Estrenos online: crítica de «Guerra sin reglas» («The Ministry of Ungentlemanly Warfare»), de Guy Ritchie (Amazon Prime Video)
Esta comedia de acción bélica toma un caso real de la Segunda Guerra Mundial: una misión británica a las costas africanas con el objetivo de tomar el control de embarcaciones nazis. Con Henry Cavill, Eiza González y Alan Ritchson. Estreno: 25 de julio en Amazon Prime Video.
Cuando veo muchas de las películas de Guy Ritchie tengo la sensación de estar viendo el cine de un imitador o de un impostor, un tipo que por algún equívoco de larga data –algunas películas más o menos buenas que hizo hace ya 25 años– sigue convenciendo a productores que es un gran director de importantes películas de acción, suspenso y aventuras. Mi impresión que su cine es algo así como lo que podría hacer un muy buen programa de Inteligencia Artificial si se le explica que tiene que filmar un poco como Quentin Tarantino, un poco como «realizador de películas de acción accesibles» y al que se le aclara que no tiene que olvidarse de inyectar cuotas de humor cada tanto. Entonces la IA va y hace cosas como GUERRA SIN REGLAS, que es un poco todo eso pero que tiene la personalidad propia de un Chat GPT.
Las películas del realizador de SHERLOCK HOLMES cuentan con reconocidos actores que hacen lo suyo más o menos bien, tramas elaboradas que deberían funcionar pero raramente lo hacen, pasos de comedia muchas veces forzados, elaborados movimientos de cámara inútiles (acá por suerte un poco menos), escenas de acción en su mayoría incomprensibles y un presupuesto que casi siempre parece ser más holgado que el necesario. ¿Para qué una explosión si se pueden hacer diez? ¿Por qué cinco tiros si se pueden tirar cincuenta? ¿Tiene todo esto que cuento algún sentido más allá del show en sí mismo?
La historia en la que se basa GUERRA SIN REGLAS (el título, que significa algo así como «El Ministerio de la Guerra poco caballerosa«, es complicado de traducir) tiene mucho potencial, del cual aquí se aprovecha muy poco. Todo empieza en el año 2016, cuando se desclasificaron archivos de Winston Churchill y salieron a la luz algunos operaciones militares secretas que los británicos hicieron durante la Segunda Guerra Mundial. Una de ellas, llamada «Operation Postmaster«, fue rescatada en una novela de no ficción escrita por Damien Lewis. Y bien vale una película… que no es esta.
Para frenar los ataques de submarinos nazis, Churchill (Rory Kinnear) envió en 1942 una misión cuyo objetivo era destruir unos barcos del Eje que los proveían de combustible y vituallas. El problema era que por su ubicación (en la isla de Fernando Po, en la zona entonces conocida como la Guinea Española, en Africa), ese tipo de acción era considerada ilegal y potencialmente problemática con los países aliados de la región. Pero sacarse de encima esos submarinos era, creían los británicos, necesario para facilitar la llegada de los estadounidenses del otro lado del Atlántico.
Al ser una misión no reconocida ni oficial se hizo con un grupo marginal, encabezado por un presidiario y completado con uno de esos grupos propios de DOCE DEL PATIBULO o films similares. Si bien muchos personajes existieron, acá es donde Ritchie empieza a tomarse libertades con la historia real. Gus March-Phillipps (Henry Cavill) fue el capitán de la expedición, un tipo al que se considera como inspirador del personaje de James Bond (ya verán la conexión en la película) y su misión consistía en viajar hasta Africa, sumar a un miembro faltante de la banda, superar escollos y destruir los barcos.
En el mar su banda la integran un experto en explosivos llamado Alvarez (Henry Golding), el capitán del barco Hayes (Hero Fiennes Tiffin, sobrino de Ralph) y un grandote sueco llamado Larssen, que interpreta Alan Ritchson, el protagonista de REACHER, de un modo ampuloso; quizás el único miembro del elenco que entiende el tono que debería tener la película. A la banda le falta un miembro, el aparentemente importante pero finalmente anodino Geoffrey Appleyard (Alex Pettyfer), al que tienen que liberar de una prisión nazi. Pero eso es más que nada una excusa para tener una violenta escena de acción en medio de la película.
En paralelo, a modo de distracción, viajan en tren Heron (Babs Olusanmokun), el dueño de unos bares en la isla, y la actriz/espía Marjorie Stewart (Eiza González, otra que captura la «onda» de la propuesta), que tiene que seducir al oficial nazi Heinrich Luhr (el veterano pero siempre temible Til Schweiger) mientras los muchachos hacen su trabajo con los barcos. Solo que al llegar a la isla en cuestión, por motivos que ya se verán, los planes deben alterarse súbitamente, poniendo en riesgo toda la operación.
Todo intenta homenajear a las películas bélicas de misión hechas en los años ’60 y ’70 en la que se tomaba todo el conflicto con cierta ligereza y espíritu hawksiano. Pero no hay casi nada en el grupo protagónico que genere algún tipo de identificación o conexión con el espectador. Salvo por el musculoso sueco o la clásica espía sexy, los demás son tipos armados prácticamente intercambiables entre sí. Incluyendo, sorprendentemente, al propio Cavill, un actor habitualmente inteligente que parece haberse tomado el papel un poco más en serio que lo que parece pedir la propuesta.
Si a esa falta de personajes interesantes se le suma un tono que no cuaja del todo y escenas de acción que no son mucho más que una acumulación anodina de explosiones, no hay mucho para recomendar en GUERRA SIN REGLAS. De todos modos, quizás por el propio interés que el caso en sí despierta –este tipo de historias secretas de la Segunda Guerra tienen algo fascinante, al menos para mí–, uno la puede ver con cierto interés, perdonando buena parte de sus problemas y errores. Lo que es innegable es que se trata de una oportunidad perdida, ya que la misión daba para mucho más que esta fallida y finalmente bastante intrascendente comedia de aventuras.
La película es excelente! Entretenida y muy “Guy Ritchie” …no coincido en nada con esta nota ????
Totalmente de acuerdo no sé quién escribió esta nota pero es muy entretenida y vale la pena ver. Creo que esté crítico no entendió nada de la sátira y es basada en un hecho real, no un documental, puede tomarse la libertad de desviarse a gusto ya que es comedia.
Discrepo con la opinión de la nota. Pelicula sumamente entretenida, recomiendo.
Ja! No les des ideas a estos americanos, que en dos minutos te hicieron la primer película de la historia totalmente escrita y dirigida por una AI. Tiembla Skynet!