Berlinale 2025: crítica de «Where the Night Stands Still» («Come la notte»), de Liryc Dela Cruz (Perspectives)

Berlinale 2025: crítica de «Where the Night Stands Still» («Come la notte»), de Liryc Dela Cruz (Perspectives)

por - cine, Críticas, Festivales
16 Feb, 2025 10:09 | Sin comentarios

Tres hermanos filipinos se reúnen en la casa que la mayor de ella ha heredado en Italia. En los días que pasan juntos surgen conflictos ligados a su historia y a su presente. En la competencia Perspectives.

Filmada en muy contrastado blanco y negro en una sola locación –un gran caserón con un campo–, esta película filipina podría ser considerada un relato de cámara ya que se ocupa de tan solo tres personajes que se reúnen en ese lugar, ubicado en plena campiña italiana. Primero vemos a Lillia (Tess Magallanes), la que vive ahí, ya que heredó la casa de la persona para la que trabajaba. Sus hermanos Rosa (Jenny Llanto Caringal) y Manny (Benjamin Vasquez Barcellano Jr.) vienen a visitarla y se reúnen con ella a comer en el patio de la casa. En la conversación, en apariencia sobre asuntos casuales, salen a la luz algunos temas ligados a la relación entre todos ellos y a la historia de la familia.

Así, con el correr pausado de los minutos –hay pocos acontecimientos por fuera de la serie de charlas, la mayoría de los cuales son caminatas individuales por la finca– van intensificando los conflictos de un modo un tanto esquivo pero que, claramente, van marcando distancias entre los visitantes y la dueña. La inmigración, la separación, la relación con los dueños de las casas en las que trabajan –los tres viven en Italia y se dedican más o menos a lo mismo– y las deudas o tirrias personales aparecen trastocándolo todo. Más aún que lo inicialmente imaginable.

Película filipina pequeña, discreta, sin grandes ambiciones y medianamente efectiva aunque sin lograr generar demasiado entusiasmo, COMME LA NOTTE seguramente no pasará a la historia como una de las películas importantes de ese país, pero sí plantea de una manera honesta y bastante descarnada el legado familiar, personal y psicológico del colonialismo en las mentes de sus víctimas, quienes muchas veces corporizan e internalizan esos conflictos y los transforman en propios.