
Estrenos online: crítica de «This is the Tom Green Documentary», de Tom Green (Amazon Prime Video)
Este documental cuenta la historia de vida del comediante norteamericano que fue un pionero del humor viral y del streaming en los años ’90 y los 2000. En Amazon Prime Video.
Para los que consumíamos cultura pop en los años ’90 y los primeros 2000, el nombre de Tom Green resuena de un modo singular. Y así como resuena también llama la atención darse cuenta que hacía muchos años uno no escuchaba hablar de él. A su modo, este documental podría ser una especie de «¿qué fue de la vida de…?» solo que uno hecho –dirigido, protagonizado, musicalizado y muchas cosas más– por el propio Green. Si bien el tipo no desapareció por completo del mapa, en las últimas dos décadas se dedicó más que nada al stand up y a otras aventuras online (tipo podcast o streaming) que no siempre tienen mucha difusión por fuera de los Estados Unidos. Pero en una época fue tapa de todas las revistas y hasta una estrella taquillera en cine.
Ahora bien, muchos se preguntarán quién es Tom Green. A modo de resumen y contexto, vale contar que Green empezó en su natal Canadá, como tantas otros en los ’90, haciendo videos de skate y rap a lo Beastie Boys para luego pasar a tener programas en vivo de humor en la TV por cable local de Ottawa. De a poco fue creciendo hasta llegar a la masividad a través de MTV, luego al cine y hasta a las letras de canciones de estrellas del hip-hop. Pero lo principal pasa por el influyente estilo que patentó en la segunda mitad de los ’90: un humor salvaje, lleno de bromas pesadas, con gente real (incluyendo a sus padres, parte importante de su vida profesional también), mucho caos escénico y destrucciones varias, especialmente de su salud física. Fue un precursor de JACKASS y, en algún sentido, de muchos de los videos virales que a través de YouTube o TikTok hoy son moneda corriente en todo el mundo.

No es el único territorio en el que fue un adelantado. Toda la cultura DIY (Do It Yourself) que hoy existe en el universo del streaming y de los podcasts fue anticipada en buena medida por Green en sus creaciones, ya que el tipo transmitía en vivo o grababa videos en su propia casa cuando ese concepto no se había vuelto masivo ni se llamaba «streaming». Supo ver formatos que se volvieron populares antes que muchos pero, cuando el mundo que ayudó a crear se volvió algo así como el nuevo mainstream, él salió de los primeros planos. ¿Qué pasó ahí?
Este documental cuenta su propia historia con una cantidad de material descomunal –Green guardó todo lo que hizo en cajas y más cajas con videos–, a lo que le suma reuniones con ex compañeros de aventuras, entrevistas a varios amigos y sus ya clásicas charlas simpáticas con sus padres. Ahí aparecen sus programas de TV, las apariciones en importantes shows (con David Letterman, con Conan O’Brien, conduciendo Saturday Night Live), su breve pero llamativa carrera cinematográfica que incluye un par de clásicos de culto de la «nueva comedia americana» y algunas cuestiones ligadas a su vida personal, como asuntos de salud y relaciones sentimentales con personas muy famosas.
Si bien el documental termina siendo más tradicional y autocelebratorio de lo que parece en un principio –arranca de un modo inteligente, cuestionando la posibilidad de que un documental sea verdadero ya que las cámaras alteran el comportamiento de quienes están siendo filmados, pero luego abandona ese costado–, THIS IS THE TOM GREEN DOCUMENTARY es un buen recordatorio de que el tipo de humor de alto impacto y viralización que hoy es moneda corriente existía de una manera más creativa y caótica hace casi 30 años. Y que Green logró mezclar algo muy popular y hasta básico con momentos de genialidad surrealista.

Será para otra discusión entender si las consecuencias del tipo de humor viral que hacía Green fueron o no positivas. Hoy, la mayoría de las personas que continúan por esa senda lo hacen de modo torpe y sin tanto ingenio («Hoy perdió su impacto«, dijo en una entrevista reciente). Y la necesidad de Tom de hacerse famoso y popular haciendo cualquier cosa adelante de una cámara, hoy se refleja en personas que lo hacen de una manera más desesperada y narcisista, sin el vuelo ni el ingenio que Green le ponía. Pero la suya es una buena historia y, a juzgar por otros productos creados por él que están saliendo al mercado –y entrevistas mediáticas que tratan de probar que «He’s Back!»–, queda claro que está dispuesto a retomarla a una escala global.