Estrenos online: crítica de «Boksoon debe morir», de Byun Sung-hyun (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Boksoon debe morir», de Byun Sung-hyun (Netflix)

Una asesina profesional tiene más problemas para lidiar con su hija adolescente que para matar gente en este film de acción coreano que pasó por el Festival de Berlín y que Netflix estrena el 31 de marzo.

La comparación más previsible que se le puede hacer a BOKSOON DEBE MORIR es que es una cruza entre KILL BILL y JOHN WICK. Es una combinación exagerada en muchos sentidos, pero si se la piensa en puros términos narrativos hay que decir que no es tan errada. Como en el film de Quentin Tarantino hay una asesina mujer llamada Gil Bok-soon (Jeon Do-yeon, la actriz de SECRET SUNSHINE y THE HOUSEMAID) que trabaja para una «empresa» liderada por un mítico dueño y, como en el protagonizado por Keanu Reeves, lo que hay es un estilo que combina artes marciales con uso de armas, además de un tipo de funcionamiento del crimen organizado que es toda una marca de aquella película.

Es la historia de una asesina profesional perfecta, que parece incapaz de perder, pero que tiene un punto débil: su hija adolescente. En la primera y más liviana parte de este film coreano que se presentó en el Festival de Berlín, BOKSOON… funciona casi como una comedia acerca de esta mujer que es dura y fulminante en su trabajo pero que no tiene forma de manejar a Jae-young (Kim Si-A), su hija de 15 años, bastante rebelde y que ha entrado en una etapa en la que solo le contesta con monosílabos.

Por el lado familiar, la chica está teniendo algunos problemas en la escuela ligados a maltratos de algunos compañeros y a su claramente hereditaria manera de enfrentar esos asuntos del modo más brusco posible. Hay un secreto –o lo que ella entiende que es un secreto– que teme revelar y que la lleva a lidiar de modo incómodo con la situación. Y su mamá, entre asesinato y asesinato, le hace de comer y le pregunta cómo está. La chica solo mira su celular o se va a su cuarto. Difícil.

Pero es una película de acción y el eje está puesto en el trabajo de mamá. Bok-soon es la más calificada de las asesinas que trabajan para la compañía MK, que en el mundo que muestra la película es una corporación criminal que bien podría ser una empresa multinacional, un poco como la Mesa Alta de la saga de Reeves. Hay reglas, puestos, leyes internas, compromisos y a cada «trabajo» se lo llama «un show». Y la que mejor hace esos shows es ella, que nunca falla. Pero a la vez no quiere saber nada con que su hija se entere lo que hace. «Soy una event planner», dirá a los que preguntan. Y en cierto sentido lo es.

Un día su jefe le da una tarea un tanto incómoda, que la dama prefiere no llevar a cabo por motivos éticos y personales. Pero una de las reglas de todas las empresas que se dedican a esto es que no se pueden rechazar «shows», lo cual lleva a que las cosas se le pongan en contra y tenga que sospechar de sus colegas de otras empresas y de compañeros de trabajo, ya que ha roto una ley fundamental del sistema. Su máximo jefe, Cha Min-kyu (Sul Kyung-gu, actor de clásicos como PEPPERMINT CANDY y OASIS), le tiene mucho afecto y le cuesta llevar a cabo ese «despido». Pero su hermana y socia Cha Min-herr (Esom, de la popular serie TAXI DRIVER) no tiene ese problema. Y pronto todo el esquema empresario entrará en caos. Y encima está la hija… con sus asuntos.

Pese a que sus 140 minutos son un tanto excesivos, KILL BOKSOON combina bien diversos géneros, como suele suceder en gran parte del cine coreano. De comedia pasa a drama y de policial de intriga a la acción pura y dura. Si bien no tiene la cantidad de escenas de peleas que hay en un film similar del sudeste asiático (o en la citada saga JOHN WICK), los que hay son muy buenos y originales, especialmente uno –de los muchos filmados en aparentes planos secuencia– que va y viene de un cuarto a otro dentro de un bar. Hay otro, mejor aún, sobre el final, pero mejor no contar demasiado al respecto.

Otra de las peculiaridades de Bok-soon, lo que la hace una gran asesina y da pie para algunos simpáticos efectos y recursos visuales, es que la mujer es una especie de ajedrecista de las escenas de acción y puede predecir todo lo que sucederá. Es así que vemos muchas de las escenas cuando solo están en su cabeza y, a partir del resultado que ella visualiza a futuro, decide qué rumbo de acción tomar. En algunos casos, los sorprenderá.

Simpática de entrada y más oscura luego, con escenas que se van volviendo cada vez más densas y sangrientas, BOKSOON DEBE MORIR es un efectivo relato de acción coreano que está a la altura y hasta supera a los que se hacen en países vecinos. Si bien la industria coreana es la más importante de la región, no se especializa en relatos de acción pura y dura como en algunos países cercanos ya que sus thrillers y policiales suelen apoyarse más que nada en tramas y guiones complejos. El del director de KINGMAKER es un intento por hacer las dos cosas a la vez y, sin llegar a las alturas de los más abrumadores films de acción de la región, sale muy bien parado del desafío. Con imaginación, talento, humor y, como decían en una clásica película, «un poquito de la vieja ultraviolencia«.