Estrenos: crítica de «La reina de la montaña: Lhakpa Sherpa y la cumbre del Everest» («Mountain Queen»), de Lucy Walker (Netflix)

Estrenos: crítica de «La reina de la montaña: Lhakpa Sherpa y la cumbre del Everest» («Mountain Queen»), de Lucy Walker (Netflix)

Este documental cuenta la historia de una mujer de Nepal que superó los límites impuestos por su cultura y su familia y se convirtió en la que más veces ascendió al Everest. En Netflix.

El Everest es mi doctor, me arregla el alma», dice Lhakpa Sherpa, la protagonista excluyente de LA REINA DE LA MONTAÑA. Aunque a simple vista no lo parezca, esta mujer que trabaja como repositora en un supermercado de Hartford, Connecticut, lleva encima una larga serie de subidas al pico de la montaña más alta del mundo, ubicada en Nepal, el país en el que nació. Este documental, construido en base a un viaje que hizo hacia allí con sus hijas ahora adultas para intentar volver a subir la montaña, ocupa gran parte de su tiempo en contar su historia de vida: cómo esta chica inquieta y «salvaje» que no se conformaba con el rol asignado en su aldea natal se convirtió en una de las mujeres récord en una actividad tan riesgosa como es el alpinismo.

La película de la premiada realizadora de WASTE LAND (nominada al Oscar a mejor documental en 2011) utiliza algunos recursos de la ficción más que nada para hacer interactuar a la madre con sus hijos y representar algunas tensiones familiares en el marco de ese viaje que tuvo lugar en 2022. Pero luego de eso parte con dos de ellas a su aldea natal, con la intención de volver a subir esa montaña que la obsesiona desde que era niña, ya que creció al pie de ella pero sin los «permisos» familiares para subir, ya que era considerada una actividad exclusiva para hombres.

En el marco de ese viaje –y esos reencuentros familiares– lo que hará Walker será ir llevando a Lhakpa a contar su historia de vida, que empieza con una infancia complicada en la que no se le permitía ir a la escuela (al día de hoy no sabe leer ni escribir), con su negativa a cumplir con los roles asignados para las mujeres en su sociedad (dejó a su familia y se fue a Katmandu a trabajar), un embarazo no deseado y la decisión de hacer su propia vida, alejada de la cocina y los menesteres hogareños y cerca de la montaña.

MOUNTAIN QUEEN pondrá el acento en las historias que rodearon a sus diversas subidas al pico del Everest, todo lo que le costó financiarlas y físicamente soportarlas hasta llegar a la relación romántica que tuvo con un montañista rumano, George Dijmarescu, con el que se casó, se fue a vivir a los Estados Unidos y tuvo más hijas. Y allí comenzará otra historia que pondrá a la par sus logros deportivos y sus problemas personales ligados al alcoholismo y la violencia familiar de su problemático esposo, con el que vivió años y años de una muy tensa relación.

Más allá de lo forzado que por momentos resultan algunas reconstrucciones de escenas de discusiones familiares para las cámaras –una subtrama está ligada a una tensa relación que tiene con su segunda hija, que no viaja con el grupo–, LA REINA DE LA MONTAÑA avanza también gracias a la fuerza de sus imágenes, tanto las actuales capturadas con alta calidad digital en la montaña como las de archivo, que se destacan especialmente ya que hay mucho material filmado con Lhapka cuando era más joven y comenzaba, a principios de los 2000, a ascender una y otra vez el Everest.

Y el otro atractivo de la película es su protagonista, una mujer simpática, terca, intensa y con mucha energía, que no se detiene ante nadie ni baja los brazos jamás. Con su inglés trabado y muy personal, con su entusiasmo a flor de piel pese a una vida llena de circunstancias duras y difíciles, Lhakpa parece ser la persona perfecta para una época de reivindicación de figuras femeninas fuertes que no bajan los brazos ante nada ni nadie. Ni ante la montaña más grande y peligrosa de todas las que existen en el mundo.