Estrenos online: crítica de «Música», de Rudy Mancuso (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «Música», de Rudy Mancuso (Amazon Prime Video)

Esta comedia romántica con toques musicales se centra en un joven norteamericano de origen brasileño y sus problemas psicológicos y amorosos. Desde el 4 de abril por Amazon Prime Video.

Inventiva, original, creativa y… un poco desaprovechada. Así se podría definir a MUSICA, la opera prima como director de Rudy Mancuso, un joven que surgió años atrás haciendo videos online y que hoy ya se ha vuelto famoso. Protagonizada (y musicalizada y coescrita) por él mismo y contando una historia que tiene mucho de autobiográfica, MUSICA tiene a su favor dos cosas. Por un lado, una gran inventiva formal a la hora de poner en escena algunas de las particularidades «musicales» de su protagonista. Y, por otro, por mostrar un pequeño mundo que se ha visto poco en el cine estadounidense: la comunidad brasileño-americana, familias de inmigrantes de una o más generaciones que viven en Estados Unidos pero que conservan muchas de las tradiciones y el idioma de su país.

MUSICA transcurre en una de las comunidades más grandes de brasileños en los Estados Unidos: en Newark, New Jersey, no lejos de la ciudad de Nueva York. Allí Rudy (Mancuso) vive con su madre brasileña, María (María Mancuso, la verdadera madre del actor/director) y está saliendo con Haley (Francesca Reale), una típica chica americana con la que no se entiende del todo bien. La relación rápidamente se corta y la madre –contenta de que su hijo no salga con una «gringa»– se ocupará de conseguirle «buenas y lindas chicas brasileñas» a un hijo que no está en edad para que la mamá le maneje la vida amorosa.

Así, mientras Rudy circula por el llamado «Inronbound» –una zona con mucha inmigración latina en New Jersey–, MUSICA nos va mostrando restaurantes, locales, pescaderías y otros negocios (el actor de CURB YOUR ENTHUSIASM, J.B. Smoove, interpreta al vendedor de un puesto callejero que da consejos de vida) que van dando cuenta de una comunidad brasileña bastante unida y desarrollada. Y es en una de esas pescaderías, tras un absurdo incidente, que Rudy conoce a Isabella (la popular Camila Mendes), una chica de familia brasileña con la que se siente más que cómodo. Y en su trama central la película se ocupará de ese cuadrado amoroso entre Rudy, Haley, Isabella y… la mamá de Rudy.

Pero ese aspecto es solo uno de MUSICA, que tiene como original el universo en el que se mueve pero que cuenta una historia bastante trillada y de desarrollo previsible. El otro, el más sorprendente, es uno que no se desarrolla lo suficiente. Rudy sufre de sinestesia, que es una enfermedad que le hace visualizar los sonidos, concentrarse en ellos y escuchar melodías que se forman entre los ruidos urbanos. Eso le genera un problema de concentración y atención –cuando le hablan muchas veces no escucha lo que le dicen–, pero le permite casi vivir adentro de una comedia musical.

Y eso es lo que el Mancuso director mejor hace en MUSICA: transformar su comedia romántica en un musical. A partir de cómo Rudy convierte los sonidos diegéticos en melodías e imágenes, la película se escapa del realismo y transforma a las personas que circulan alrededor del protagonista en músicos y bailarines que van haciendo sus números alrededor de lo que sucede en primer plano. Quizás no sea estrictamente un musical –no hay canciones salvo las que canta un homeless en el subte, interpretado por el director argentino Andy Muschietti–, pero sí se mueve con la energía, la desenvoltura y el ritmo de uno.

Y de uno brasileño. O afrolatino. Los ritmos y las melodías que se le arman a Rudy en la cabeza tienen la energía, el ritmo y la potencia de la música de raíces africanas de Brasil, con grupos de percusión que tocan cualquier cosa que suene como un instrumento (mesas, tachos, cubiertos, platos, sillas, pelotas, etcétera) mientras el protagonista va perdiendo la noción de qué es real y qué no. En un sentido si se quiere metáforico, esos sonidos son de alguna manera los que lo llaman a darse cuenta que él pertenece a ese lugar y que esa «música» es la que le vibra en el cuerpo.

Es una lástima, en cierto punto, que la película deje todo eso en un segundo plano para ocuparse más y más de la trama amorosa. Mancuso hace música pero su principal «trabajo» es actuar con marionetas (algo que Rudy hace en la vida real) y, salvo en breves momentos, no terminan por cruzarse ambos mundos allí tampoco. Lo que nunca pierde MUSICA es su capacidad para inventar una realidad paralela, utilizando un montaje muy rítmico y efectivo que permite pensar que en un futuro Mancuso podrá ser un gran director de musicales. A su modo, MUSICA es una versión moderna, en tono de comedia y lusoparlante de AMOR SIN BARRERAS o de IN THE HEIGHTS, de Lin-Manuel Miranda. Solo le faltaría soltar del todo las riendas de la comedia romántica adolescente y entregarse de lleno a los sonidos que cobran vida en su cabeza.