Estrenos online: crítica de «Felicidad para principiantes» («Happiness for Beginners»), de Vicky Wight (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Felicidad para principiantes» («Happiness for Beginners»), de Vicky Wight (Netflix)

Tras un divorcio que la dejó en una encrucijada, una profesora se da una segunda oportunidad en la vida —y en el amor— y se apunta a una excursión grupal en los Apalaches. Con Ellen Kemper y Luke Grimes. Estrena Netflix el 27 de julio.

Hay comedias románticas fascinantes y hay comedias románticas pésimas. Las hay muy divertidas y también más serias. Las hay discretas y realistas, y también ampulosas y grotescas. Pero FELICIDAD PARA PRINCIPIANTES quizás inaugure un nuevo rubro dentro del género: la comedia romántica anodina. ¿Está mal la película? No necesariamente. ¿Está bien? Menos aún. ¿Qué pasa en ella? Bueno, hay un chico, hay una chica, pasan algunas cosas y termina. Y eso, más o menos, es todo.

La chica en cuestión se llama Helen y la interpreta Ellie Kemper, a quienes los adictos a las series conocen por THE OFFICE y THE UNBREAKABLE KIMMY SCHMIDT, una muy buena y simpática comediante acá haciendo un rol que desaprovecha todas sus virtudes. Interpreta a una tal Helen, una mujer de unos 40 años recién separada que es bastante seca, impaciente y muy poco amigable. La Helen en cuestión, en plan renovación personal, decide sumarse a una excursión de senderismo (hiking) por los Apalaches sumándose a un grupo de principiantes, cada uno de ellos con distintas motivaciones y necesidades.

En un flashback que se muestra apenas comienza la película y que se centra en su boda, conocemos a Jake (Luke Grimes, de YELLOWSTONE), el mejor amigo de su hermano menor. Y es claro ahí que al tal Jake le gusta mucho Helen. Pero ella, metida en su propia historia, apenas le presta atención. Por eso le sorprende especialmente cuando se lo topa como uno de los participantes del grupo de la excursión. El dice que es casualidad, pero resulta difícil creerle. A ella, por motivos un tanto inexplicables, le produce enorme fastidio su presencia. Y durante buena parte del relato –bueno, de la excursión– se irritarán mutuamente.

Más allá de la áspera relación entre ambos, FELICIDAD PARA PRINCIPIANTES se centrará en el peculiar grupo de ocho inexpertos senderistas que siguen un difícil recorrido por los Apalaches que dura varios días: un hombre de Wall Street, una psicóloga, una chica en apariencia un tanto tontuela, un simpático hombre de ascendencia filipina y el inusualmente duro y exigente instructor, entre otros, completan el equipo. Pero poco y nada se hará con ellos, más allá de algunas bromas respecto a las dificultades de todos para superar escollos de la naturaleza. Y lo mismo pasa con la gran Blythe Danner, desaprovechada como la amable abuela de Helen.

Los ojos estarán puestos en Helen y Jake, y en ver cómo la rispidez inicial da paso a lo que todos esperamos en una comedia romántica. Habrá obstáculos –personales y físicos–, los inevitables traumas que a ambos acechan y otros improbables giros del destino que se presentarán a lo largo de ese recorrido. El problema de esta comedia no pasará por nada inherente a su construcción –que se basa en la novela homónima de Katherine Center– sino a que la película en sí no genera demasiada empatía (ni simpatía) por la pareja protagónica, algo especialmente llamativo tomando en cuenta que Kemper es una actriz muy querible. En FELICIDAD PARA PRINCIPIANTES las cosas suceden, los contratiempos se atraviesan, la película termina y uno se queda con la sensación de que, en realidad, todavía no empezó.