Series: crítica de «El encargado 2», de Mariano Cohn y Gastón Duprat (Star+)
Guillermo Francella retoma el personaje de Eliseo, quien aquí debe lidiar con una propietaria recién llegada al edificio que pretende desplazarlo de su puesto. Con María Abadi, Martín Slipak, la «China» Suárez y otros. En Star+.
Siempre desconfiá de las personas que trabajan de ser buenos, son los peores«, dice Eliseo, el encargado del elegante edificio del barrio de Belgrano, escenario central de ambas temporadas de la serie. Es una frase que escuché en bocas de varias personas que creen que cualquier expresión, gesto o actividad solidaria esconde, sí o sí, un beneficio personal o una trampa. Que no es algo natural al ser humano, sino un acting, una puesta en escena para los demás y/o para likes en redes sociales. Y si bien no hay duda que deben existir personas así, generalizarlo es un despropósito.
En su segunda temporada, aún más que en la primera, esa mirada misantrópica sobre el mundo se extiende a todos los personajes. Eliseo (Francella, ya girando tanto el rulo sobre sí mismo que se vuelve autoparódico, incluyendo una llamativa acusación final a los que no nos gusta la serie) es claramente un psicópata, de eso no hay ya duda alguna, y EL ENCARGADO no lo oculta. Digamos que se acerca a un monstruo: ventajero, aprovechador, corrupto, cruel, mentiroso, tránsfuga, un personaje a todas luces siniestro. Pero es nuestro protagonista, el que nos habla. Y es Francella, alguien que conocemos hace décadas. Así que en el fondo la serie pretende que lo toleremos. Y hasta que nos caiga simpático.
Al poner alrededor suyo un catálogo de personajes tan o más siniestros a los que no conocemos tanto –la serie es fiel a su punto de vista en casi todos los episodios–, no es difícil esa identificación. En la segunda temporada, tras ser reincorporado a su tarea al final de la primera, hay dos novedades importantes que aparecen en los primeros episodios. Una es la llegada de Lucila Morris (María Abadi), una mujer famosa por tener una fundación de ayuda a los necesitados, una joven que «trabaja de ser buena» pero que, al mudarse al edificio, empieza a revisar cuentas y papeles, transformándose en enemiga de Eliseo, que tiene chanchullos por todos lados.
Eso hará que el encargado se dedique a tratar de hundirla, de encontrarle algún lado oscuro, pero no parece lograrlo. Terminará uniéndose a su archirrival Matías Zambrano (Gabriel Goity), otro que se siente observado por Morris. Aprovechando su crisis personal (su mujer lo dejó), lo conminará a unirse en la tarea de derribarla. Casualmente aparecerá en escena Maxi (Martín Slipak), un sobrino perdido de Eliseo, que es un estereotipo del chorro del conurbano bonaerense, quien tratará de sacarle algún dinero a su tío. Pero Eliseo, que siempre es más vivo que todos, encontrará la forma de chantajearlo para que él termine ayudándolo a sacarse de encima a la tal Morris.
Ese será el nudo central de la temporada, que incluye otras situaciones que llevarán a Eliseo a lidiar con variados conflictos, incluyendo una no muy aprovechada subtrama que incluye a una pareja que integran la «China» Suárez y el rapero Rusherking, su complicada relación con su asistente (Gastón Cocchiarale), otros vecinos que entran y salen de la trama de un momento a otro y así. Todo funcionará con el mismo esquema: Eliseo sospecha que alguien puede meterse con él o complicarle algún negocio y hará lo imposible para destruirlo. Y lo logrará. Invariablemente.
El problema de la serie no es, necesariamente, el personaje de Eliseo. Es común ver villanos de este tipo, psicópatas simpáticos, liderando series o películas. Lo que no es tan habitual –o lo es en las películas de Ruben Östlund, por ejemplo, o solía serlo en las de Michael Haneke, entre otros– es que no haya contrapeso alguno para esa figura. La crueldad, el egoísmo y el individualismo es la norma, la manera en la que los personajes existen, lo que los mantiene vivos. Eliseo, a diferencia de los demás, no lo niega. No es hipócrita consigo mismo. Al menos cuando se mira al espejo, se asume como un monstruo. Aunque, convengamos, también «trabaja de ser bueno».
Hay un solo momento verdaderamente gracioso y libre de todo tipo de misantropía en los siete episodios. Dura dos minutos y lo protagoniza, en una aparición especial, Norman Briski. No lo voy a adelantar aquí pero es muy divertido, liberador y no es parte del «sistema» del resto de la serie. Pero empieza y termina ahí. Pronto todo vuelve a la perversa normalidad de ver cuánto se tarda en descubrir que ni la única persona «buena» de la serie, realmente lo es. SPOILER ALERT Cuando se descubre finalmente cuál es el secreto que oculta Morris, ligado a algún tipo de arreglo turbio con el gobierno de la provincia de Buenos Aires, da lugar a otro tipo de interpretaciones.
Y aquí quiero detenerme un segundo. Uno podría incorporar a series como EL ENCARGADO –o, bueno, a toda la obra de la dupla Cohn/Duprat– a un género, llamémoslo «comedia negra», y disfrutarlo tomándolo como una serie de códigos conocidos y compartidos, como lo que hacían los hermanos Coen, un entretenimiento que no pide ser necesariamente cotejado con la realidad. Pero debo confesar que me cuesta, que el clima político y social que vive la Argentina, uno en el que la misantropía, la crueldad, el desprecio por el otro y el creciente apego a la ley del más fuerte (o el más vivo) son moneda corriente, me impide disfrutarlo. Al contrario, lo veo como un espejo acrítico del funcionamiento de la sociedad.
Ver el mundo como se lo mira en EL ENCARGADO coincide con haber consagrado como presidente del país a alguien que, fundamentalmente, entiende las cosas de esa misma manera, alguien que ve en el otro a un enemigo al que pisar, exterminar, hacerlo correr. Pensar que la gente que «trabaja de ser buena» oculta algo o tiene un beneficio personal oculto, suponer que no existe nada parecido a la nobleza o a la solidaridad, establecer relaciones con los otros por pura conveniencia o interés (algo que, siguiendo esta lógica, es más honesto) son los códigos que se manejan en el mundo según Cohn/Duprat. Y me cuesta ver una crítica a eso acá. Se parece más a una filosofía de vida.
LA MAYORÍA DE LOS ARGENTINOS ELIGIERON A UN PRESIDENTE Q TIENE UN DEJO DE MALDAD IMPRESIONANTE.-
Muy buena reseña ,sobre todo la reflexión final.
En el reflejo está la autocrítica. En eso es interesante la serie ..No juzga.. para qué?.. Eliseo NO ES UN PSICÓPATA…porque siempre está AL BORDE.. de todo… NO ES UN CHORRO..siempre está AL limite de ser un VIVO?…No es.malo,.está al límite cuando la.ayuda a Beba, siempre ahí.. todo el tiempo la serie transita esa TENSIÓN!! ESO ES LO Q LA HACE TAAAN INTERESANTE, te regala pensar, te lo propone, tensa la curiosidad de hasta dónde se fuerzan los límites éticos.. MUY INTERESANTE.. EXCELENTE.. GRANDIOSA..sin dudas una exquisita pieza de arte que va a quedar como un clásico argentino ..
Excelente tu comentario. Totalmente de acuerdo!
Gracias a esta crítica comprendí por qué no soporto la serie. Al principio pensé que era por la reiterada impostura de Francella qué combina al jefe de El Clan con el simpaticon seductor de «Pone’ a Francella». Ahora veo que los ‘conflictos’ no son tales, en tanto no hay contrapunto dramático. Como en esa observación rápida y facilonga que se escucha en la calle: si en el fondo todos son corruptos, o «todos tienen su precio». Gracias por ayudarnos a no ver la segunda parte.
Mmm, si, es una serie difícil de ver y muy difícil de no terminarla de verla. Los personajes generan emociones turbias. No he terminado de ver la 1ra temporada por culpa de Eliseo que es muy hdp pero fascinante.
Más que un crítico, estás mostrando tu postura política que a nadie le importa
Pienso igual. Los comentarios finales de la crítica no vienen al caso.
Totalmente de acuerdo.
Es exactamente lo que saque en limpio de la critica.
No la ve
Perdon, habla por tu cuenta. Celebro y felicito que Diego exprese su postura politica, para eso y para muchas cosas mas, tiene su propia pagina desde hace años y cientos de seguidores que lo leen en las redes sociales. Donde está estipulado que los criticos de arte no puedan tener una posición politica? A mi particularmente me importa mucho que la tenga y que no tenga miedo de expresarla en libertad.
Tal cual. Eso pensé. De crítica a la serie en si nada
Como decis…LA MAYORIA ahra cerra el culo
La serie para mi es impecable, uno se puede topar con los distintos estereotipos de los porteños, y cada uno desarrollados muy bien, la segunda temporada hay personajes que de verdad no calaron, más sin embargo cumplieron… Obviamente es difícil pensar que un encargado de edificio tenga los alcances de Eliseo en muchas cosas, pero es lo lindo imaginar… «Y si si?», de las mejores series modernas que he visto la verdad y la reseña impecable también, lastima el comentario político tan nefasto y absurdo del final pero lamentablemente nada es perfecto.
Y los q estaban antes…eran caidos del cielo??….cordura papa….y dejen gobernar trankilos…
Totalmente de acuerdo con vos Carlos
Si? A vos te parece? Yo creo que es muy firme en sus convicciones y está tratando de hacer lo que anuncio en su campaña!
????…..q tiene q ver ????…. Milei es familia de Francella ????????
No me considero alguien tan juiciosa para ver mas allá que una serie de televisión como hay tantas otras….,que sea argentina no quiere decir que refleje nuestra realidad,o si?diría «eliseo»,yo me río en todos los capítulos y lo tomo como tal:una serie de t.v.!!!!es mi humilde opinión,gracias.
Totalmente de acuerdo con vos Normita
Todos son ruidos para aquel que tiene miedo. Seneca
Excelente análisis Diego, lo que podría haber Sido una excelente comedia negra, ácida y crítica de la sociedad porteña, termina metiendo a todos en una bolsa de excremento, dónde los buenos no existen.
Pero no es tan ficción….es la gente así? …por si o por no? Jajaja
2 cosas: 1 como una crítica no tiene firma? Y 2 realmente prefiero que los locos malos estén en una serie de ficción y no en el sillón de Rivadavia…
Mamerto
La nota está «firmada’ al principio
¿ No te parece de loco malo hdp querer empujar una hiperinflación, devaluar un 120 % y decir no hay plata viviendo en el hotel de un empresario millonario que la junta con psla? En marzo hablamos lo bien que vas a estar
Realmente prefiero que los locos malos estén en una serie de ficción y no en el sillón de Rivadavia…
Tal cual…si lo vamos a relacionar con los presidentes hace muchos años que padecemos lo de «si no piensa como yo es el enemigo» . No empezó con Milei
Más de lo mismo, quizás más chabacana que la anterior, y creo que ir por una tercera temporada es denasiado. Hastían las producciones argentinas que solo resaltan la miseria humana más abyecta de nuestra sociedad, la imagen que damos es patética. Pero creo que somos también algo noble, claro que eso no vende.
De acuerdo, hay que darse un respiro de esperanza y no caer en la profecía/maldición autocumplida.
Quien escribió esta basura ,primero contas todo y después sos un zurdo resentido o un sucio peroncho que tiene que ver el presidente basura
Franccela haciendo siempre el mismo personaje de chanta, avivado y demás. No me gustó la serie. Un psicópata al que nadie enfrenta, les faltó mostrar la otra cara de la moneda. Excelente critica
Uh.. Otro kuka resentido.. Paren un poco.. Les va a hacer mal.. Jajaja
el encargado es el argentino chanta promedio
También podría compararse a Eliseo con la psicópata de Calafate y sacar conclusiones parecidas. No se te ocurrió?
Se nota que hiciste la reseña porque no te gusta la serie, la pintas como poco graciosa y que cuesta simpatizar con Eliseo. Te habrá enviada Lucila Morris a escribir esta aburrida crítica a una tremenda serie.
A veces dan ganas de aplastarlo!! Pero la sociedad argentina profuce seres como este, de aqui salió Milei y Macri
Y Peron, y Nestor, y Cristina, y Alberto. O acaso ellos no son producto de la sociedad argentina? Porque 4 años de gobierno de Macri nos sumieron en la miseria que estamos viviendo hoy, no?
Una critica acertada. Lamentable final, que se arroga el conocimiento del pensamiento del nuevo presidente. Tan ciego y vil, el comentario, y falso como el encargado. Si tenes alguna cordura, descubris muy fácilmente en JM un ser sano.
¿Y Cristina, el nene de Cristina, Axel, Massa, la mujer de Massa y no sigo porque me canso, de dónde salieron? ¿Son Finlandeses?
Hay momentos que es insoportable, y existen seres como el
Es una serie de entretenimiento como cualquier otra con un personaje siniestro, es interesante, no veo porque el crítico pretende que sea otra cosa, me parece que hay un poco de mala intención o con francella o con la dirección o con el guión. Me parece una crítica malintencionada
Excelente serie tanto la 1era como la 2da temporada Franchela un genio total habia momentos en que se hacía odiar por no tener escrúpulos pero otros que lo aplaudis por como se salia con la suya
Excelente reseña sobre una serie en sintonía con el fascismo que impregna a la sociedad y a su nuevo gobierno.
En cuanto a los contrapesos, por ejemplo Micky Vainilla tiene una voz en of que lo confronta, por ejemplo.
Y es gracioso cómo en algunos comentarios (muchos de gastado troll de manual, otros más disimulados) aparece lo que exactamente la reseña dice.
La segunda temporada ya estaba guionada antes que Milei ganara las elecciones (ni hablar de la primera)… Cohn y Duprat predicen el futuro… que talento impresionante! ?
Excelente representación de la oscuridad, lastima que falta la luz, que siempre esta y es mucha…aunque la estrategia sea mostrar que no, simple, de no ser así ya hubiera sido destruido el planeta…pero el tiempo se termina y hay que convencer a varios mas.. ya se termina el partido, ya casi…
Ya me llamaba la atención que al autor de este artículo no le gustara la serie cuando la mayoría habla maravillas (a mí me encantó) … inmediatamente pensé dos cosas: la primera, puede haber algo de estrategia para llamar la atención ( si yo digo que es ‘malo’ algo que todos consideran ‘bueno’, llamo la atención, como los bobos que viven de decir que Messi juega mal)…la otra posibilidad siendo abierto de mente y democrático como soy, es que realmente no le guste la serie. Nadie está obligado a que le guste El Encargado , hay quienes les gusta y hay quienes no, y eso está bien.
Pero cuando llegué al final en el que se pone a MEZCLAR y decir todas esas pelotudeces sobre la sociedad argentina y criticar al presidente electo, etc….me di cuenta : estoy ante un pelotudo cuyo blog no pienso visitar ni leer más.
Qué maña la argentina actual en no poder salir de la lectura social en las críticas, comentarios o visionados. El encargado es la mejor serie argentina de este año y me atrevo a decir de las mejores a nivel internacional. La dupla de directores llega a un nivel de maestría pocas veces logrado (quizás con «El hombre de al lado» se había llegado lejos, aunque su final fue algo decepcionante, justamente por querer sintetizar visiones de mundo opuestas con una moraleja o alegoría de pobres vs ricos).
El edificio, el consorcio, el encargado, antes que elementos o figuras retóricas de mera crítica social, tienen una carga simbólica innegable que vuelven a la serie atemporal y adaptable a todo público, más allá del país: Eliseo es como el comandante de una embarcación (ver los detalles brutalistas del edificio, especialmente las columnas que elevan el edificio elevándolo como si flotara o la posición de la mesa de recepción como un centro de mandos). Pero Eliseo no es y nunca será «uno de ellos», no es el «capitán», y por eso duerme arriba de todo, aislado, como solía ser en las embarcaciones antiguas cuando al que hacía algo indebido lo mandaban «al carajo».
Si hay un ejemplo literario/pictórico para completar la lectura, este bien podría ser el de la pintura «La nave de los locos» de El Bosco, con un rejunte de personalidades que representa a todo el espectro humano (social, cultural), en su falta de rumbo, en su codicia y en la valoración de lo material por sobre lo espiritual (esto incluye a todos y cada uno de los personajes). Hay también, y aquí creo que es donde la actuación de Francella es fenomenal, un trabajo sobre el concepto de la locura, o ese límite intangible entre lo socialmente aceptable y lo repulsivo, que también es una temática atemporal.
Dicho todo esto, como es una serie que se transmite por Star+, algunos críticos ven allí una limitación, pero yo lo veo al revés, ya que considero que es una serie que, desde lo más mainstream, disecciona la cultura mundial (falsamente) atea, nihilista y materialista, un mundo, como aquel que el Bosco representó, al borde de la catástrofe (en aquel momento con el fin de la Edad Media, hoy en día, con el de una sociedad inmersa en el debate acerca del poshumanismo).
Creo que a pesar de su oscuridad y perversión, Elíseo tiene algunos códigos, como no meterse con el que no lo jode.
Me gustó mucho, las actuaciones y el guión son muy buenos. Es algo que sale de lo común y el mejor personaje que hizo Francella hasta hi.
Para gustos, los colores.
Tengo la sensación que, de haberlo hecho Echarri o Dady, te hubiera gustado.
No entendí la referencia al Presidente electo.
Hay que ser tolerante con los intolerantes
Cuánto resentimiento en la nota y en los comentarios anti Milei, acaso están «resistiendo con aguante»??? Sus lágrimas son deliciosas! Empiecen a reconocer que está vez no vuelven más, sino les va a seguir haciendo mal y a nosotros nos va a seguir encantando!
En primer lugar Diego me parece acertada la reflexión sobre el presidente. La verdad que está segunda temporada no me gustó tanto como la primera, esa es más dinámica, con muchas más situaciones. Esta gira todo el tiempo en lo mismo y termina aburriendo un poco. Pero sacando esto, no me parece que refleje una filosofía de vida, más bien me parece que es una crítica cruda a la realidad y la sociedad argentina y humana en sí. Creo que, si bien acá falta un poco de dinamismo y trama, y que es cierto lo de la figura de contrapeso, los autores critican todo lo que exponen. Y dejan, si uno ve bien, a personas realmente buenas como para no meter todo en la misma bolsa, esas podrían ser Beba, la mujer que interpreta Miriam Odorico, Miguel, aunque hay algunas cosas ahí, Gabriel. En fin, se marca la diferencia pero para mí no alcanza
Espectacular Francella, me divertí mucho con esta serie , basta de buscarle el pelo al huevo con argumentos complicados. Es ficción muchachos y la ficción es un juego que nos aleja unos momentos de la crudeza de la realidad.
Creo que faltaba una protagonista femenina que represente la bondad del conurbano y haga de contrapeso a la visión maniquea de Maxi.
Naty Zaracho, por ejemplo?