Estrenos online: Crítica de «Ghosteado» («Ghosted»), de Dexter Fletcher (Apple TV+)
Chris Evans y Ana de Armas interpretan a una pareja casual que se mete en problemas cuando él descubre que ella es una agente de la CIA metida en una peligrosa misión. En Apple TV.
La comedia romántica de acción es un género mutante, que ha ido cambiando desde que empezó a construirse, allá por los años ’30. Tendrá muchos nombres (muchas «comedias de rematrimonio» coquetean con este estilo, con usar la acción como espacio de reconciliación) y formatos, habrá mejores y peores, pero se apoyan en viejas y clásicas bases. El problema de este tipo de películas, en los últimos años o quizás décadas, es que las escenas de acción se han vuelto tan dominantes –largas, espectaculares, plagadas de efectos especiales– que muchas veces la parte cómica y romántica queda hundida por el peso de los disparos y los golpes.
Algo de eso pasa con GHOSTED, una película que desperdicia algo difícil de lograr, como es la química entre dos actores. Chris Evans y Ana de Armas lo tienen, se los dice todo el mundo (el «get a room» se convierte en un gag reiterado) y eso de algún modo sostiene la película de principio a fin. Pero el elaborado y guión pretende que nos interese una inverosímil trama sobre la CIA, terrorismo, contraseñas para acceder a peligrosas armas y así. Uno podría no ponerle mayor interés a ese evidente McGuffin, pero el guión insiste con eso hasta el agotamiento. Y la química, el interés romántico que existe entre los protagonistas, se va desdibujando en medio de una larga serie de anodinas escenas de acción.
La primera media hora es la mejor y la que nos deja con ganas de ver, simplemente, una comedia romántica entre ambos. Cole (Chris Evans) es un vendedor de flores y plantas en un farmer’s market de Washington y Sadie (Ana de Armas) es una chica que trabaja como curadora de arte, pasea por el lugar e intenta comprarle algo. Las sonrisas se transforman en discusión cuando él no quiere venderle la planta que ella quiere y tras una pelea termina invitándola a salir, ella acepta, ambos se pasan el día paseando por Washington (hay una escena en las escaleras de EL EXORCISTA y un desafío ligado a eso), luego van a tomar algo y todo termina felizmente.
A la mañana siguiente Cole va de regreso a la granja en la que vive con sus padres y su hermana, a los que les cuenta lo que pasó, dejando en claro que es un bueno y un tanto inocente «chico de familia». También revela su costado «needy». Empieza a mandarle mensajes a la chica, uno tras otro, mensajes que ella no contesta. Sin poder frenar su necesidad de verla o saber de ella, descubre que la chica está en Londres y decide darle una sorpresa, apareciéndose por allá.
Pero, una vez allá, el que se topa con la sorpresa en cuestión es él, ya que Sadie no es quién dice ser, a Cole lo atrapan unos mafiosos creyendo que es un super-espía llamado «The Taxman» (sí, usan la canción de The Beatles) y pronto descubre que la chica no es otra cosa que una agente de la CIA con una misión secreta. Y de allí en adelante, a correr y escapar por el mundo mientras intentan evitar que los maten y, a la vez, conseguir el arma que buscan.
La broma pasará por el hecho de que ella es quien funciona allí con frialdad, seguridad y dominio de la situación, matando gente de a decenas y golpeando a otros tantos, mientras que el mismísimo Capitán América no se atreve a usar un arma, se esconde y es para ella más un problema que otra cosa, uno que quiere sacarse de encima. Es así que casi todo el resto del film funcionará con esa mecánica: Sadie y Cole metidos en peligrosas situaciones pero más pendientes de discutir el uno con el otro, lo que de vez en cuando da para algunas escenas graciosas (hay una en Medio Oriente en el que aparecen un montón de celebridades haciendo breves cameos que está resuelta de un modo simpático), mientras cada tanto aparece Adrien Brody haciendo su pequeño show como una suerte de villano de James Bond y la trama se complica por demás.
Pese a utilizar ese mismo tipo de formato que, en las últimas décadas, dio resultados en películas como MENTIRAS VERDADERAS, TRAS LA ESMERALDA PERDIDA o SR. & SRA. SMITH, el film de Fletcher desperdicia la química de los protagonistas en una trama anodina que ni siquiera está bien contada y no presenta ningún desafío o verdadero interés. Viendo la primera media hora uno se queda con la sensación de que Evans y De Armas podrían haber funcionado mucho mejor en plan comedia romántica clásica. La química está, es evidente, lo que falta aquí es una buena película que la contenga. En películas como GHOSTEADO, Apple TV+ parece intentar atrapar al público que normalmente ve Netflix, haciendo una película como las que normalmente hace Netflix. Quizás consigan su propósito y, de acá a un tiempo, puedan hacer mejores películas.