Estrenos online: crítica de «Canario negro» («Canary Black»), de Pierre Morel (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «Canario negro» («Canary Black»), de Pierre Morel (Amazon Prime Video)

Cuando a una agente de la CIA le secuestran a su marido debe trabajar como doble espía para tratar de recuperarlo en este thriller internacional protagonizado por Kate Beckinsale. En Amazon Prime Video.

Genérico al punto que podría haberse escrito, filmado y actuado por un equipo comandado por Inteligencia Artificial, CANARIO NEGRO puede ser vista de dos maneras: como un regular, repetitivo y hasta cierto punto intrascendente subproducto de la línea de films de acción y suspenso en los que agentes secretos lidian con los cambiantes poderes internacionales (y algún potente pen drive, sin los cuales no existirían ni la mitad de estas imitaciones terrenales de MISION: IMPOSIBLE) o bien como un angustiante adelanto y dolorosa conformación de que el cine que nos espera posiblemente sea todo así. Profesional, funcional, anodino.

En los papeles, es una más de tantas películas de espionaje y acción internacional, con Kate Beckinsale apareciendo en escena en Japón liquidando a unos cuantos pesados y recuperando un chip con información en un programa muy potente por el que todas las potencias, mafias y agencias parecen pelearse. Ella es Avery Graves, trabaja para la CIA en las llamadas black ops y cuando vuelve a su hogar vemos que está casada con el amable David (Rupert Friend), con el que se lleva muy bien.

Pero un día regresa a su casa, la encuentra destrozada y a su marido, desaparecido. Pronto lo avisan la novedad: lo han secuestrado y le ofrecen entregarlo a cambio de esa bendita info contenida en el pen drive que da el nombre a la película: lo que hay ahí se llama «Canary Black» y el mundo teme por sus efectos o quiere poseerlo para manipular a los demás. Es así que fuerzan a Avery a volverse doble agente. Esto es: traicionar a sus jefes, llevarse el McGuffin en cuestión y tratar de salvar a su marido. En lo posible, sin entregar «el coso».

Pero no es fácil ya que todos sospechan de sus actitudes. ¿Cambió de bando? ¿Patea para el otro equipo? Lo cierto es que pronto tiene que luchar contra propios y ajenos lo cual, más que nada, sirve para organizar escenas de acción (y muchos dobles de cuerpo) en locaciones exóticas como Singapur o por el Este de Europa. Y así, amigos, descubriendo alguna inesperada traición acá o una sorpresa por allá, avanza, se desarrolla y concluye CANARIO NEGRO.

Se trata de una película que termina dando a entender que, si funciona, tendremos más de una secuela de esta saga. Y en ella Beckinsale cumple en su rol protagónico, si bien resulta un tanto difícil de creer que pueda liquidar a media docena de fornidos croatas por sí sola, pero son las reglas del juego. A la actriz de UNDERWORLD la acompañan Ray Davidson como su jefe de la CIA; Ben Miles (cada vez más parecido a Terence Stamp) como otro superior en apariencia un tanto más comprometido, y Goran Kostic en plan «mafioso del Este de Europa» con acento y comportamiento ad hoc.

Si uno pone en una mezcladora con IA una decena de películas de este subgénero se podría topar con algo similar a CANARIO NEGRO. El francés Morel, conocido por algunas buenas películas que hizo con Liam Neeson (como BUSQUEDA IMPLACABLE) y posteriores como GUNMAN o MATAR O MORIR, aquí hace su trabajo como lo que finalmente es: un artesano de la industria, alguien que no tiene dotes ni sueños de convertirse en autor pero que trata de sacar adelante los encargos que le caen y que acepta. No lo hace mal ni tampoco demasiado bien. Y con la película pasa lo mismo. Uno la ve, no la disfruta pero tampoco la padece, y se la olvida cuando le pone el punto final a esta crítica.