Series: reseña de «Citadel – Episodios 1/2», de Josh Appelbaum y Bryan Oh & David Weil (Amazon Prime Video)

Series: reseña de «Citadel – Episodios 1/2», de Josh Appelbaum y Bryan Oh & David Weil (Amazon Prime Video)

Esta superproducción internacional de los hermanos Russo para Amazon se centra en dos agentes secretos que tienen que combatir a una poderosa agencia de espionaje de alcance mundial. Los dos primeros episodios ya están disponibles en Amazon Prime.

La mejor manera de «entrarle» a CITADEL es no sabiendo nada del importante proyecto del que es parte, por lo que lo explicaré un poco más adelante en esta crítica. Con producción ejecutiva de los hermanos Anthony y Joe Russo– responsables de las últimas dos y exitosísimas películas de AVENGERS, que funcionan como supervisores del proyecto general pero no son sus showrunners— se trata de una serie de espionaje internacional de gran presupuesto que trata de ubicarse en una zona, digamos, intermedia entre la saga BOURNE y la del famoso agente secreto inglés que responde al nombre de Bond, James Bond.

En la primera escena, adentro de un veloz tren, se nos presenta a los principales personajes. El es Mason Kane (Richard Madden, de GAME OF THRONES) y ella es Nadia Sinh (Priyanka Chopra-Jonas). Cada uno por su lado –ya conocerán de a poco la relación entre ambos– están persiguiendo a un criminal que anda por allí. A ambos los coordina desde afuera un tal Bernard Orlick (Stanley Tucci), mediante audífonos. Pero cuando todo parece encaminado para capturar al villano de turno, se dan cuenta que les han tendido una trampa y se desata el caos. Tras la primera –grande, violenta, cara– escena de acción nuestros héroes parecen haber muerto tras la caída del tren en cuestión desde un puente.

Evidentemente los protagonistas de una serie no morirán a los 15 minutos de empezada por lo que no es sorprendente que, al menos uno de ellos, reaparezca. El problema es que han pasado ocho años, el tipo perdió la memoria y no sabe que fue espía ni agente secreto ni que su nombre es Mason Kane. Ahora es un tipo casado, con una hija, que vive en una casa en Oregon y que se hace llamar Kyle Conroy. Y salvo por unas cicatrices que tiene en el cuerpo y que no sabe cómo aparecieron, desconoce por completo su pasado.

Esto, claro, no durará mucho porque no habría serie de acción así tampoco. Por un lado, Kyle tiene pesadillas breves, alucinaciones casi, respecto a lo que pasó en el tren y con Nadia. Y, por otro, en un momento el tal Orlick reaparece en su vida para contarle algunas novedades. De Nadia no sabremos más nada en el primer episodio ya que su historia se contará en el segundo y, por eso, la dejaremos para que la descubran por sí mismos. Lo mínimo que se puede decir es que tiene algunos parecidos con la de Mason/Kyle pero muchas más diferencias.

Lo que habrá en el fondo de la cuestión es una guerra entre agencias de espionaje internacional, supuestas organizaciones que funcionan por arriba de la CIA, el MI5 y la KGB y que deciden, en definitiva, los destinos del mundo. Previsiblemente están los buenos –o los que creemos que son buenos, llamados Citadel– y los malos, que tienen toda la pinta de serlo y que responden al nombre de Manticore. Su líder, siniestra, es una mujer (la actriz Lesley Manville) cuyo trabajo «oficial» es el de embajadora británica en los Estados Unidos. Y lo cierto es que, años después de aquellos acontecimientos y con mucha agua bajo el puente, Manticore se topa con la reaparición de estos agentes (a Citadel se la había dado por liquidada) y la posibilidad de que les compliquen la clásica misión maléfica que este tipo de organizaciones tienen en las películas de espionaje.

Vistos solo dos de los seis episodios que tendrá la temporada (ambos bastante breves, además, lo que hace pensar que la temporada bien podría funcionar como una película apenas un poco más larga que la mayoría de este género) es difícil saber para dónde disparará ya que estas tramas se caracterizan porque nada realmente sea lo que parece. En principio tenemos a un hombre sin memoria que, de golpe, se entera que tiene que convertirse en algo así como un héroe de acción, algo para lo que cree no estar preparado. Si a eso le suman una mujer con la que tuvo una relación que olvidó y ahora está casado, bueno, por allí pasa el asunto.

Pero –y acá va el dato que lo cambia casi todo– CITADEL es apenas una de las series de una producción que ya arrancó de entrada como un proyecto internacional enorme de Amazon Prime. Si bien esta serie costó 300 millones de dólares, lo que la hace una de las más caras de la historia (hubo cambio de showrunner en el medio), es solo una de las patas de un universo craneado de arranque por los Russo, que ya vienen de hacer similares trabajos interconectados para Marvel. En paralelo a CITADEL se están filmando otras dos series ligadas al mismo universo –una en la India y la otra en Italia– en lo que es el principio de un plan de expandir el asunto incluyendo varias series locales o regionales que se relaciones y conecten con la «casa matriz». En función del éxito o no de las primeras, uno imagina, se harán más y más o, bueno, quedarán acá.

Esta CITADEL original no aporta demasiado nuevo pero es una pasable saga de acción con algunos elementos intrigantes aquí y allá, una buena química entre los protagonistas y una trama que no es otra cosa que un cóctel de cientos de otras tramas previas de espionaje internacional. En ese sentido, nada muy original. Habrá que ver qué sucede de aquí en adelante y cómo se conecta con las otras series para ver si la propuesta, ambiciosa en términos de producción, también lo es en su trama. No da la impresión de serlo, la verdad. Todo lo que uno ve en CITADEL se siente reciclado de otras películas, otras series, otras novelas de espías, pero mientras su equipo creativo logre mantenerla viva y mínimamente entretenida habrá que darle una chance.