Series: reseña de «Sr. y Sra. Smith – Episodios 1/3», de Donald Glover y Francesca Sloane (Amazon Prime Video)

Series: reseña de «Sr. y Sra. Smith – Episodios 1/3», de Donald Glover y Francesca Sloane (Amazon Prime Video)

Esta comedia de espías se centra en dos agentes secretos que se hacen pasar por matrimonio para cumplir sus peligrosas misiones. Con Donald Glover, Maya Erskine e invitados especiales. Desde el 2 de febrero por Amazon Prime Video.

Poco vista por estos países, ATLANTA quizás haya sido una de las series más originales y creativas de los últimos años. Dispar, sí, pero original y excéntrica como pocas. Donald Glover, su creador y protagonista, ya famoso desde mucho antes como actor (COMMUNITY) y en su faceta musical como Childish Gambino, eligió lo que en principio parecía ser un raro proyecto para continuar su carrera tras el final de aquella serie. SR. Y SRA. SMITH representa, en principio, lo contrario a la originalidad de ATLANTA y se acerca más a todo aquello que a uno le fastidia de la televisión y las plataformas de streaming: reciclar ideas usadas, trabajar a partir de formatos conocidos y hacer estiradas remakes –secuelas, precuelas o spin-offs— de películas famosas.

Pero no todo lo que suena mal termina estando mal. Como prueba de eso está el caso de BARBIE. Cuando se mencionó que Greta Gerwig iba a dirigir una película sobre la célebre muñeca lo primero que pensamos el 90 por ciento de los que disfrutamos su cine era que se trataba de una pérdida de tiempo, que la célebre actriz y directora «se había vendido» al más rancio mainstream. Pero la película resultó ser muy original, creativa y divertida. Algo similar sucede con SR. Y SRA. SMITH. Si bien aquí Glover no trata de quebrar la fórmula del todo ni reinventar el género, la serie –al menos los tres episodios que fueron adelantados a la prensa local– es divertida, inteligente, simpática y sincera a la vez, una comedia con elementos de suspenso que, en el momento menos pensado, se transforma en otra cosa.

Una parte del encanto pasa por los guiones y otra por el carisma de sus protagonistas. Armada con casi el mismo equipo de ATLANTA –Hiro Murai dirige los primeros dos episodios, Donald y su hermano Stephen Glover escriben los guiones con la colaboración de Sloane, que también participó en aquella serie, entre otros–, MR. & MRS. SMITH mantiene mucho del humor lateral, inesperado, de sus creadores. Sí, se trata de una comedia de suspenso sobre dos agentes que son elegidos por una organización secreta para trabajar juntos haciéndose pasar por un matrimonio –punto de partida usado mil veces–, pero Glover y compañía parten de allí para irse por las ramas, dándole más tiempo al desarrollo de la química entre los protagonistas que a cada caso en sí, entendiendo que el concepto de «ligero divertimento» es el que conviene para homenajear a un género que viene de la comedia clásica.

Si bien la serie la iban a escribir y protagonizar, en principio, Glover junto a Phoebe Waller-Bridge, el alejamiento de la actriz de FLEABAG (por las famosas «diferencias creativas») permitió el ingreso de Maya Erskine, la extraordinaria comediante de series como PEN15 y CASUAL, quien le agrega a la serie una calidez a la que una dupla bastante hipster como la que Glover podía hacer con Waller-Bridge quizás no habría llegado. Gracias a Erskine, tengo la sensación, SR. Y SRA. SMITH no pierde nada en humor y gana mucho en algo así como ternura, algo que se nota particularmente en el tercer episodio.

La trama es simple. Cada uno por su lado, dos personas aceptan trabajar para una organización secreta que se comunica con ellos a través de mensajes de texto (la llaman «hola hola» o «hi hi», por la forma en la que los convoca a cada nueva misión) y lo hacen viviendo juntos, haciéndose pasar por el matrimonio que da título a la serie: John y Jane Smith, acaso los nombres más prototípicos que existen en los Estados Unidos. Entre ellos no se conocen, no saben nada de sus respectivos pasados y, al mudarse a una lujosa casa en Nueva York, tienen que empezar a relacionarse, primero de forma incómoda y luego, con el paso del tiempo y de las experiencias complicadas que atraviesan juntos, comenzando a entenderse mejor.

Tras la original «convocatoria» –que funciona en buena medida para que conozcamos mejor algunos detalles personales de la dupla protagónica– y la presentación entre ambos, cada episodio se centrará en una misión y tendrá como particularidad la presencia de invitados especiales, un truquito quizás innecesario pero simpático para darle una gracia extra a cada capítulo. Solo en los primeros episodios aparecen, en roles que los espectadores deberán descubrir, actores como Paul Dano, John Turturro, Aleksander Skarsgård, Eiza «Sueña conmigo« González, Sharon Horgan y Billy Campbell. Y la página de IMDB de la serie anuncia que también estarán Parker Posey, Ursula Corberó, Wagner Moura, Michaela Coel, Sarah Paulson y Ron Perlman, dentro de un convenientemente internacional grupo de colaboradores.

Y si bien cada uno de los episodios vistos es distinto en función de las particularidades y locaciones de cada caso –uno es por las calles de Nueva York, otro transcurre en su mayoría en un lujoso evento social, el tercero en un resort invernal en Europa–, en todo momento es evidente que el interés principal pasa por la relación entre ellos dos. Las misiones funcionan más que nada como una manera que «John» y «Jane» se vayan conociendo, peleándose, mostrando sus diferencias, pero también aprendiendo a preocuparse el uno por el otro, a generar esa química necesaria para que la dupla funcione y que el trabajo salga bien. Cosa que no siempre sucede.

Es cierto que no se trata de una serie con la inventiva y la creatividad de ATLANTA. Tiene algo más de pasatiempo, de juego si se quiere, en el que da la impresión que los actores la han pasado muy bien improvisando escenas humorísticas, confusiones y otros recursos propios de la comedia de suspenso que tan buenos representantes ha tenido en la historia de Hollywood. Si bien es un subgénero un tanto bastardeado en los últimos años –la comedia de espionaje tuvo su cuarto de hora hace un par de décadas, con ejemplos como la original SR. Y SRA. SMITH, que hicieron Brad Pitt y Angelina Jolie, y el clásico MENTIRAS VERDADERAS, de James Cameron–, lo que acá aparece para «resolver» el problema de la repetición de una fórmula es un guión muy inteligente y, sobre todo, una pareja cuya particular química invita a seguir viendo sus nuevas aventuras.

La jugada más riesgosa de SR. Y SRA. SMITH no tiene que ver con el tema étnico/racial (si bien que la pareja la integren un afroamericano y una asiática le otorga a la trama algunas particularidades) sino la manera en la que pasa bastante de largo la parte de «acción» de este tipo de tramas para ocuparse casi exclusivamente de los personajes. Los tiros, las explosiones o las peleas llegan pero pasan rápido. Glover y compañía –un poco como Quentin Tarantino en su cine– prefiere que el espectador pase más tiempo en la preparación y en la expectativa de lo que puede suceder que en el hecho en sí. Tener que estar espiando y persiguiendo gente buena parte del tiempo le permite a los protagonistas conocerse y pasar el tiempo entre bromas y discusiones un tanto bizarras. Y por ahí, más que nada, pasa el disfrute de esta entretenida serie.