Estrenos: crítica de «Llámame por tu nombre», de Luca Guadagnino
La película nominada al Oscar del realizador italiano de “A Bigger Splash” vuelve a reunir a un elenco norteamericano en una región idílica de su país para contar la historia del romance entre un joven de 17 años y un alumno de su padre, bastante mayor que él. Armie Hammer y Timothee Chalamet son los protagonistas de este filme con destino de clásico.
Si bien transcurre en el norte de Italia en lugar del sur, donde sucedía su anterior A BIGGER SPLASH, las similitudes de trama y escenario son muchas. Aquí, como allí, la acción transcurre en una idílica casa campestre cuyos acomodados habitantes reciben la llegada de un visitante que trastoca todos los planes. Y también hay paseos en bicicleta, romances a las escondidas, piscinas y maravillosos escenarios naturales. También, claro, la por momentos ampulosa pero siempre muy voraz sensualidad de la cámara del realizador italiano, que no parece poder contener su impulso por filmar al ritmo intenso de sus protagonistas, solo que esta vez con la colaboración del fotógrafo de casi todo el cine de Apichatpong Weerasethakul, Sayombhu Mukdeeprom.
Pero hay también profundas diferencias. No sólo aquí la historia de amor es entre dos hombres sino que no hay una trama policial de por medio. Pero la principal diferencia es que allí todo era suspicacias, malos entendidos y fastidios entre los protagonistas mientras que aquí parece vivirse en un plácido paraíso sobre la Tierra donde la tentación tiene la forma literal de un durazno maduro y nadie parece tener malas intenciones.
Durante la primera hora del filme –que, como la novela en la que se basa, transcurre en 1983– asistimos al lento y un tanto temeroso acercamiento entre ambos. Elio es un joven brillante que habla perfecto francés, inglés y muy bien italiano, toca el piano y la guitarra, y tiene esos rostros que denotan inteligencia y picardía. Pero la figura de Oliver lo abruma. Se fascina con él y comienza a convertirse en su amigo, compinche y chaperón en paseos y aventuras. Es claro que el deseo está ahí, latente, pero por distintos motivos (Oliver, por estar invitado a trabajar en la casa de los padres de Elio, y él porque cree no estar a la altura de su objeto de deseo) no pasa de ahí. Además, Elio tiene una novia local (Marzia, encarnada por Esther Garrel, hija de Philippe y hermana de Louis) con la que tiene menos temores a la hora de avanzar sexualmente.
Pero promediando el filme –basado en la novela homónima de André Aciman, de 2007– la tensión sexual será tan grande que el contacto se volverá inevitable, por lo que de ahí en adelante seremos testigos de esta historia pasional a escondidas (innecesarias, finalmente, porque da la impresión que los padres lo saben y, liberales como son, no les molesta para nada) en la que de a poco se va perdiendo el miedo inicial para convertirse en un romance veraniego hecho y derecho. Y Guadagnino se dedica a describirlo, sensualmente pero de manera cuidada, casi como si estuviera filmando una performance de danza entre dos cuerpos inquietos que se rodean, bailan alrededor uno de otro y la pasan muy bien juntos.
Si hay dos cosas a destacar de la película en especial son, en principio, la actuación de Chalamet, un chico de 21 años (que actuó en HOMELAND e INTERESTELAR) que no solo habla varios idiomas y toca varios instrumentos sino que posee un carisma y una frescura de esas que se ven muy poco (digamos que es una versión mejorada de Louis Garrel), y que se convierte en el corazón palpitante de la película ante el un tanto más distante Hammer, que parece cincelado como las esculturas grecorromanas que estudia con el padre de Elio. La otra es la breve pero potente actuación de Michael Stuhlbarg como el profesor en cuestión, quien sobre el final, hablando con su hijo, tiene uno de los monólogos más hermosos y emotivos que he escuchado en mucho tiempo, y uno que no es para nada habitual en casos o situaciones como ésta.
La película tiene como coguionista al veterano James Ivory (de 89 años) y cuenta con dos canciones originales compuestas por Sufjan Stevens. Guadagnino –un cineasta admirado en Estados Unidos y un tanto maltratado en Italia, acaso por su pasado como publicitario célebre– está ahora terminando de rodar una remake de SUSPIRIA, de Darío Argento, película protagonizada por Tilda Swinton que seguramente dividirá opiniones entre esos mismos territorios. Si bien su siguiente filme tiene, en principio, poco que ver con éste, es claro que el hombre tiene el talento, el control de sus materiales y la audacia como para lanzarse con todas las armas a su disposición a lo que venga. Aquí la cámara vibra y baila con los personajes, quienes por momentos parecen saltar a través de jardines y cuartos, y deleitarse escuchando a Franco Battiato o, en una muy curiosa escena de danza, a Psychedelic Furs. Es el verano del ‘83, uno que ambos recordarán toda su vida más allá que el tiempo los lleve por distintos caminos. O no.
(Crítica publicada durante el Festival de Berlín 2017)
Buen análisis. Coincido respecto al carisma y frescura de Chalamet.
Saludos.
Sólo agregaría una cosa, que tal vez sea lo que menos me gustó: el film juega con la sensación de estar compartiendo el ocio de gente rica y culta (relacionando ambas cosas, además) en una casa envidiable.
Buen dato el de Esther Garrel, no lo sabía.
Orgasmo visualll!!
Tocayo (yo también me llamo Fernando) ¿Acaso está prohibido contar historias de la burguesía acomodada? ¿No es un tanto prejuiciosa tu mirada?
Te tiro un dato. No es mío, sino de un tweet de Axel Kustchevazky que amplió mi mirada. Crema no es sólo el «Jardín del Edén» de los Pearlman. Es un refugio. Como sugiere (muy bien) Axel, la peli es también sobre el exilio anglosajón del judío . Lo dice el propio Elio: somos»judíos en discreción».Ocurre que Oliver también lo es. No hay nada casual acá. Quizás el cliché sea que el judío tiene guita. Pero en ningún momento ni Ivory ni Guadagnino te lo tiran por la cabeza.
Los ricos también se enamoran, vale?
Saludos.
Fernando.
Perdón Diego, pero hay una boludez que me obsesiona y es lo parecido que encuentro el estribillo de «Love My Way» a «Getting Away with It». Nunca se habló de plagio. Quizás Richard Butler adore a Bernard Sumner y Neil Tennant (?) Es más famoso este último.
Mi humilde contribución en letterboxd https://letterboxd.com/moviegoergeek/film/call-me-by-your-name/
Amé!!
Y mi «prode» del Oscar hasta el momento:
1- CMBYN
2- Phantom Thread
3- La forma del agua
4- Get Out
5- The Post
6- Lady Bird
Y el resto bien abajo, por afano… Si hubiese cinco nominadas, pondría a la de Gerwig, pero a Spielberg como director.
No vi Darkest Hour, pero no creo que sea peor que Three Billboards (?)
Bueno, finalmente la vi en el CINE. Y me pasó lo que no me había pasado las otras dos veces: lloré como un marrano. Hace tiempo no me pasaba esto. La vi en el Village de Caballito (a propósito, un pedido para la solidaridad: podrás poner en twitter y arrobarlos para que no prendan las luces ni bien empiezan los créditos? Te lo pido por amor al cine!! A vos capaz que te dan bola (?))
Extraordinaria. El pendejo es un milagro. Verla en el cine me hizo notar más detalles de sus expresiones. Llevé a todos los amigos disponibles. Todos moqueando!. Pero la sala sólo estaba por la mitad. Tengo mucho miedo, Diego, de que pase desapercibida. No había entradas para La forma del agua ni Huye! Se están llevando todo el público. Y era la función de las 8.
Me gusta mucho La forma del agua, pero la maquinaria promocional que tiene es un robo al lado de CMBYN. Se nota hasta en la página de todaslascríticas, donde ya cargaron todas. Me da algo de pena por esta peli. La seguiré recomendndo por mis redes sociales. Es lo que hay…
Saludos y pedón por ser tan pesado.