Estrenos online: crítica de «No te muevas» («Don’t Move»), de Adam Schindler y Brian Netto (Netflix)

Estrenos online: crítica de «No te muevas» («Don’t Move»), de Adam Schindler y Brian Netto (Netflix)

Un hombre secuestra a una mujer que estaba a punto de suicidarse y se inicia una tensa y violenta situación a partir de sus intentos por liberarse. En Netflix.

Por su título, NO TE MUEVAS parecería sumarse a la línea de películas de suspenso y terror recientes que imponen similares órdenes a sus protagonistas, como HUYE!, NO RESPIRES, PARPADEA DOS VECES, SONRIE o tantas otras que parecen indirectamente también hablarles a los espectadores. La película dirigida por Adam Schindler y Brian Netto no es exactamente una orden y ni siquiera es un film de terror. Es un ejercicio de estilo de suspenso puro y duro: breve, efectivo, de alto impacto y poca durabilidad. En 85 minutos de película que parecería desarrollarse casi en tiempo real, lo que los realizadores cuentan es una historia en la que el problema de la «movilidad» es central a su trama.

Todo empieza en un risco. Allí conocemos a Iris (Kelsey Asbille), quien se ha levantado de la cama y ha marchado allí, decidida. ¿A qué? Bueno, a estrellarse contra el fondo. En algún momento revelará los motivos traumáticos que la llevaron a tomar esa decisión, pero para eso falta. Mientras mira el vacío y está a medio segundo de lanzarse, escucha una voz casual que la llama de al lado. «¿Lindo día, verdad?«, le dice un hombre y la saca del trance suicida. El que habla es Richard (Finn Wittrock), un aparentemente alegre madrugador de esos que van a hacer ejercicio a los montes. El tipo la escucha, la saca de ahí y cuando uno podría suponer que estamos ante un alma noble y generosa, muestra su otro lado.

Lo que sigue se revela antes de los créditos, cuando aún no han pasado 15 minutos de la película, así que no cuenta como spoiler. Richard se pone agresivo, amenazante y uno empieza a sospechar que su acercamiento a Iris en el risco no ha sido algo puramente casual, que quizás tiene otras intenciones. Y pronto queda eso demostrado ya que el tipo bruscamente la inmoviliza y secuestra. No solo eso, sino que le aplica una inyección cuyas consecuencias le explica apenas la chica trata de huir. Lo que hizo fue inyectarle algún tipo de sustancia que la irá debilitando y paralizando físicamente hasta dejarla inmóvil por completo en poco tiempo. Y como están en el medio del bosque, nadie la escuchará gritar.

Y ese es el planteo simple, sencillo y directo de NO TE MUEVAS, un thriller acerca de una mujer secuestrada que quiere huir pero el cuerpo no le responde. Todo esto, claro, sucede en exteriores, lo que le da a la chica algunas opciones de movimiento, al menos mientras todavía algunas partes del cuerpo le funcionan, lo mismo que la posibilidad de encontrarse con algunas personas que al verla –aún estando medio catatónica y sin poder hablarles– puedan quizás ayudarla. O sientan que puede hacerlo, ya que Richard resulta ser un enemigo de temer y un tipo que logra disimular muy bien ante los demás que carga con una mujer que parece más drogada y alcoholizada que secuestrada.

Para eso los guionistas presentan una serie de situaciones que pasan de creíbles a cada vez más forzadas con el correr de los minutos, haciendo que la plausibilidad de la trama penda de un hilo. Pero manejan bien los resortes de la tensión por lo que durante un buen tiempo, aún admitiendo las convenientes casualidades que presenta la trama, uno se identifique y se ponga nervioso con la situación. Producida por Sam Raimi, quien quizás vio en los directores unas almas gemelas en eso de filmar thrillers violentos en parajes alejados de todo (más que nada en la época de UN PLAN SIMPLE y THE EVIL DEAD, antes de pasarse a los superhéroes), la película está narrada de modo conciso y preciso, algo que no abunda en el cine contemporáneo.

Hay algo inquietante en la idea de un thriller con un asesino serial que decide matar a suicidas. ¿Se defienden las víctimas ante una situación así? ¿O aprovechan y les dejan la tarea de matarlos a otro y listo? De un modo curioso, pero en estos términos creíbles, Iris se transforma en una luchadora y una superviviente cuando apenas unos minutos antes estaba a punto de lanzarse en picada desde un elevado risco montañoso. Pero no es lo mismo morirse como quiere que es sufriendo a manos de un perpetrador dañino. De hecho, lo que sucede es lo contrario: se aferra a la vida. Y es ese el recorrido que quiere contar la película.

Un thriller que en otras épocas llamaríamos de Clase B breve, de pocas acciones, muy pocos personajes y poquísimas palabras (cuando ella queda paralizada, que es durante buena parte de la película, no habla y solo actúa con los ojos), DON’T MOVE es una mezcla entre ejercicio de estilo y carta de presentación en sociedad de dos realizadores que quieren demostrar que conocen el paño, que saben lo que hacen y que, si se las ofrecen, pueden también dirigir cosas más grandes.