Estrenos online: crítica de «Furies», de Ngo Thanh Van (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Furies», de Ngo Thanh Van (Netflix)

por - cine, Críticas, Estrenos, Online, Streaming
23 Mar, 2023 04:29 | comentarios

En este film de acción una joven abusada se une a un grupo de mujeres que busca vengarse de una banda que maneja el crimen y la prostitución en la capital vietnamita. Estreno de Netflix.

Este suerte de precuela, aunque bastante independiente, de la exitosa película de acción vietnamita FURIE (2019) tiene como directora a la que fuera una de las protagonistas de aquel film, la estrella local Ngo Thanh Van, conocida en Occidente como Veronica Ngo a través de papeles en STAR WARS: LOS ULTIMOS JEDI, LA VIEA GUARDIA, con Charlize Theron, o 5 SANGRES, de Spike Lee. En su tercera película como realizadora, Ngo –que aquí también tiene uno de los papeles principales– prueba ser una más que efectiva directora de acción, contando una historia bastante convencional pero con muchos y muy inteligentes recursos visuales.

La historia transcurre en la década del ’90 en Ho Chi Minh City (ex Saigon) y arranca de manera brutal, ya que buena parte de la trama del film tiene que ver con las revanchas que distintas mujeres organizan contra hombres que las violaron. Ngo es bastante directa a la hora de mostrar la brutalidad sexual y un hecho de ese tipo da comienzo a la historia cuando la pequeña Bi (interpretada de adulta por Dong Anh Quynh) ve a su madre morir al querer defenderla de un hombre que la estaba violando. Bi termina matando al hombre en cuestión, incendia la casucha en la que vivía y termina viviendo en las calles de la ciudad rodeada de asesinos, gangsters, traficantes y, sí, también agresores sexuales de todo tipo.

La constante en FURIES es la violencia sexual. Y de otro ataque de ese tipo Bi es rescatada por Jacqueline (la directora Ngo), quien la suma a una dupla de chicas –Thanh (Toc Tien) y Hong (Rima Thanh Vy)– que trabajan con ella con la idea de eliminar a la banda que maneja el crimen, el tráfico y la prostitución en la ciudad liderada por un tal Hai (Thuan Nguyen). Las dos chicas visten, maquillan y convierten a la casi salvaje Bi en una entrenada asesina pero también en alguien que puede «infiltrarse» junto a las otras en el mundo de los clubes nocturnos y la prostitución para actuar desde adentro.

Digamos que la trama no importa demasiado y que lo principal aquí es que, en algún momento, veremos que las cosas no son exactamente como se las presenta y que hay algunas traiciones y planes secretos en juego que no todos conocen. Pero en lo esencial, esa primera media hora –que, convengamos, es un tanto límite en cuanto a las agresiones sexuales que muestra– sirve para poner en marcha la serie de secuencias de acción que se verán de allí en adelante.

Estas tres chicas –con la ocasional ayuda de Jacqueline, a la que llaman Tía Lin– irán enfrentando a un ejército de matones que están a las órdenes de Hai en una serie de precisas escenas de acción muy físicas que funcionan dentro de un similar formato al que acá conocemos gracias a películas como la saga JOHN WICK: enfrentamientos cuerpo a cuerpo filmados con planos largos y en el que cualquier elemento (armas, cuchillos, puños o lo que aparezca en escena) sirve para liquidar a los contrarios.

La única gran excepción –y la escena de la que todos seguramente hablarán tras verla– es una larga persecución en motocicleta atravesada por una serie de peleas y filmada en un largo aunque muy trucado plano secuencia. Por más que uno pueda adivinar no solo los cortes sino los muchos agregados hechos en posproducción (por momentos se notan sus fondos digitales, entre otras «trampitas») se trata de una escena impactante y muy bien lograda, especialmente para una película que seguramente no tiene el presupuesto de otras mucho más grandes.

La segunda mitad del film abandonará por suerte la serie de violaciones y dará vuelta las cartas. De allí en adelante serán estas mujeres las que irán aniquilando a sus rivales, más allá de algunas bajas y hasta inesperadas traiciones internas. FURIES se destaca también por su fotografía plagada de verdes, rojos y amarillos que muestran los barrios peligrosos de la capital vietnamita como un lugar bello y espantoso al mismo tiempo, recordando por momentos el tipo de iluminación más propio del cine de autor de esos países. Si uno observa algunos planos aislados, sin tomar en cuenta la acción o la trama que los atraviesan, bien podrían ser de una película de Wong Kar-wai.

No es necesario ver la anterior película para «entender» lo que sucede aquí ya que, más allá de algunos giros sobre el final –y la coda, cuyas implicancias solo captarán los que vieron FURIE–, todo es bastante sencillo y clásico. Lo que hay que tener es un interés por el trabajo de coreografía de acción que suele ser lo más destacable e influyente en el cine de género asiático. La visibilidad que le dará a FURIES su paso por Netflix no solo servirá para abrirle puertas a Ngo como directora sino para dar a conocer, por fuera de los fans y de los especialistas en el género, al cine de acción vietnamita del mismo modo que se conocen las películas de sus vecinos de Tailandia, Indonesia y del resto del sudeste asiático.