Venecia 2024: crítica de «Israel Palestine on Swedish TV 1958-1989», de Goran Hugo Olsson (Fuera de concurso)

Venecia 2024: crítica de «Israel Palestine on Swedish TV 1958-1989», de Goran Hugo Olsson (Fuera de concurso)

por - cine, Críticas, Festivales
30 Ago, 2024 10:53 | Sin comentarios

Este documental está compuesto de informes periodísticos del archivo de la Televisión Sueca que muestra cómo se trató el conflicto a lo largo de cuatro décadas.

Hay una aclaración, al comienzo de este documental centrado en el conflicto entre Israel y Palestina a lo largo de varias décadas, que puede parecer un tanto obvio pero que a esta altura de las circunstancias es necesario. No se trata, dicen ahí, de un documental sobre el conflicto sino uno que recopila cómo el conflicto fue contado, en este caso por la TV pública sueca, que tenía el monopolio informativo televisivo en su país hasta 1989. Los hechos, por un lado. Los relatos que se construyen a partir de ellos, por otro. Es así que, gracias a una televisión pública como la SVT que ha cuidado bien sus archivos, el realizador de THE BLACK POWER MIXTAPE: 1967–1975 logra reconstruir cómo se presentó el tema a los espectadores suecos entre los años 1958 y 1989 en los que se cubrió, con periodistas propios, la situación en la región.

A lo largo de tres horas y media vemos un resumen de decenas de informes hechos a lo largo de las décadas, algunos muy seguidos entre sí –cuando hay situaciones más intensas que cubrir– y otros un tanto más espaciados y de color, generalmente anuales. Cada segmento tiene una ficha de archivo, leída por Pernilla August, y en la que queda claro el autor de cada informe periodístico. Y lo que vemos es un intento por hacer una presentación generalmente cauta, medida y mesurada de los violentos acontecimientos que azotaban y siguen azotando la región.

La historia es conocida y no es necesario retomarla paso a paso aquí. La lista de informes arranca contando los hechos previos a la creación del Estado de Israel, los conflictos ligados a su formación y la problemática relación entre los judíos y los árabes en general y, específicamente, los palestinos. Sin ningún comentario adicional a los que se dicen en los propios informes, el resumen incorporará las distintas guerras, los conflictos internos en cada país, las diferentes maneras de pensar y tratar de resolver el conflicto y los eventos más salientes de esas cuatro décadas: los pactos internacionales (Camp David, Oslo), la Guerra de los Seis Días, la Guerra de Yom Kippur, las guerras en el Líbano, las Intifadas y cómo en cada época fue cambiando, de un lado y del otro, la forma de analizar, plantear y tratar de resolver el conflicto.

Los segmentos –resumidos de más de cinco mil horas de materiales vistos por Olsson y su equipo– incluyen entrevistas o testimonios de las figuras centrales de las distintas épocas, de David Ben-Gurion a Yasser Arafat, de Golda Meir a Anwar el-Sadat, de Henry Kissinger a Moshe Dayan, pasando por presidentes, negociadores e intelectuales que discuten a partir de sus distintas posiciones sobre el tema. Lo que queda bastante claro, más allá de cómo cada segmento enfoca su material, es que los conflictos siguen siendo hoy más o menos los mismos que eran entonces, que la violencia y los ataques mutuos han sido pésimos para conseguir resultados y que los esfuerzos por encontrar alguna solución pacífica, lamentablemente, nunca terminan por llegar a buen puerto.

Algunos informes, especialmente los de la primera década, son bastante idealistas respecto al futuro de Israel como una nación próspera, cosmopolita y sin grandes conflictos con los vecinos, pero después de la Guerra de los Seis Días –que los segmentos presentan como el momento en el que Israel deja de ser vista como víctima para pasar a verse por muchos como victimario– el tono cambia y las miradas pasan a ser bastante más críticas, dando espacio incluso a muchos analistas israelíes criticando las decisiones políticas de su país en cada etapa. Al concluir a fines de los ’80 –hay un extra con los Acuerdos de Oslo, que fueron en 1993–, los informes no llegan a darle a los fundamentalismos religiosos el peso que luego tendrían.

Como lo hizo en sus otros films, el realizador Goran Hugo Olsson –que empezó a trabajar en este documental hace cuatro años, mucho antes de la nueva y durísima etapa del conflicto– trabaja más que nada a partir de cómo la información se construye y se organiza periodísticamente, algo que habla del punto de vista específico de los narradores y de las instituciones para las que trabajan, pero también de la «opinión pública» de cada momento histórico. Es un enorme documento histórico que, aún pasando bastante por arriba algunas aristas centrales de los diversos conflictos, deja en claro que han cambiado las caras y las tecnologías pero las ideas enfrentadas entre sí siguen siendo más o menos las mismas.