
Berlinale 2025: crítica de «Bajo las banderas, el sol», de Juanjo Pereira (Panorama)
Con material de archivo, esta coproducción argentino-paraguaya analiza los 35 años de dictadura en Paraguay de Alfredo Stroessner.
Un cartel anuncia, al comenzar este documental que cuenta los 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, que ese gobierno destruyó la mayor parte del archivo fílmico del país, por lo que existen muy pocos registros de los años que van desde 1954 a 1989 en ese país. BAJO LAS BANDERAS, EL SOL es un intento por parte del realizador paraguayo en reconstruir esa historia a partir de imágenes recuperadas en el exterior, de informes periodísticos franceses, argentinos o de archivos estadounidenses, además de algunos pocos materiales promocionales del régimen que se encontraron.
Recordada por muchos en Argentina –no tan distinta, en lo esencial, a otros regímenes dictatoriales en el continente, más allá de su extensión–, la dictadura de Stroessner tuvo similares características a las de sus vecinos: azuzar el miedo al comunismo, mostrarse en defensa del «ciudadano común» protegiendo su seguridad y el concepto de familia tradicional, celebrar el orden provisto por las fuerzas militares, la conexión con otras dictaduras latinoamericanas (se muestran archivos del Plan Cóndor) y justificar cualquier tipo de quita de libertades a partir de esos conceptos que serían puestos en riesgo de otra manera. Cualquier parecido, no solo con las dictaduras de esa época sino con muchos gobiernos democráticos actuales, no es pura casualidad. Parece, más bien, un manual de estilo.
A lo largo de los años van apareciendo los quiebres, las fracturas, las críticas internacionales, los exiliados que hacen saber de las torturas y desapariciones, la tensa relación internacional –hay un viaje de Stroessner a Asia y a Europa que tiene sus inconvenientes, especialmente en Alemania– y otros secretos de una dictadura enquistada en el poder. La protección del nazi Josef Mengele y las torturas y desapariciones de sindicalistas son algunos de los temas que escandalizan al resto del mundo mientras, internamente, no parece encontrar oposición alguna. Hasta que, a fines de los ’80, finalmente Stroessner cae en un golpe militar, aunque no es del todo claro si realmente cae o se trata más bien de una maniobra política para perpetuar a su Partido Colorado en el poder.

Pereira utiliza esos archivos de una forma narrativa, yendo y viniendo en el tiempo con las imágenes pero intentando mantener una cierta cronología respecto a los hechos. Hay, sí, mucho más material e información de fines de los ’60 a la actualidad (un viaje a Estados Unidos en el que Stroessner se encuentra con un incómodo Lyndon B. Johnson) que de la primera década y algo de su gobierno, pero el recorrido es de todos modos claro. El film no intenta poner la situación en un contexto histórico –es poco lo que se habla del antes y del después de Stroessner–, salvo para ubicar al país con algunos materiales de archivo que tratan de explicar qué es y dónde se ubica Paraguay.
Por momentos, la reutilización de materiales de propaganda del régimen le dan al film una cierta similitud con películas como la rumana LA AUTOBIOGRAFIA DE NIKOLAE CEAUSESCU, pero pronto el film paraguayo incorporará materiales más directamente críticos de la dictadura –en especial, franceses– que lo acercan a un documental de investigación más clásico. No hay entrevistas realizadas actualmente ni voces en off que organicen la narración. Son las propias imágenes y lo que se muestra y se dice en ellas las que van contando la historia.
Algunas curiosidades se tocan de cerca con la historia argentina –hay una muy peculiar entrevista a Stroessner de la TV local en la que el general responde leyendo– y también se ve un curioso clip que habla de la «hermandad con el pueblo brasileño». Pero lo que queda resonando, más que cualquier otra cosa, es la confirmación de que hoy no estamos tan lejos de esos años, y que los gobiernos actuales de ultraderecha que se presentan como «nuevos» o «alternativos» no son otra cosa que una nueva versión de los más viejos, rancios y violentos gobiernos militares que dominaron América Latina durante buena parte del siglo XX. Uniformes más, uniformes menos, son la misma cosa.