Series: crítica de «Indomable» («Untamed»), de Mark L. Smith y Elle Smith (Netflix)

Series: crítica de «Indomable» («Untamed»), de Mark L. Smith y Elle Smith (Netflix)

Una extraña y sospechosa muerte dentro del Parque Nacional Yosemite dispara una investigación de parte de un agente que tiene sus propios problemas que resolver. Con Eric Bana, Sam Neill y Rosemary DeWitt. Estreno de Netflix.

El Parque Nacional Yellowstone, ubicado en medio de California, tiene una extensión –asegura Kyle Turner, el protagonista de INDOMABLE— igual al estado de Rhode Island y es imposible controlar todo lo que pasa ahí adentro. Esa es, sin embargo, su tarea. Turner (el actor australiano Eric Bana, de MUNICH y HULK) es un agente del Servicio de Investigaciones de Parques Nacionales que funciona como una de las «policías» internas de ese territorio, en el que distintos grupos de seguridad trabajan. Turner no usa ese tamaño como excusa para no hacer nada sino para explicar lo inabordable que puede llegar a ser saber qué sucede en cada rincón de un territorio que es, iremos descubriendo, un universo en sí mismo. El mundo en el que se mueven los personajes.

La serie creada por Mark L. Smith, el guionista de EL RENACIDO y la reciente AMERICAN PRIMEVAL, junto a su hija Elle, nos pone directo en medio de la acción, quizás en la escena más espectacular y espeluznante que tiene toda la serie a lo largo de sus seis compactos episodios. Dos montañistas están subiendo, cableados y equipados al máximo, un monte llamado El Capitán. Mientras se esfuerzan por subir se topan súbitamente con que alguien cae desde las alturas y se los lleva puestos. Los tipos logran sobrevivir, pero la mujer que caía no. De hecho, pronto quedará claro que no murió por la caída sino por daños y heridas provocados antes. Lo que no se sabrá por un buen tiempo es quién es. Y por un buen tiempo más quienes, cómo y porqué la mataron.

Turner es el que capitanea la investigación. Malhumorado, seco y con cara de pocos amigos, es un tipo que anda por la zona a caballo (puede así meterse en rincones a los que los automóviles no llegan) y maltrata bastante a los otros encargados de seguridad. Como nadie quiere trabajar con él, la «encajan» a una novata, Naya Vasquez (Lily Santiago), recién llegada de la policía de Los Angeles, que hace esfuerzos por tolerar sus malos modales. Es evidente que Turner es buen investigador, un tracker de esos que observan detalles y conectan cosas que otros no ven (la serie nos deja saber, mediante breves flashbacks, que el tipo en general acierta), pero es un tipo que ha vivido una tragedia personal que lo ha dejado bastante maltrecho emocionalmente.

Turner trabaja a las órdenes del Park Ranger Paul Souter (el veterano Sam Neill), que lo conoce de toda la vida pero no logra sacarlo de su pozo depresivo. Su ex mujer, Jill (Rosemarie DeWitt), tolera como puede sus llamados alcoholizados de madrugada ya que tampoco parece estar del todo bien por la misma situación. En ese estado, Turner y Naya tratan de descubrir quién es la chica que murió y qué secretos se esconden detrás de ese accidente que huele a crimen. La muerte no es otra cosa que la excusa para ingresar en un mundo bastante salvaje que existe adentro de un parque en el que hay todo tipo de acciones, personajes y misterios, desde hippies a vendedores de drogas, de cultos religiosos a turistas pasados de rosca, de gente que desaparece o que se esconde hasta historias raras que se van contando y volviendo mitológicas con el paso del tiempo.

INDOMABLE intenta usar su caso central como eje narrativo/policial para hablar, fundamentalmente, de una serie de problemáticos lazos familiares. Kyle y Jill han sufrido una tragedia, Naya es víctima de violencia de género, la chica muerta tiene un pasado familiar por lo menos turbulento y hay otros personajes que irán apareciendo a lo largo de los seis episodios cuyas vidas están marcadas por ese tipo de complicadas historias. No es algo nuevo –el detective que usa la investigación de un caso policial para tratar de resolver con sus propios problemas es una marca registrada del género, del noir en adelante–, pero bien narrado puede ser efectivo.

La serie de «los Smith» no propone nada original ni novedoso, salvo el curioso espacio abierto de un parque nacional en el que suceden muchas cosas que no vemos al mismo tiempo. Pero tampoco las aprovecha del todo en términos cinematográficos. A diferencia de AMERICAN PRIMEVAL o de EL RENACIDO, la serie no toma casi nunca las formas del western. Prefiere meterse a fondo en la hoy muy usada trama postraumática para hacer que sus personajes atraviesen arcos más o menos conocidos de superación personal. Son los actores (Neill, DeWitt, Santiago y especialmente Bana) los que elevan el material. Y un guión que, pese a circular por el parque nacional por las rutas previsibles por las que van todos los autos, cada tanto encuentra un resquicio en el bosque para meterse «a caballo». Ahí, en esos momentos, la serie en sí se vuelve un poco más «indomable» y va más allá de su fórmula.