Estrenos online: crítica de «iRehén» («iHostage»), de Bobby Boerman (Netflix)

Estrenos online: crítica de «iRehén» («iHostage»), de Bobby Boerman (Netflix)

por - cine, Críticas, Estrenos, Online, Streaming
18 Abr, 2025 03:10 | comentarios

Un hombre armado y cargado de explosivos entra al Apple Store de Amsterdam, toma rehenes y exige un suma millonaria en este thriller holandés basado en un caso real. Disponible en Netflix.

Viendo iREHEN uno puede notar cómo todas las películas de un género determinado se parecen entre sí más allá de su procedencia. Es que si uno le saca el idioma –acá hablan en holandés– y algunos detalles muy específicos, todo lo que pasa acá podría pasar en cualquier otra gran ciudad del mundo. Y lo mismo sucede con el formato: el thriller de rehenes, con sus personajes característicos, sus tensiones, nervios y sus giros narrativos más o menos esperables. Las diferencias están en los detalles, si se quiere, culturales. Y si bien la mayoría no son importantes, hay uno acá que llama la atención y que jamás se vería así al menos en un thriller norteamericano.

Pese a basarse en un caso real, lo que cuenta iHOSTAGE bien podría haber sido craneado por un guionista profesional. En 2022, un hombre entró armado al Apple Store del centro de Amsterdam e intentó tomar rehenes pidiendo muchísimo dinero a cambio. Y esa es la historia que el director de la serie THE GOLDEN HOUR: OPERACION JAULA recupera acá. El que conduce la acción es un tal Ilian (Admir Sehovic), un hombre búlgaro que ha llegado a Amsterdam por trabajo, se aloja en un hotelucho y va al Apple Store para comprar unos AirPods nuevos tras olvidarse los suyos en el tren.

Mientras Ilian compra sus auriculares, un hombre con uniforme tipo camuflaje (Soufiane Moussouli) entra al local, saca un arma automática y empieza a dar órdenes a los gritos. En el caos, gran parte de los clientes y empleados logran huir de la tienda mientras algunos pocos más se esconden en un sector para el personal del local. El que no logra salir es Ilian, que es capturado y tomado rehén por el claramente torpe y atribulado criminal. Al contactar con las autoridades el tipo pedirá un negociador, 200 millones de euros en criptomonedas y un auto para irse del lugar.

Lo que sigue es lo usual en estos casos. Además de ocuparse de la relación entre el captor y el rehén, la película seguirá las experiencias de varios de los encargados de la seguridad –la negociadora telefónica, el jefe del operativo, un responsable en el lugar de los hechos y otro montado sobre un auto, quien tendrá un rol importante– y la del pequeño grupo encerrado en esa apretada oficina a metros de los hechos, quienes sí logran mantener comunicación con el exterior.

Y el film transcurrirá en ese clima tenso, con la negociadora tratando de aflojar al responsable de la toma del negocio, con distintos intentos de romper la situación, con los nervios y ansiedades de los distintos participantes y así. Todo bastante bien narrado, pero no particularmente interesante, más que nada porque los personajes no logran serlo. En el único momento en el que la película toma un camino alejado de lo convencional es sobre el final, pero asumo que no muchos espectadores acompañarán o entenderán las decisiones tomadas aquí.

Nota: no hay SPOILERS aquí, pero hablaré sobre algo ligado al final. En un thriller similar de origen hollywoodense, la tensión y el suspenso crecerían hasta lo insoportable y el asunto se resolvería de un modo impactante, probablemente espectacular. Aquí, quizás por ser fieles al hecho real, las cosas no se manejan de ese modo. Y el eje de los últimos 15 minutos tendrá más que ver con las sensaciones, vivencias y emociones de los protagonistas del hecho y no tanto con el suspenso. La costumbre es ir por otro lado y muchos sentirán que al final le falta algo de potencia, pero mi impresión es que se trata de lo mejor de la película, ya que pone la atención en algo en lo que no se detienen la mayoría de los thrillers: en los nervios, la tensión y la angustia de haber atravesado una situación así. No convierte a iREHEN en una gran película, pero reconfigura y humaniza un poco la experiencia.