Estrenos online: crítica de «Soy Martha Stewart» («Martha»), de R.J. Cutler (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Soy Martha Stewart» («Martha»), de R.J. Cutler (Netflix)

Este documental recorre la vida y la carrera de la célebre y controvertida empresaria y autora, famosa por su imperio dedicado al «estilo de vida». En Netflix.

No muy conocida fuera de los Estados Unidos –o, al menos, en América Latina–, Martha Stewart es una figura tan central a los últimos 40 años de la cultura de su país que el documental que narra su vida se llama, simplemente, MARTHA. Eso, que en Argentina al menos sería equiparable a llamar a un documental «Mirtha» o «Susana» (no haría falta más que eso para saber de quiénes se habla), también es una referencia a una mujer con algunas características similares a las de ellas. Si bien no se la puede clasificar como una conductora de televisión, quizás la mejor manera de definirla es una que no existía cuando ella empezó a hacerse famosa. «Es la influencer original», alguien la llama en el film. Y es bastante certera esa definición.

Es que Martha Stewart fue haciendo una carrera de una manera en la que hoy la podría hacer una influencer en Instagram, construyendo un imperio a partir de vender algo así como un estilo de vida. No había redes sociales cuando ella comenzó a hacerse famosa pero sí revistas, libros y televisión. Y lo que comenzó como un fenómeno pequeño y local en unos años pasó a transformarse en un imperio mediático para de allí caer y volverse a levantar más de una vez. SOY MARTHA STEWART recorre la carrera de este personaje icónico y bastante representativo de una generación de mujeres norteamericanas (la baby boomer generation) que lograron romper, en cierto modo, el llamado «techo de cristal» que existía en esa época de un modo mucho más fuerte que ahora.

Una mujer que hoy tiene 82 años, Stewart creció en New Jersey, consiguió trabajo como modelo publicitaria, luego en en la Bolsa, más tarde se casó con un empresario, se mudó a una casa con una granja en las afueras de Nueva York y de a poco se fue ganando un lugar en el mundo del catering. Sus viajes a Europa le habían abierto la puerta a algunos hábitos culturales y alimenticios del Viejo Continente y, al volver a su país, revolucionó las costumbres de muchas amas de casa con el simple hecho de preparar comida sin recurrir a productos enlatados o envasados. Una huerta, mucho trabajo, buenas conexiones, un cuidado del detalle y la decoración –algo así como un «chic casual»– y pronto la mujer se convirtió en una suerte de gurú de un estilo de vida novedoso para algunas tradiciones norteamericanas que permanecían de los años ’50.

La película contará su vida y su carrera, pero pondrá el eje principal en dos hechos troncales y en su para muchos problemática personalidad. Respecto a esto último, a Martha siempre se la consideró una mujer seca, fría, perfeccionista pero poco cálida y más preocupada por las apariencias que por algo más real, al menos en lo que se refiere a lo emocional. En la entrevista que Cutler le hace y que se va viendo a lo largo del film, ella reconoce ese costado suyo pero también considera –como muchas colegas que hablan– que se trata de la típica crítica que reciben las mujeres independientes y poderosas, que logran generar negocios por sí sola. De hecho, hasta Joan Didion escribió un texto celebratorio sobre ella cuando se la criticaba.

Los negocios son central en el documental. Como fuera de Estados Unidos no se conoce tanto su historia, no adelantaré mucho más. Solo diré que Stewart fue construyendo un imperio empresarial y mediático enorme en los años ’90 y que, por una circunstancia que al día de hoy sigue sin estar del todo aclarada, cayó en desgracia por un supuesta malversación económica. Al ser una persona famosísima (casi como Oprah Winfrey, aún sin ser fundamentalmente una conductora de TV), sus problemas se volvieron mediáticos, sus lados oscuros publicitados y todo lo que subió… en un momento cayó. Y estrepitosamente. Pero la historia no acabaría allí ya que durante las dos décadas siguientes su carrera siguió teniendo muchas, y muy curiosas, subidas y bajadas.

El documental del experimentado Cutler (que ya hizo films sobre Billie Eilish, Elton John y John Belushi, entre muchos otros) no le escapa al formato tradicional de este tipo de «historias de vida». Como diferencia formal llama la atención que, salvo el de Stewart, todos los demás testimonios aparezcan en off. Y, desde un lugar temático, sorprende un poco que la película se ocupe tanto de las zonas oscuras de su vida y de su «escándalo». A tal punto es así que la propia Stewart dijo que mucho no le gustaba el documental, si bien se hizo con su apoyo y consentimiento (pero supuestamente sin su corte final). Que no le guste el film a su protagonista, de todos modos, se parece más a una estrategia de marketing o un exceso de perfeccionismo de su parte, ya que a todas luces MARTHA es un documental bastante celebratorio. De esos que necesitan mostrar una caída para contar una historia de recuperación y, si se quiere, resurrección.

Pero más allá del interés o no que pueda generar el personaje, MARTHA es un interesante documental para meterse en un universo culturalmente relevante para los Estados Unidos pero que no siempre se lo analiza. No se trata de un personaje particularmente excesivo ni dramático. Salvo por sus líos económicos, se trata de una señora blanca, prolija y bastante anodina que se ha pasado la vida dando consejos de cocina, de cuidado del hogar, de preparación de eventos y lifestyle choices. Pero siempre ha tenido una enorme influencia en un segmento de la población que la ve como un personaje aspiracional, ya que representa todo aquello que una mujer blanca promedio de clase media de los Estados Unidos quería ser, al menos, unas décadas atrás. Para todos los demás –especialmente fuera de ese país– su encanto puede ser misterioso, pero su influencia es innegable. Solo hace falta abrir Instagram y mirar a miles y miles de imitadoras con sus recetas de cocina, sus cuidados jardines y sus consejos de vida para darse cuenta que hoy su brand se ha expandido al infinito.