Series: crítica de «Silo – Temporada 2», de Graham Yost (Apple TV+)

Series: crítica de «Silo – Temporada 2», de Graham Yost (Apple TV+)

La segunda temporada de la serie de ciencia ficción sigue las paralelas aventuras de una mujer que escapó del silo y de los que se quedaron luchando adentro. Con Rebecca Ferguson y Tim Robbins. Desde el 15 de noviembre por Apple TV+.

Si voy a un lugar y no saco una foto, ¿estuve en ese lugar?». La pregunta puede parecer tonta pero acaso no lo sea. Cada vez más, da la impresión que algo debe ser visto por otros, en redes sociales principalmente, para que «exista», para que sea de algún modo… real. Uno podría preguntarse lo mismo con muchas series de plataformas como Apple TV+: «Si nadie las ve, ¿existen?». En el caso de Apple la pregunta tiene dos respuestas. La primera y obvia es que sí, existen. La segunda, más complicada, es que además muchas de ellas están entre las mejores de la actualidad. Da la sensación, por momentos, que uno tuviera acceso privilegiado a un secreto que pocos comparten y que muchos creen que es falso. Uno puede hablar con gente acerca de lo extraordinarias que son series como SLOW HORSES, PACHINKO o FOR ALL MANKIND y se topará con algunos que suponen que uno acaba de inventarse esos títulos.

Es raro, más tomando en cuenta que Apple es la empresa más grande de todas las que se dedican, entre otras cosas, al streaming. Sí, más grande inclusive que Amazon. Pero, por motivos que no logro descifrar, no han logrado que Apple TV+ trascienda un limitado nicho. No propongo con esto que empiecen a hacer programas peores y más accesibles para lograrlo, sino que me encantaría que puedan llegar a más gente con estas propuestas. ¿Cómo? ¿Haciendo la plataforma gratuita para dueños de productos Apple y no tan solo por algunos meses? ¿Dando sus series tiempo después en otras plataformas? No lo sé, en realidad. Lo que sé es que ni con Messi yendo a jugar al fútbol a Estados Unidos parecen haber podido lograrlo: hoy se calcula que 25 millones de personas pagan la plataforma en todo el mundo (se duplica con las que la ven vía free trials) contra unos 200 millones de Prime Video y 300 de Netflix.

Todo esto viene a cuento de que si series como SILO estuvieran en algunas de las plataformas recién citadas (o en Disney+ y quizás en Max, que tienen 150 y 100 millones de suscriptores cada una), muchos más hablarían de ellas. Y de muchas de las otras, fabulosas, que hay en Apple. En su segunda temporada, el más serio y acaso mejor show de ciencia ficción de los últimos tiempos, vuelve a demostrar que está un nivel más arriba que la mayoría de los otros. Sí, quizás sea un tanto grave, oscuro y parsimonioso para los tiempos habituales del streaming, pero sin dudas es uno de los más reveladores para los espectadores pacientes y comprometidos en lo que se cuenta.

SPOILERS DE LA PRIMERA TEMPORADA Y DEL INICIO DE LA SEGUNDA. Al final de la temporada anterior (ver crítica aquí) se producía la revelación de que el Silo en el que diez mil personas habían sobrevivido a lo que parece haber sido el fin del planeta Tierra como un lugar habitable, no era único en el mundo. Al salir Juliette al exterior con un traje apto para soportar lo que sea que haya ahí afuera, la mujer sigue avanzando y un último plano nos permite ver que son muchos silos más los que lo rodean. De todos ellos, Juliette (Rebecca Ferguson) acaba llegando a uno, el 17, que está rodeado de cadáveres calcinados.

Al comenzar la nueva temporada se nos muestra que una rebelión allí de gente que creía que lo del mundo contaminado afuera era mentira, terminó con la vida de lo que parecen ser todos sus habitantes, quienes salieron y murieron a los pocos segundos. Y es en ese silo donde la mujer se mete. Es un silo igual al suyo en su forma, solo que está abandonado, vacío, en parte inundado y muy oscuro hace ya mucho tiempo. En paralelo, en el silo que ya conocemos (que revela ser el 18), la salida de Juliette y las dudas sobre su supervivencia afuera genera también una serie de movimientos rebeldes y críticos con el poder del líder Bernard Holland (Tim Robbins).

La Temporada 2 se moverá entre ambos espacios, muy distintos en tono y ritmo narrativo. Por un lado, Juliette circulará por el Silo 17 buscando reparar su traje, intentando alimentarse y entender cómo funciona todo allí. Rápidamente descubrirá que hay un sobreviviente, escondido detrás de una bóveda, con el que consigue comunicarse y luego conocer. Se hace llamar Solo (Steve Zahn) y es un personaje un tanto peculiar con el que va generando una relación solidaria pero a la vez incómoda. Gracias a él entenderá que los que salieron y murieron lo hicieron tras una situación similar a la suya, por lo que se propone volver al 18 y evitar que allá suceda una catástrofe si todos quieren salir. Esa trama de la serie se mantendrá con pocos personajes y se detendrá en el detalle de cada acción y conversación entre ambos.

Por otro lado, en el Silo 18 tendrá lugar una serie de más intensos y dramáticos acontecimientos mientras Bernard y sus esbirros de «Judicial» tratan de detener el creciente descontento de «los de abajo» (Mecánica) que, en este caso, son los que literalmente viven en los pisos más bajos y pobres de la edificación. A diferencia del otro silo, acá se verán una larga serie de incidentes entre una docena o más de personajes, incluyendo a Knox (Shane McRae) y Shirley (Remmie Milner), que lideran la revuelta junto a la veterana Martha Walker (Harriet Walter), entre otros. Sin entrar en detalles, lo que estará en el centro de la acción serán los intentos de frenar esa rebelión por parte de Bernard mientras los rebeldes tratarán de limpiar sus nombres (los acusan falsamente de un crimen) y, en paralelo, otros intentarán averiguar más acerca del funcionamiento del silo y de cómo era el «mundo antes» del que conocen.

A lo largo de diez episodios –mi único reparo a la serie es que podría ser un tanto más breve, que con ocho sería más que suficiente–, el creador Graham Yost exprimirá algunos de los libros de Hugh Howey en el que la serie se basa para armar un mundo de ciencia ficción creíble y realista. Si bien las tipologías y los personajes son más o menos clásicos dentro de la ciencia ficción, los detalles separan a SILO de otras historias similares. Es una mezcla de thriller, policial de investigación, trama política y, a la vez, mantiene la intriga central a toda la saga: ¿qué sucedió en el pasado para que exista ese mundo en el que no hay libros, la gente no sabe qué son los animales y las leyendas de mares, montañas y gente en el exterior les suenen a ellos como ciencia ficción?

Ferguson es, otra vez, el eje carismático del relato, la que se lleva literalmente puesta la acción. Lo suyo es más resolver problemas e inventar soluciones impensadas que hablar, algo que Zahn hace todo el tiempo (el pobre lleva años sin hablar con nadie, así que es hasta comprensible su verborragia). En el otro silo, en tanto, la serie quizás se sobreextiende en subtramas y personajes, pero termina encontrando en el conflictuado sheriff Paul (Chinaza Uche), en el curioso Lukas (Avi Nash) y en el siempre amenazante Robert (Common), además del núcleo de los rebeldes, los motores de un relato lleno de intrigas palaciegas, traiciones, dobles espías y en el que se demuestra cómo los poderosos arman «relatos» para mantener a sus súbditos obedientes o, peor, peleándose entre ellos.

SILO es una serie inteligente, muy cuidada desde lo formal, que no recurre casi nunca a grandes escenas de acción (no es este un show para los que unen ciencia ficción a gran espectáculo) sino que pone sus conflictos dentro de un modelo más cercano al de la novela negra, con crímenes y algunos enfrentamientos físicos, pero sin poner el eje en ese tipo de situaciones. Sin hablar nunca del tema directamente ni bajar línea sobre el estado de las cosas, es una serie sobre un futuro posible en el que líderes dictatoriales dejan de lado cualquier tipo de advertencia sobre los peligros de supervivencia del planeta y terminan creando un mundo bajo tierra a su medida y lleno de súbditos obedientes. Cualquier similitud con la realidad quizás no sea coincidencia…