, a la TV, al teatro y convertida en opera, y acá la retoma el escritor y filósofo español Paul B. Preciado en su opera prima como director de cine. La operación que plantea el autor conecta ficción con documental, apoyándose más que nada en este último y centrándose en entrevistas y conversaciones con personas transgénero que han atravesado o están atravesando ese proceso.
A la vez, como su subtítulo lo indica, ORLANDO es una autobiografía sesgada, planteada más desde lo temático que desde los específicos datos familiares (que están, pero no son centrales) y algo similar pasará con las decenas de personas trans que dan su testimonio en el film. Algunos lo hacen contando sus historias de vida, otros leen partes del texto de Woolf, están los que hacen las dos cosas y, a la vez, están los que participan en situaciones más ficcionalizadas y musicales. Se trata de una relectura en clave manifiesto político que plantea, a partir de las difíciles experiencias de muchas personas trans en ser reconocidas legal o socialmente, la abolición de la heteronormatividad.
La película se armará en función de los testimonios de chicos y chicas trans a los que las definiciones convencionales, aún las que se suponen inclusivas, los limitan e incomodan. A partir de esos testimonios, ORLANDO (todos los personajes se hacen llamar así, más su nombre elegido) los muestra yendo a psiquiatras que no terminan por entenderlos bien, luchando por conseguir las drogas que necesitan y siendo marginados en casi cualquier situación que implique la presentación de un pasaporte o documento de identidad.
Junto a estas escenas aparecen además imágenes históricas, representaciones, lecturas de textos (el de Woolf y otros), siempre dentro de un clima amable, casi festivo, que si bien da cuenta del dolor y la violencia que se ejerce sobre las personas trans también transmite un clima de celebración y de mutuo sostenimiento, una especie de familia sustituta con deseos y necesidades parecidas que se apoya ante la ignorancia, el descuido o el maltrato de las instituciones y de alguna gente.
En una similar línea a sus textos en cuanto a la combinación de experiencia personal, teoría y crítica sociopolítica, el ORLANDO de Preciado consigue ser ambicioso en su búsqueda temática, inteligente en cuanto a modos de representación visual y, finalmente, emotivo a la hora de ponerle rostros y cuerpos a las personas que comparten sus historias de vida y su imaginación.