Estrenos online: crítica de «Desaparecer por completo», de Luis Javier Henaine (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Desaparecer por completo», de Luis Javier Henaine (Netflix)

Un fotógrafo que se dedica a reportar crímenes brutales se topa con un caso fuerte que empieza a afectarlo personal y físicamente en este policial de terror mexicano. Estreno de Netflix.

Un fotógrafo profesional dedicado a reportar crímenes brutales para periódicos sensacionalistas es el protagonista de este discreto film de terror mexicano que hace su debut en Netflix tras pasar por el Festival de Morelia y tener un exitoso estreno en su país. Santiago (Harold Torres) conoce la noche de la ciudad, recibe «información privilegiada» (dinerillos mediante) para llegar antes que los demás a los hechos y se mueve con eficiencia y rapidez. Pero no todo está bien en su vida.

Por un lado, está preocupado por lo mal que salen sus fotos en su periódico y los rechazos que recibe de galerías –nadie quiere la obra de un fotógrafo dedicado a sacar fotos en primer plano de gente muerta violentamente–, pero a la vez, en su vida privada, está en conflicto con su pareja, a la que no presta atención ya que vive pendiente del teléfono celular y de los llamados con nuevos y brutales crímenes. La tensión entre ambos crecerá cuando ella le anuncie que está embarazada.

Pero todo eso queda atrás cuando Santiago vaya a sacar fotos de un crimen en el que parecen haber matado a un senador. El hombre llega, se dispone a sacarle fotos y, en el momento menos pensado, el senador revive y termina siendo llevado en ambulancia. A partir de eso a Santiago le empiezan a suceder cosas extrañas. Su perro se vuelve violento, tiene sueños cruentos y desagradables, se siente perseguido y, de a poco, empieza a tener la sensación de que está perdiendo los sentidos: no siente olores ni sabores. No, no es Covid. Lo que le pasa es algo misterioso e inexplicable ya que los estudios clínicos le dan bien. ¿Algo ligado a la brujería quizás?

DESAPARECER POR COMPLETO, dirigida por Luis Javier Henaine (SOLTERAS), es más un film negro que incluye escenas sórdidas que un relato de terror propiamente dicho. El realizador dice haberse inspirado en películas de David Fincher como PECADOS CAPITALES y parte del clima, al menos desde la fotografía, se conserva acá. Pero una vez que la brujería empieza a crecer como parte del relato, el tono cambia y se acerca un poco más al tipo de relato clásico del género de terror.

La promesa de la primera mitad se va desarmando cuando se empiezan a descubrir más detalles de lo que puede estarle pasando (uno se pregunta porqué no se puso a averiguar sobre la trama oculta del crimen del senador antes de estar casi sin facultades sensoriales) y la resolución central del asunto es bastante obvia y banal, por no decir previsible. Lo más rico que ofrece Hernández tiene que ver con algunos aspectos de la puesta en escena.

Llegado cierto momento en el que Santiago empieza a perder la audición, la película relatará esos hechos de modo subjetivo, tornando cada vez más dificultoso escuchar lo que le dicen. Y sobre el final, que algunos odiarán pero a mí me resultó valioso por los riesgos que toma, hay una larga escena en la que cada vez se escucha y se ve menos, ya que así lo experimenta Santiago. Ya sin eso, pase lo que pase con el protagonista, no hay más película posible.