Estrenos online: crítica de «La red antisocial: de los memes al caos», de Giorgio Angelini y Arthur Jones (Netflix)
Este documental cuenta la historia de 4chan, un foro de internet del que han surgido algunas de las teorías conspirativas más controvertidas de los últimos años. En Netflix.
Entre los numerosos fenómenos online que fueron conformando la realidad que vivimos hoy, el de la red 4chan es imposible de soslayar. Este documental se centra en los cambios que ese foro de internet fue atravesando a lo largo de dos décadas y, a su modo, va explicando y reflejando muchos de los giros generados por la combinación entre la vida real y la vida virtual. Lo que hace décadas empezó como un lugar de encuentro para otakus, fan del animé y otras tantas personas con más vida online que social que encontraron gente con la que interactuar desde el anonimato.
Es que 4chan permitía (hablamos de 2003-2005) comunicarse de esa manera en distintos foros, lo cual generó un crecimiento enorme de bromas, memes, burlas de todo tipo y un universo un tanto limítrofe en el que el fandom se chocaba con la brutalidad y la violencia. Desde entonces hasta ahora, la red ha ido cambiando. Y si bien siempre estuvo abierta a todo tipo de intercambios, cada época priorizó una distinta, se caracterizó por una en particular. Y así, lo que era un lugar de intercambio de memes pronto pasó a ser el lugar desde el que se hizo famosa la figura de «Anonymous», al que luego se le dio la máscara de Guy Fawkes a partir de la fama de la película V DE VENDETTA.
De a poco, 4chan se fue politizando de una manera extraña, caótica, contradictoria. Podía pasar de algo más racista y hasta neonazi a ser parte integral del políticamente opuesto movimiento Occupy Wall Street o atacar a la Cientología para luego volver a girar a la intolerancia durante el gobierno de Barack Obama, con ejemplos horrendos como #GamerGate. Y así, mientras muchos de sus creadores e impulsores iniciales se hacían más grandes y tomaban distancia con lo que pasaba ahí, la comunidad crecía y crecía. Pero el golpe de gracia, el que la elevaría a la consideración nacional, a las noticias –y a lo que pasa hoy– fue la llegada a la política de Donald Trump.
En gran medida, 4chan se transformaría en un vocero del entonces candidato a presidente, en el espacio en el que sus fans compartirían opiniones, en el que tipos como Steve Bannon se meterían a cooptar gente y, sobre todo, en el que se empezarían a difundir teorías conspirativas de todo tipo, especialmente la conocida como Qanon, por la que se suponía que Trump llegaba al poder para eliminar una red de prostitución infantil controlada por el Partido Demócrata y cuyos miembros, además, se alimentaban de la sangre de los niños. O algo así…
La conexión 4chan y Trump explotó con la toma del Capitolio en enero del 2021, cuando los fans del presidente entraron a ese edificio de Washington para exigir que Joe Biden no sea nombrado presidente ya que consideraban que las elecciones habían sido fraudulentas. Y si bien el documental termina allí, el universo de ese tipo de redes (además de 4chan existe 8chan y otras redes, una de las cuales llamada Truth Social es propiedad de Trump) continúa siendo un enorme problema de desinformación en la actualidad.
El documental, que cuenta estas dos décadas de caótica vida política, también se centra en las distintas historias de los usuarios originales más reconocidos, como su fundador Moot, Fuxnet, Kirtaner, Gregg Housh y Jeremy Hammond, entre otros, uno de los cuales terminó en la cárcel por hackear sitios que no debía. La mayoría de ellos hace autocrítica de lo que hicieron y lo que sucedió, si bien la mayoría se escuda en el hecho de que 4chan no era entonces lo que es ahora. O no tanto, ya que su carácter troll, políticamente incorrecto y hasta acosador de enemigos (sean minorías raciales, mujeres, personas LGBT, etcétera) siempre estuvo presente en algunos de sus usuarios, quienes pasarían a ser conocidos en muchos casos como incels.
LA RED ANTISOCIAL no habla demasiado de otras redes, pero pronto los comentarios más delirantes surgidos en esos foros se colarían en Facebook y Twitter, lo mismo que en los canales de televisión, que pasaron a replicar sus mensajes, especialmente cuando algunos hechos dolorosos (una masacre en una sinagoga y varios atentados escolares) parecían haberse generado a partir de teorías conspirativas nacidas en esa red, teorías que fueron creídas y replicadas por millones de personas que hoy poco tienen que ver con los otakus de entonces.
Tampoco se habla del impacto internacional de este tipo de foros y comunidades. Es que tanto 4chan como el universo que representa terminó volviéndose internacional y teniendo consecuencias en otros países. Si uno quiere entender la realidad argentina de los últimos años, sin ir más lejos, bien podría arrancar por ver este documental. No le será difícil entender cómo se conecta con la llegada al poder del presidente actual y con el mundo online que lo rodea y que ha convertido la vida cotidiana en algo parecido a una cadena constante de agresiones y maltratos.
Exactamente. Comparto plenamente el último párrafo.