Estrenos online: crítica de «Fuego interior: Réquiem para Katia y Maurice Krafft» («The Fire Within»), de Werner Herzog (MUBI)

Estrenos online: crítica de «Fuego interior: Réquiem para Katia y Maurice Krafft» («The Fire Within»), de Werner Herzog (MUBI)

Este material en un homenaje visualmente impresionante al matrimonio de vulcanólogos que falleció en la erupción del monte Unzen en 1991 dejando 200 horas de grabaciones.

Estrenado para la misma época que VOLCANES –como se conoció aquí al documental nominado al Oscar FIRE OF LOVE–, esta película de Werner Herzog se introduce en el mismo tema que aquel film solo que desde un lugar más poético, personal y menos biográfico. Así como el muy buen documental de Sara Dosa combinaba la tarea de los vulcanólogos Katia y Maurice Krafft con su historia de vida y su relación con la sociedad de su época, el realizador alemán prefiere obviar o dejar en muy segundo plano esos ejes para centrarse, por un lado, solamente en las imágenes capturadas por los Krafft –no hay material propio aquí– y para comentar y analizar, en ese estilo tan suyo, sobre su modo de vida y qué los llevó a vivir como vivieron y morir como murieron.

THE FIRE WITHIN es, en ese sentido, y tal como lo anuncia su título completo, un requiem, una «misa de difuntos», un poema audiovisual que recuerda y homenajea las vidas de esta dupla francesa de arriesgados investigadores del universo de los volcanes que se acercaron demasiado a ese fulgurante sol y a esas nubes devastadoras que de tanto en tanto surgen de esas estructuras geológicas. Su muerte, en este relato, no es un misterio ni nada parecido. De hecho, Herzog prácticamente comienza su película y organiza su material a partir de los días previos a ese hecho, cuando la dupla estaba en Japón esperando la erupción del volcán Unzen y se manifestaban insatisfechos por la poca actividad que manifestaba. Un par de días después serían «tragados» por el llamado flujo piroclástico que surge de esas erupciones y se lleva todo puesto, literalmente.

Herzog cuenta la historia de la pareja con mínimos datos biográficos y juega mostrando la manera en la que fue cambiando su forma de trabajar y de filmar los volcanes, mostrando el detrás de escena de sus películas, el material descartado, los errores y tomas fallidas, las escenas «falsas» o reconstruidas, para ir llegando a las escenas más espectaculares, muy cercanas a esos ríos de lava impactantes que capturaron –más allá del uso del zoom– con una cercanía no recomendable. En ese sentido, FUEGO INTERIOR funciona como una suerte de escuela de cine, en la que un realizador analiza y disecciona el trabajo de otros, intentando explicar y entender la manera en la que fue cambiando y mejorando su manera de acercarse a sus materiales en función de sus habilidades pero también de su forma de entender su relación con el fenómeno en sí.

Es a partir de esos materiales que Herzog construye, o va llegando de a poco, a algo así como una sinfonía visual, convirtiendo la segunda mitad de su película –cuando los Krafft parecen encontrar algo así como su «estilo»– en una musicalizada y poética presentación de esas imágenes, utilizando más que nada distintos réquiems (Fauré, Verdi, Bach, Wagner), así como composiciones de su habitual colaborador Ernst Reijseger y hasta un par de canciones de la mexicana Ana Gabriel. Pero antes de llegar a eso, el alemán mostrará también la devastación causada por esos flujos, que son menos controlables, fotogénicos (aunque esas nubes de humo por momentos parecen salir de pesadillescas películas de terror) y mucho más brutales en cuanto a destrucción que los anaranjados fulgores que uno acostumbra a relacionar con la labor volcánica.

Herzog deja en claro su conexión, si se quiere, espiritual con el modo de vida de la pareja y por momentos manifiesta hasta su deseo de poder haber compartido algunos de esos viajes por el mundo que ambos hacían tratando de captar la actividad volcánica en imágenes, poniendo sus vidas en riesgo en ese plan «it’s better to burn out than to fade away» que caracteriza su obra y quizás su idea sobre su paso por el mundo, idea que en el caso de los Krafft hasta toma ribetes literales. El realizador del corto LA SOUFRIERE y del más reciente documental INTO THE INFERNO ha demostrado más de una vez su interés por los volcanes y aquí se integra a él por interpósita persona, a través de esta pareja de intrépidos científicos e investigadores.

FUEGO INTERIOR ocupa también un buen tiempo para mostrar las consecuencias mortales –en países como Colombia o México– de estos devastadores flujos, explicando cómo esos eventos fueron despertando algo así como la conciencia social de los Krafft, llevando a pensar su tarea no solo desde el lugar científico y fotográfico sino en términos humanistas y de prevención, lo cual irónicamente los terminará conduciendo a su trágico destino. Herzog no romantiza su final –vivieron como quisieron y murieron como suponían y quizás hasta deseaban–, pero sí arma su película como una extrañamente bella despedida a dos personas que quisieron saber más acerca de los secretos de la Tierra, fueron consumidos por ella y dejaron como testimonio imágenes indescriptibles de sus experiencias.