Estrenos: crítica de «Rescate imposible» («Land of Bad»), de William Eubank

Estrenos: crítica de «Rescate imposible» («Land of Bad»), de William Eubank

por - cine, Críticas, Estrenos
12 Mar, 2024 05:40 | Sin comentarios

Liam Hemsworth y Russell Crowe protagonizan esta película bélica en la que un militar perdido en la jungla trata de sobrevivir con la ayuda de un colega que lo apoya con drones.

Una película de acción militar de esas que ya no se hacen demasiado –o, al menos, de esas que no se estrenan mucho en cine, ya que el mercado que solía llamarse «directo a video» sigue teniendo algunas así–, RESCATE IMPOSIBLE es una brutal y violenta película centrada en Kinney, un piloto militar estadounidense (Liam Hemsworth) que debe arreglárselas para sobrevivir en medio de una salvaje jungla de las Filipinas cuando un operativo del que era parte se desarma. Pero como en las guerras modernas nadie está del todo solo, acá comparte el recorrido y la tarea de salvación con el hombre que controla drones y misiles que pueden ayudarlo a sobrevivir. Y ese hombre es Russell Crowe.

El menor de los tres Hemsworth comparte cartel con Luke, su hermano mayor (el más famoso Chris está en otra liga), quien interpreta a Abel, uno de los que integra el grupo comando que se internará en la selva filipina a rescatar a un colega que ha sido descubierto y atrapado allí por un traficante de armas ruso. Kinney no forma parte del grupo de la Delta Force sino que es un novato en este tipo de peligrosas incursiones, uno que termina sumándose a la tarea por casualidad. Luke/Abel, sí. Junto al Capitán Sugar (Milo Ventimiglia) y a Bishop (Ricky Whittle), los cuatro se lanzan en medio de la selva y llegan al campamento del traficante justo cuando lo ataca un terrorista islámico llamado Saeed Hashimi (Robert Rabiah).

En medio de disparos, asesinatos y bombas que caen desde el aire, el grupo comando se desmembra y el inexperto Kinney queda solo, tratando de sobrevivir en medio de esa jungla, topándose con enemigos todo el tiempo. Reaper (Crowe), desde la base de Las Vegas y mediante drones, trata de ayudarlo, avisándole cuando tiene enemigos cerca y guiándolo para que encuentre un punto de extracción. Reaper no la tiene fácil tampoco porque sus colegas no parecen respetarlo demasiado –además están todos pendientes de un partido de básquet universitario– y, como si eso fuera poco, su cuarta esposa está a punto de parir y en cualquier momento pueden llamarlo con novedades por ese lado.

Eso es, ni más ni menos, el planteo de RESCATE IMPOSIBLE, una película bélica que empieza manejándose desde la distancia, con comunicaciones satelitales y misiles enviados por drones pero que se va volviendo más sangrienta, íntima y personal con el correr de los minutos y con los giros narrativos que la propia trama propone. Es que tanto a Kinney, en el territorio, como a Reaper, frente a las pantallas, las cosas se les complicarán de un modo impensado, obligándolos a recalcular sobre la marcha. Pero, se sabe, en el fondo lo importante es que se tienen el uno al otro. Después de todo son los dos de Ohio e iban a los mismos bares, aunque con unos cuantos años de diferencia.

En lo que respecta a la acción pura y dura, la película es bastante truculenta, nerviosa y efectiva. Eubank (AMENAZA EN LO PROFUNDO) usa la cámara a toda velocidad y edita cada escena buscando su mayor impacto visual y sonoro, sin excederse en trucos, efectos o cámaras lentas. En ese sentido es una película old fashioned, con las características típicas de ese tipo de relatos, llenos de códigos y términos militares (la mayoría de los diálogos son del tipo «Playboy 06, this is Reaper 1-0 checking in. You have 1 MQ-9 in the air». «Reaper 1-0, this is Playboy 0-6. Stand by for grid, over«) y algunos pocos datos si se quiere «humanos» para saber algo más acerca de los personajes. Pero lo mínimo y necesario.

Si bien en la última media hora la película se vuelve excesivamente cruenta (e innecesariamente misógina), LAND OF BAD tiene la gracia de aquellas películas bélicas a la antigua, en las que hay una serie de villanos definidos con dos trazos y por portación de cara (o de raza) y nadie parece preguntarse mucho quién es quién ni los motivos por los que ese conflicto existe. Lo más parecido a una mirada crítica, si se quiere, pasa por el hecho de que muchos de los colegas de Reaper están más preocupados por mirar básquet por TV que por salvar al soldado Kinney. De todos modos, el resto de los soldados y comandos en el terreno son tipos dispuestos a arriesgarlo todo para salvar a los compañeros en problemas. Y lo mismo pasa con Crowe, que es capaz de dejar hasta el carrito con las compras en la cola del supermercado con tal de dar una mano.