Series: crítica de «ARA San Juan: El submarino que desapareció», de Nicolás Carreras y Marcos Sacchetti (Netflix)

Series: crítica de «ARA San Juan: El submarino que desapareció», de Nicolás Carreras y Marcos Sacchetti (Netflix)

Esta serie documental de ocho breves episodios cuenta en detalle la historia de la misteriosa desaparición del submarino argentino y la enredada investigación para determinar qué sucedió. En Netflix desde el 7 de marzo.

La dolorosa, densa y compleja historia de la desaparición, el 15 de noviembre de 2017, del submarino argentino ARA San Juan tiene mil aristas posibles. Y en esta ambiciosa serie documental de ocho episodios se intentan abordar todos, o casi todos. Es un hecho grave y misterioso que derivó en una larga cadena de idas y vueltas, conflictos políticos y una investigación tapada y enredada por muchas personas que, da la impresión, preferían que no se supiera realmente la verdad de lo que pasó. Y si es así, ¿por qué?

Estamos ante un documental políticamente muy crítico y directo, que prácticamente hace responsable al ex presidente Mauricio Macri y una serie de personas bajo su «mando» de lo que sucedió con el submarino, tanto antes, como durante y especialmente después de su accidente. Es un film que hace propias las palabras, los testimonios y las verdades de los familiares de las víctimas, que intentan hasta hoy determinar responsabilidades en un caso con muchas aristas y en el que, sin dudas, estuvieron involucrados por acción u omisión las máximas autoridades del país en esos años.

El documental resume bastante brevemente la partida del submarino en sí, su recorrido y las personas que integraban su tripulación para llegar velozmente a su desaparición: un día, a mediados de noviembre, dejaron de comunicarse con la base. ¿Qué sucedió? Hay una investigación sobre los últimos contactos y una primera búsqueda que se extiende durante un par de semanas en la que, con urgencia, se intenta hallarlos con vida. Pero no se consiguen resultados. Y de allí en adelante el caso entra en una cada vez más enredada saga de pase de facturas, de deslindación de responsabilidades y de juicios y peleas entre las partes.

Los familiares quieren saber lo que pasó y, a muchos de ellos les da la impresión, el gobierno prefiere no investigar demasiado. O mirar para otro lado. El documental contará la historia previa del submarino y lidiará con otros pesos pesado de la política local que se cruzaron décadas atrás, pero volverá al gobierno de Macri de la época del accidente y a una serie de personas relacionadas con el caso, empezando por el entonces Ministro de Defensa Oscar Aguad y bajando a los jefes de la Armada Argentina, entre otros.

Junto al caso se mezclarán otros negocios, impericias, teorías que suenas casi conspirativas, el conocido encadenamiento a la Casa Rosada de los familiares, nuevos intentos de búsqueda y varios enredos que fueron saliendo a la luz en las reuniones de la Comisión Bicameral que investigaba el caso. Se trata de un documental completo, denso en información –hay una larga serie de entrevistados– y ángulos para encarar el caso, que quizás pueda ser excesivo para aquel espectador que quiere husmear un poco el asunto pero que a los que nos interesa profundizar en los detalles de la historia nos resulta por momentos fascinante.

En ese sentido es una serie muy completa y abarcadora, aun cuando ese querer tocar todos los temas a veces la lleva a pasar muy rápidamente por varios de ellos. Un poco como la historia en sí, el documental también se enreda en las trampas y en las idas y vueltas del caso, pero nunca se pierde el eje central: la lucha de los familiares por saber la verdad y la aparente postura de las autoridades de ocultarla o buscar «chivos expiatorios» para justificar lo que pasó. Así, pasaron de culpar a los submarinistas a poner la responsabilidad en el gobierno de Cristina Kirchner para luego entrar en otras cuestiones un tanto más sinuosas y éticamente preocupantes ligadas a la soberanía marítima del país.

Si bien adhiere a un solo punto de vista (con los compromisos y contradicciones que eso trae), ARA SAN JUAN no deja de ser un bastante completo documental de investigación que pone el eje en los difusos comportamientos de la justicia argentina y en cómo siempre todos los casos se enredan tanto y tanto que termina siendo imposible encontrar responsables y lograr que cumplan sus condenas. Muchos de ellos siguen girando entre nosotros, siendo en buena medida responsables de la actualidad política del país. Y seguramente se han olvidado ya del submarino. Pero los familiares no. Y están dispuestos a seguir adelante hasta encontrar una verdad que los satisfaga. Si es que eso es posible ya que la pérdida es irreparable.