Estrenos online: crítica de «Campamento con mamá», de Martino Zaidelis (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Campamento con mamá», de Martino Zaidelis (Netflix)

Una madre acompaña a su hijo a un campamento con sus compañeros de curso tratando de reconectar con él, pero los resultados no siempre son los deseados. Con Natalia Oreiro y Pablo Rago. En Netflix.

Una comedia familiar argentina, simple y medianamente efectiva, CAMPAMENTO CON MAMA tiene a favor un muy buen elenco encabezado por Natalia Oreiro, Pablo Rago, Dalia Gutmann y un grupo de muy talentosos chicos para narrar lo que pasa cuando una madre se ofrece a último momento para manejar el ómnibus que llevará a su hijo y a sus compañeros de curso de campamento por unos intensos días.

Una comedia infantil con algunas intrigas y pequeñas aventuras mezclada con el drama personal de una madre que no sabe cómo hacer para conectar con su hijo preadolescente que está harto de ella, la película del realizador de RE LOCA es, dentro de los parámetros de este tipo de películas familiares, bastante simpática y no cae en los principales vicios y problemas –el exceso de sentimentalismo, digamos– de este tipo de historias.

Patricia (Oreiro) es una empresaria de una compañía de transportes, la que maneja con mano de hierro. Pero así como le prestan atención en la oficina –tiene a todos corriendo, incluyendo a su hermana (Sofía Morandi)–, esa manera controladora y obsesiva de manejar todo no le da resultados en su casa, ya que su hijo Ramiro (Milo Lis) está cansado de cómo se mete permanentemente en su vida y ya ha decidido irse a vivir con su padre (Sebastián Arzeno), quien tiene otra pareja y está a punto de ser padre. Y ella le revisa el celular, se entera del plan pero no se lo dice a su hijo.

Cuando casualmente se presenta la posibilidad de llevar a los chicos al campamento –los choferes no pasaron la prueba de alcoholemia–, Patricia decide conducir el micro y luego quedarse con los chicos, tratando de reconectar con Milo, que no quiere saber nada con que ella esté allí. A la vez, está Diego (Pablo Rago), el maestro que va con el grupo, quien termina en medio de una suerte de «pelea» entre Patricia y Gisell (Dalia Gutmann), la un tanto densa madre de otra compañera, en la subtrama menos lograda del film.

CAMPAMENTO CON MAMA se manejará por carriles previsibles. Los intentos de Patricia por reconectar serán, en principio, todos fallidos, tensando aún más la relación que tiene con su hijo. A la par, Ramiro tendrá sus propias aventuras con sus compañeros (hay una suerte de casa embrujada que funciona como disparador narrativo y que es finalmente un tanto irrelevante) y, a partir de una serie de conflictos, Patricia irá tratando de encauzar la relación.

Con un número musical con videoclip incluido de Oreiro, CAMPAMENTO CON MAMA se organiza según coordenadas probadísimas en este subgénero de «aceptación mutua» familiar en el que las relaciones se tensan para luego recomponerse. Lo que permite que la película no se vuelva tediosa o repetitiva pasa por el carisma de Oreiro –una actriz que hace tolerable y simpática a una madre un tanto «pesada»– y de un grupo de chicos con salidas y diálogos que por momentos sorprenden y sacan al film de la rutina y la previsibilidad por la que parece caminar.