Estrenos online: crítica de «Frida», de Carla Gutiérrez (Amazon Prime Video)
Este documental se apoya en la lectura de los diarios de la artista mexicana Frida Kahlo y en intervenciones animadas sobre su obra para contar su vida. En Amazon Prime Video.
Hay un formato documental creciente en los últimos años que puede sintetizarse de la siguiente manera: imágenes en movimiento y fotos se mezclan con voces en off de entrevistados a la hora de pintar a algún personaje. La particularidad de algunos films de este modelo es que las voces no son las de las personas que dan o dieron su testimonio sino que están puestas en boca de actores que leen textos escritos, lo cual es algo muy distinto. Esa es la fundación sobre la que se apoya FRIDA, un documental que cuenta la vida de la artista plástica mexicana, que podría verse en realidad como un audiolibro con imágenes.
Hay algo que no es cinematográfico en esta construcción. Cualquiera puede montar imágenes de archivo con textos leídos sin mayor esfuerzo que conseguir los derechos y organizarlos con cierto criterio. Dicho de otro modo: nadie entrevista a nadie aquí, no se escuchan las voces originales de las personas que hablan (ni de Frida, ni de Diego Rivera ni de ninguno de los que «hablan» sobre ella) y lo más parecido a un trabajo audiovisual son las animaciones hechas sobre la obra del artista, o el coloreado de algunas imágenes o de partes de ellas.
Esto no anula el interés que pueda despertar escuchar a alguien leer diarios de Frida Kahlo ni ver buena parte de su obra exhibida junto a materiales documentales –del archivo propio de Frida y de genérico banco de imágenes–, pero cuesta pensarla como un objeto cinematográfico. Lo que verán acá es otra cosa: una presentación en imágenes (slideshow) comentada, un muy elaborado power point, un amoroso retrato hecho por personas que admiran y adora la figura de Frida y que quisieron hacer algo para homenajearla. Pero no una película.
FRIDA cuenta la historia de Kahlo desde su infancia hasta su muerte a través de sus propias palabras leídas por una actriz/locutora. Y a lo largo de 85 minutos se cuentan las idas y vueltas de su vida, con el grave accidente que la marcó, su complicado matrimonio con Diego Rivera, sus intereses políticos, su incómoda estadía en los Estados Unidos, sus deseos sexuales, sus muchos amoríos con hombres y mujeres, su relación conflictiva con André Bretón, su regreso a México y las crecientes complicaciones de sus problemas de columna.
Todo esto dicho por «ella», en una larga serie de comentarios que son interrumpidos por las palabras leídas –en un tono excesivamente actuado, con una entonación de locutor profesional que disipa cualquier duda sobre si estamos escuchando o no a las personas reales– de distintas personas que la conocieron y la trataron a lo largo de su vida. Además de esos «testimonios», FRIDA logra pintar los variados aspectos de la vida y la carrera de la artista, más que nada por la constante exhibición de su obra, más allá de lo que uno pueda opinar sobre la intervención animada que se le hacen a muchos de sus más conocidos cuadros.
Una artista valiosa transformada en un ícono en las últimas décadas, Frida Kahlo merece todos los documentales y libros que se puedan hacer sobre su vida y su obra. Incluso este, al que calificaría como un muy correcto audiolibro ilustrado. Pero me cuesta pensarlo como documental. Es cierto que hace rato existe la moda de usar la voz de un artista y combinarla con imágenes de archivo de su vida y de su carrera. Pero en esos casos (este documental sobre Marlon Brando es un gran ejemplo) al menos escuchamos las voces reales de los protagonistas. Llámenme tradicionalista, pero si el asunto es poner a actores/locutores a leer textos en voz alta y mezclar eso con imágenes intervenidas, a mí me cuesta llamarlo cine. Puede estar bien hecho, pero es otra cosa.