Estrenos online: crítica de «El juego largo» («The Long Game»), de Julio Quintana (Netflix)

Estrenos online: crítica de «El juego largo» («The Long Game»), de Julio Quintana (Netflix)

Un grupo de jóvenes caddies de ascendencia mexicana, con la ayuda de un jugador de golf, tratan de competir en torneos en la racista Texas de la década del ’50. Estreno de Netflix.

Haciendo uso y al borde de caer en el abuso de todos los clichés de las películas deportivas inspiracionales para toda la familia, EL JUEGO LARGO cuenta un historia basada en un caso de la vida real en la que se combinan golf y racismo en la ciudad de Del Río, en el sur de Texas. Julio Quintana, realizador de MILAGRO AZUL (también disponible en Netflix), retoma muchos de los tropos y conceptos de aquella película para narrar la saga de un grupo de jóvenes estadounidenses de familias mexicanas que se convirtieron en inesperadas y problemáticas estrellas del golf texano en los años ’50.

La trama toca todos los ítems imaginables y lo hace siguiendo casi todas las convenciones del subgénero, uno en el que Dennis Quaid –quien acá tiene un papel secundario importante– ya ha participado muchísimas veces, al punto que bien se podría armar una sección especial en la historia del cine dedicada a ellos, con ejemplares como ANY GIVEN SUNDAY, EVERYBODY’S ALL AMERICAN, AT ANY TIME y THE ROOKIE, entre las más de una docena que hizo dentro del formato. Aquí interpreta a Frank Mitchell, el «white man» que ayuda en su entrenamiento a los jóvenes golfistas.

La conexión entre Mitchell y el futuro equipo de golf viene a través de JB Peña (Jay Hernández), el verdadero protagonista de la historia. Ambos son veteranos de la Guerra de Corea y amigos desde entonces, además de expertos golfistas, por lo que Mitchell intenta que JB ingrese en el exclusivo Del Rio Country Club para practicar allí. Pero aún con amigos influyentes, a JB no lo dejan entrar por ser latino. Una serie de circunstancias casuales lo conecta con un grupo de cinco jóvenes caddies de ese club, que son de familias mexicanas, y tratados allí como si fueran sirvientes de los socios.

Ellos son Joe (Julián Works), Felipe (Miguel Angel García), Mario (Christian Gallegos), Gene (Gregory Díaz) y Lupe (José Julián), y todos van a la San Felipe High School a la que JB ha llegado para trabajar como supervisor. Los jóvenes no saben que JB es un gran golfista y él se sorprende más aún al descubrir que los chicos son muy buenos en ese deporte. Es así que arma con ellos un grupo llamado San Felipe Mustangs con el que competir en los torneos locales, teniendo muy en claro que en muchos de esos country clubs les será muy complicado participar en medio del racismo y la agresividad de los socios. Pero además del entrenamiento deportivo, JB les enseña e insiste con una serie de pautas de comportamiento que, asegura, les permitirá ser aceptados. Pero, claro, no será nada fácil.

Usando ese club como una posible metáfora de lo complicado que puede ser la integración racial en el país (todos ellos son nacidos en los Estados Unidos pero los marginan igual), EL LARGO JUEGO hace un resumen veloz de una serie de competencias deportivas que tienen poca importancia en el contexto de la trama. Lo que le importa a Quintana es usar la búsqueda del título de campeones estatales como una forma de mostrar los conflictos personales de los protagonistas, haciendo eje más que nada en JB y en uno de los chicos, Joe, que es el que vive de modo más conflictivo el hecho de tener que «agachar la cabeza» y aguantar las constantes humillaciones.

Todo funciona dentro de los parámetros –amables, simplistas– ya patentados para este tipo de películas. Y no hay casi lugar para sorpresas, salvo por una breve escapada de los muchachos a México, cruzando el río, donde se dan cuenta que allí tampoco son del todo bienvenidos, ya que los consideran medio «gringos». Habrá alguna situación de racismo más severo que derivará en un hecho violento, un romance inocente de Joe con Daniela (Paulina Chávez) y el eje estará puesto en cómo JB y Joe hacen recorridos opuestos en lo que respecta a la manera de actuar frente a los «blancos» y no solo los miembros del club de golf. No sirve ser en exceso serviles ni tampoco tan confrontativos, parece decir la película. Habrá que ver si eso funciona en la vida real y sin un talento deportivo de por medio.