Estrenos online: crítica de «Cazadores en tierra inhóspita» («Badland Hunters»), de Heo Myung-haeng (Netflix)
Cuando un terremoto convierte a Seúl en una tierra baldía sin ley, un intrépido cazador intenta rescatar a un adolescente de manos de un científico que la mantiene cautiva con un peligroso propósito secreto. Este «spin-off» de «Sobrevivientes» se estrena en Netflix el 26 de enero.
Estrenada hace apenas unas pocas semanas en las salas de cine argentinas, SOBREVIVIENTES: DESPUES DEL TERREMOTO (CONCRETE UTOPIA es su título en inglés) fue un éxito de público en Corea hace apenas unos meses. Esa película (ver crítica acá) tenía como punto de partida un gigantesco terremoto que destrozaba lo que parecía ser toda Corea. La historia que allí se contaba transcurría en el único edificio que, en apariencia, había quedado en pie, y en cómo sus habitantes luchaban contra los que, estando desamparados afuera, querían ingresar. Lo que CAZADORES EN TIERRA INHOSPITA hace es funcionar un poco como secuela y otro tanto como spin-off. Esto es: parte del mismo terremoto y lidia con lo que sucede en otra zona de la ciudad y con otros protagonistas, totalmente diferentes. Y lo hace, temporalmente, tres años después de lo que sucedía en la otra película.
Todo empieza igual que en la original: en los momentos previos del terremoto. Acá lo que vemos es a un científico un tanto alterado que intenta salvar la vida de su hija mediante algún tipo de procedimiento experimental que podría darle algo así como vida eterna. Entra la policía en su quirófano y cuando están por detenerlo, se produce el terremoto en cuestión. Allí la historia salta tres años, dato que está puesto en la boca de uno de los personajes que veremos a continuación. Lo que sucede allí tiene lugar en una suerte de barrio de emergencia en el que sobreviven, malamente, unos cientos de personas, pasando hambre (matan cocodrilos, cuando encuentran uno, para comer, y es lo más parecido a un manjar) y sin casi agua potable.
No solo están en malas condiciones de salubridad sino que además reciben visitas de bandas criminales que rondan el lugar, les roban las cosas y agreden a su gente. Una de las agredidas es una chica joven llamada Suna (Roh Jeong-eui), que está allí con su avejentada abuela, otro joven un tanto despistado llamado Choi ji-wan (Lee Jun-young) y, principalmente, Nam-san (Ma Dong-seok, de ETERNALS, TRAIN TO BUSAN y muchos otros éxitos), un amable aunque violento cazador que revela su potencia cuando se saca violentamente de encima a los criminales que están molestando a Suna.
Otro grupo de visitantes que se acerca le preocupa menos a todos. Son unos correctos y amables jóvenes, liderados por una mujer adulta, que le propone a Suna llevar a su abuela a un lugar en el que la puedan atender mejor. A Ji-wan y a Nam-san hay algo de la situación que le resulta sospechoso, pero las dejan ir con el convencimiento que a la anciana podrán tratarla mejor en otro lugar. De todos modos, deciden seguirlos de lejos para ver qué se tienen entre manos. Y hasta la propia Suna, mientras viaja con este grupo un tanto silencioso y extraño, empieza a notar que algo raro pasa.
Y sí, no es claramente un viaje gratis con todo pago, sino que hay intenciones oscuras por detrás de ese «beneficio», una que tiene que ver con el científico en cuestión, Yang Gi-su, y un plan bastante frankensteniano que tiene para dominar el mundo, o lo que queda de él. Al llegar al lugar en el que Suna se quedará, los que vieron SOBREVIVIENTES notarán que se trata de ese mismo edificio, solo que unos años después y con algunos cambios. Una vez allí no solo se desplegará en plan, sino que tanto Suna desde adentro, como sus dos amigos desde afuera, harán lo imposible para detenerlo. Violentamente, claro.
Así, CAZADORES… combinará una trama de ciencia ficción apocalíptica con lo que en el fondo es, mucho más que en SOBREVIVIENTES, una película de acción, combates y feroces peleas mano a mano. Es que el ejército de Gi-su, gracias a sus experimentos, es más resistente que lo común, lo cual obliga a nuestros héroes (a quienes pronto se les sumará Lee Eun-ho, una «soldado arrepentida», quien explicará en qué consiste el plan) a esfuerzos mayores a los habituales para destrozarlos. Algo que tienen que hacer de manera tan precisa como cruenta.
Como sucedía en el otro film, hay un interesante tema dando vuelta aquí ligado a sociedades futuristas que se organizan de un modo dictatorial, utilizando fake news y otro tipo de «controles mentales», pero en lo esencial, CAZADORES… es una película más clásica de rescate, con un pequeño grupo de héroes combatiendo a un ejército mucho más grande para salvar a Suna de la difícil situación en la que está. Ella, de todos modos, no es simplemente una víctima más, sino parte clave de la lucha desde adentro.
CAZADORES… dedica quizás más tiempo de lo necesario en secuencias de combates mano a mano que, por lo general, se vuelven un tanto reiterativas. Lo que la saca a la película de la rutina más estricta es el carisma de Ma Dong-seok, una estrella de acción de la vieja escuela. Difícil saberlo ahora, pero lo cierto es que este universo post-apocalíptico que ya lleva dos películas estrenadas puede seguir siendo explotado en otras nuevas, contando historias paralelas y laterales que se conectan poco y nada con la inicial y troncal. Dependerá, como todo, del éxito de las distintas propuestas, tanto en los cines como, a partir de ahora, en la plataforma de Netflix.