Estrenos online: crítica de «Housekeeping for Begginers», de Goran Stolevski (Amazon Prime Video, Flow, Claro Video, Movistar TV)

Estrenos online: crítica de «Housekeeping for Begginers», de Goran Stolevski (Amazon Prime Video, Flow, Claro Video, Movistar TV)

Esta película que representó a Macedonia en los Oscars se centra en una extendida familia que debe rearmarse tras la muerte de uno de sus miembros. En Amazon Prime Video (con suscripción) y para alquilar en varias plataformas.

Presentada y premiada en el Festival de Venecia, HOUSEKEEPING FOR BEGINNERS es el tercer largo como realizador del macedonio Goran Stolevski tras las aplaudidas YOU WON’T BE ALONE y OF AN AGE. Distinta a ambas, su nueva película –que representó a Macedonia del Norte en los Oscars– es un particular, nervioso e intenso drama centrado en una muy peculiar familia ensamblada con personas muy distintas entre sí. Cálida y tensa a la vez, con una combinación balcánica-volcánica de emociones violentas y con algunos momentos divertidos, la película llama la atención por su singularidad temática, su curioso punto de vista y una puesta en escena que prioriza una casi porosa cercanía con los protagonistas.

Todo comienza como un tipo de película un tanto más convencional, pero pronto ese esquema se romperá. La muy seria Dita (Anamaria Marinca) y su más nerviosa novia Suada (Alina Serban) conviven juntas en una casa en Skopje –capital del país– que parece funcionar como un refugio grupal para personas LGBT+ que son bastante discriminadas allí. De una manera muy directa se introducen los principales conflictos: Suada tiene un cáncer terminal e intenta, con dificultad y previendo su muerte, que Dita se haga cargo de sus dos hijas de anteriores matrimonios: la conflictiva adolescente Vanesa (Mia Mustafa) y la más pequeña y muy simpática Mia (Dzada Selim). Pero no es nada fácil: a Dita no se le da «naturalmente» ser ese tipo de madre y es difícil convencerla. En el fondo, lo que Dita no acepta es la temprana muerte de su pareja.

Eso sucede, sin embargo, en la primera parte del film. Y marca lo que pasará luego. Para «adoptar» a las chicas, Dita necesita un marido. Y la única opción es Toni (Vladimir Tintor), un viejo amigo suyo que vive con ella y es gay. El tipo, hosco y de pocas palabras, tampoco tiene ganas de meterse en ese lío. Prefiere pasarse el día en la cama con Ali (Samson Selim), un chico de 19 años que un día llegó a la casa y se quedó. Por el hogar circulan otras tres chicas lesbianas haciendo la suya y el grupo se vuelve por momentos bastante caótico. Las persistentes discusiones y gritos incluyen un conflicto solapado del que no se habla demasiado: a diferencia de Dita, la mayor parte de sus huéspedes son romaníes (por «gitanos», no por «rumanos») y hay algunas fricciones ligadas a eso.

HOUSEKEEPING FOR BEGINNERS narra los caóticos intentos por crear una especie de ensamble familiar a partir de ese combo de personalidades, edades y culturas distintas. Dita se hace cargo de la tarea encomendada por su fallecida pareja, pero más por obligación hacia ella y para evitar problemas legales que por realmente desearlo. Y su relación con Vanesa, especialmente, se vuelve cada vez más complicada. Toni, por su parte, no ayuda mucho. A su manera, seca, agresiva y por momentos hasta violenta, solo cumple con el compromiso tomado. Quizás el más generoso y amable de todos sea Ali, el último en llegar a ese hogar y el que más intenta unirlos de una manera no tan brutal.

La película respeta la intensidad de los personajes desde la forma, con una cámara que se mueve todo el tiempo y que parece lanzarse sobre la cara de los protagonistas. Hay tantas disputas entre ellos –étnicas, raciales, generacionales, idiomáticas y varios etcéteras– que por momentos cuesta entender si hay todavía afecto y cariño entre los convivientes. Quizás se trate de un amor rudo y brusco, de esos que se manifiestan desde el fastidio y la agresión, pero lo cierto es que por momentos cuesta entender si realmente existen lazos afectivos entre todos, en especial con el huraño Toni.

De a poco, sin embargo, y a partir de algunas circunstancias complicadas –tener entre los protagonistas a una adolescente huérfana y conflictiva es un motor esperable para cualquier tipo de problemas– algunos mínimos parámetros empezarán a establecerse. HOUSEKEEPING… es el tipo de película directa en la que las personas se hacen cosas odiosas entre sí y poco después, sin disculpas ni arrepentimiento mediante, todo continua como si nada. Lo inteligente del film de Stolevski pasa en cierto punto por ahí: no intenta desarmar esa disfuncional estructura para crear una familia tradicional. Le alcanza con que no se lancen objetos por la cabeza. Y que al final del día, por el motivo que sea y con la forma que les convenga, vuelvan a elegirse.