Estrenos online: crítica de «Toc toc toc» («Cobweb»), de Samuel Bodin (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «Toc toc toc» («Cobweb»), de Samuel Bodin (Amazon Prime Video)

En esta película de horror protagonizada por Woody Norman, Lizzy Caplan y Antony Starr, un niño escucha ruidos en su casa que pueden estar ocultando un terrible secreto. Disponible en Amazon Prime Video.

Es el clima –ominoso y tenebroso más que radicalmente aterrador– el que atrapa, al menos por un tiempo, en COBWEB, nuevo film de horror centrado en las experiencias de un chico que una noche empieza a escuchar sonidos extraños en su casa. Hasta que las cosas toman forma y se vuelven un tanto más evidentes –y en algún punto lineales–, la película de Samuel Bodin respeta a rajatabla que lo más escalofriante suele ser eso que no se ve. Se siente, se intuye, pero uno nunca sabe si está ahí o si existe solo en la imaginación.

Es que Peter (Woody Norman, el muy expresivo niño que protagonizó hace poco C’MON C’MON con Joaquin Phoenix) es el clásico chico un poco tímido y solitario que es víctima del bullying escolar. En esta historia que transcurre en su totalidad la semana previa a Halloween, Peter empieza a escuchar ruidos en las paredes de su cuarto, ruidos que no lo dejan dormir y lo aterran. Al chico, además, no lo dejan festejar Halloween por algo siniestro que sucedió en el barrio en el que viven una noche así años atrás.

Cuando Peter corre a la cama de sus papás, asustado, su madre Carol (Lizzy Caplan, de la serie LA NUEVA VIDA DE TOBY) trata de tranquilizarlo y decirle que no es nada. Mark, su padre, se molesta un poco más con lo miedoso que es el chico. Al estar interpretado por Antony Starr –el actor que interpreta a un siniestro superhéroe en THE BOYS— y en un parecido tono de falsa amabilidad, uno ya duda de todo lo que él dice.

Los ruidos siguen y toman la forma de una voz humana que le habla desde las paredes, pero Peter prefiere no decirle nada a sus padres ya que, supone, se fastidiarán aún más. El chico encuentra una «aliada» inesperada en Miss Devine (Cleopatra Coleman), la maestra suplente de la escuela, que ve su perturbación y trata de ayudarlo, hasta yendo a su casa cuando lo ve hacer dibujos muy pero muy oscuros. Y a partir de allí las cosas sí tomarán un aspecto más grave y siniestro que irá dando paso a la parte menos interesante del film: la de la acción y la de las «explicaciones».

Más allá de que su segunda mitad no esté a la altura de la promesa inicial es evidente que Bodin aprovecha un guión –de Chris Thomas Devlin– que en otras manos podría haberse limitado a repetir fórmulas de acumulación de golpes de efecto. Más allá de alguna sorpresa, sin embargo, donde falla es en las caracterizaciones de los personajes, que parecen un tanto previsibles de entrada y se vuelven aún más con el correr de los minutos.

Lo mismo pasa con el guión, que en un momento intentará agregar alguna sorpresa o vuelta de tuerca –la que da paso, digamos, al tercero y más brutal acto de la película–, pero lo hace de una forma un tanto torpe, apresurada y con un final que está más pendiente de generar una potencial serie de secuelas que de darle algún tipo de cierre a los personajes.

Hablar de los temas de la película podría entrar en la categoría de spoiler por lo que lo mejor es que los vean y discutan, llegado el caso, tras ver TOC TOC TOC, título que no tiene que ver con ningún trastorno sino con los supuestos golpes de quien sea que está detrás de esas viejas paredes empapeladas en las que, sin dudas, son las mejores escenas del film. La casa, más que un personaje en sí, es un testigo de los horrores que allí se atraviesan. Y, de algún modo, el lugar en sí termina siendo más inquietante que los personajes que habitan en él.