Estrenos online: crítica de «Damsel», de Juan Carlos Fresnadillo (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Damsel», de Juan Carlos Fresnadillo (Netflix)

En este relato de aventuras una joven es entregada en matrimonio por su padre a un príncipe sin saber que en ese reino tienen otros planes para ella. Con Millie Bobby Brown, Ray Winstone, Robin Wright y Angela Bassett. En Netflix.

Un producto típico, en más de un sentido, de esta época, DAMSEL combina un escenario propio de JUEGO DE TRONOS con una trama que tiene en su centro a una inesperada heroína, capaz de hacerle frente al más complicado de vencer de todos los enemigos de la ficción: un enorme dragón. La «damisela» en cuestión, obvio, no es tal. Y ya de entrada sabemos que, interpretada por Millie Bobby Brown, cuando se vea en apuros se convertirá en una guerrera dispuesto a todo. Lo único que no sabemos es exactamente cómo lo hará. Ni cuándo ni contra quién.

Tras un prólogo en el que vemos a un dragón liquidar a decenas de hombres dentro de una caverna, la trama salta «varios siglos después» y nos ubica en medio de un reino, bastante pobre, en el que a los reyes no les queda otra opción que entregar a su hija en matrimonio con el heredero de otro reino, uno misterioso pero bañado en oro llamado Aurea. Elodie (Brown) es una chica independiente a la que no le gusta nada cumplir con ese deseo/necesidad familiar de salvarse económicamente, pero lo acepta como un sacrificio que hace por su familia.

Su padre, el Lord Bayford (Ray Winstone), su madrastra (Angela Bassett) y su pequeña hermana la acompañan a este lugar que surge en medio de la niebla, custodiado por dos gigantes estatuas de dragones. Este reino millonario en el que todo parece estar hecho de oro impresiona mucho a los recién llegados, pero pronto empiezan a notar cosas extrañas. Primero, tardan mucho en recibirlos formalmente. Y, cuando lo hacen, la reina Isabelle (Robin Wright) parece bastante fría y hasta un poco cruel con los recién llegados. El novio (Nick Robinson) es amable con Elodie, pero es obvio que su madre lo domina por completo.

¿Qué tienen entre manos estos reyes? ¿Qué planean hacer con Elodie y familia? Y la pregunta del millón: ¿qué rol cumplen los dragones en todo esto? Eso se irá desvelando a partir de la media hora de esta película que, de ahí en más, se vuelve de aventuras y que dirigió el realizador español de INTACTO, Juan Carlos Fresnadillo. Elodie tendrá que vérselas con el dragón y con muchas cosas más mientras, de a poco, se va desprendiendo de los ropajes de «novia por encargo» para vestirse de heroína de relato medieval. Con espadas, piedras y esas cosas.

Hay una larga secuencia, que se ubica en lo que se podría considerar el segundo acto del film –entre la media hora y la hora, digamos– que es lo mejor que DAMSEL tiene para ofrecer. No tiene casi diálogos y consiste en una suerte de juego de escondidas, o de «gato y ratón», con Elodie tratando de escapar de las amenazas de la criatura que la persigue. Allí Fresnadillo saca a relucir su talento para el relato cinematográfico puro, desprovisto de todos los otros problemas que tiene la película: el guión, los diálogos, lo básico y previsible del planteo y de la mayoría de las situaciones dramáticas.

Es esa parte –más de suspenso que de acción, ya que cuando pasa a algo más violento la película queda aplastada por capas de efectos especiales–, además de la garra que le pone la actriz de STRANGER THINGS, acá también productora, lo que sacan a DAMSEL (que por algún motivo no. se tradujo como «Damisela») de la medianía y previsibilidad que tiene durante la mayor parte de su metraje. Es que, en el fondo, la película no es otra cosa que un cuento de hadas bastante básico para niños y adolescentes (más niñas que niños), un film que tiene más en común con los relatos de animación de Disney con protagonistas femeninas (tipo FROZEN) que con las épicas medievales que parece evocar en un principio. Nada mal con que sea eso, solo que no esperen grandes sorpresas ni novedades.