Estrenos online: crítica de «La conferencia» («Konferensen»), de Patrick Eklund (Netflix)

Estrenos online: crítica de «La conferencia» («Konferensen»), de Patrick Eklund (Netflix)

Una reunión de empleados en unas cabañas en medio de un bosque para aprobar un proyecto edilicio se complica cuando un misterioso criminal empieza a matarlos. Esta comedia negra de terror sueca se estrena en Netflix el 13 de octubre.

Habrá muchas películas de terror estadounidenses, pero no imagino ninguna transcurriendo en una reunión de empleados municipales. Este mundillo es, sin dudas, lo más original y creativo que propone LA CONFERENCIA, comedia negra de terror sueca que funciona como un combo entre HALLOWEEN con PARKS AND RECREATION, por citar dos referencias que sirven de marco a la propuesta. De todos modos, eso no alcanza a describirlas. Hay algo fundamentalmente europeo (o más específicamente escandinavo) en la forma y en el espacio en el que se desarrolla la acción.

Esta comedia negra de terror, que se basa en una novela que de cómica aparentemente no tiene nada, comienza con un grupo de empleados municipales que viaja a unas cabañas venidas a menos en el medio de un bosque –imaginen algún tipo de hospedaje sindical en una zona de «turismo de aventuras»– en el que tendrán una reunión de trabajo y, lo que suponen, será una inauguración. Es un grupo variopinto en el que hay distintos tipos, pero el objetivo es el mismo: discutir la inminente creación de un centro comercial que, por lo que alcanzo a entender de la política sueca, está financiado por esa municipalidad.

Pero no todos están de acuerdo en cómo llevarlo adelante. Maria Sid (ALL THE SINS) encarna el personaje más parecido al de Amy Poehler en aquella serie: la «líder» y organizadora, entre tonta y optimista, que trata de manejar al grupo. Adam Lundgren (CHERNOBYL) es Jonas, lo más parecido a un villano que hay en el team: es el que manipula a todos para aprobar lo del centro comercial así como ya está firmado. Y Katia Winter es Lina, una chica que se está recuperando de una depresión, no estuvo en las reuniones previas y sospecha de todo lo que le presentan ya «cerrado».

El grupo se completa con veteranos empleados (de esos que recuerdan con cariño épocas más socialistas de los años ’60 y ’70) y otros más jóvenes de diversa extracción e intereses. Y además están los empleados del complejo –la gerente, el cocinero, el que limpia, la que organiza actividades deportivas y así– que lidian como pueden con el descuido generalizado. Pero todo se torna más problemático cuando el cocinero se mete en el bosque y es brutalmente asesinado por una figura misteriosa a la que no vemos bien en medio de la oscuridad.

El criminal no tardará en robarse esa enorme máscara de un personaje folclórico al que llaman Hollín –los empleados la habían traído para una actividad recreativa– y seguirá liquidando brutalmente empleados del hotel sin que los huéspedes se enteren. Es que mientras pasa todo eso ellos están discutiendo el proyecto –Lina nota que hay algo raro en el plan y sospecha de Jonas–, tratando de conseguir algo para comer, tomando cerveza en un sauna o haciendo actividades de supervivencia, que los aleja del lugar… y de sus celulares. Hasta que el hombre con la mascara, bueno, ya se imaginan.

Mitad comedia laboral con interesantes elementos de discusión –sobre el rol del estado, las empresas, el cuidado del medio ambiente, la explotación de los locales, etcétera– y mitad slasher movie con toda la brutalidad del caso y un buen uso del fuera de campo, LA CONFERENCIA funciona muy bien durante gran parte de su tiempo, con un guión de relojería que no deja recurso sin utilizar –nada de lo que se muestra es gratuito y todo reaparecerá en su debido momento– y algunos personajes entrañables dentro de un grupo diverso que incluye desde un supuesto influencer de Instagram a una veterana que canta canciones de protesta de Pete Seeger.

Luego, sí, entrará todo en la más esperable rutina de la supervivencia frente al asesino, algo que incluye también saber quién se esconde debajo de la máscara. Pero aún esa sección propone algunas salidas laterales, ya que queda claro que el tal Jonas quizás sea más dañino que «Hollín». No en lo concreto –no anda ahorcando gente ni cortando cabezas–, pero sí en un mundo más parecido al real. Está claro que LA CONFERENCIA podría tener una remake hollywoodense, pero seguramente lo harían en algún tipo de encuentro corporativo amenazado por un violento asesino y sería mucho menos original. Si es que van a hacerla, lo mejor es que reúnan al elenco de PARKS AND RECREATION y los pongan a vivir la más bizarra de sus aventuras. Sería un simpático –y violento– reencuentro.