Berlinale 2018: «Classical Period», de Ted Fendt y «Notes on an Appearance», de Ricky D’Ambrose

Berlinale 2018: «Classical Period», de Ted Fendt y «Notes on an Appearance», de Ricky D’Ambrose

por - cine, Críticas, Festivales
13 Mar, 2018 12:03 | Sin comentarios

Más allá de algunas diferencias formales, estas dos muy buenas películas del cine ultraindependiente norteamericano que se presentaron en la sección Forum de la Berlinale juegan con personajes cuya devoción por el conocimiento intelectual muchas veces los aleja de emociones como el amor o la amistad.

CLASSICAL PERIOD, de Ted Fendt

Los que, desde principios de año, vienen religiosamente leyendo y comentando en redes sociales «La Divina Comedia«, de Dante Alighieri, deberían reunirse fervorosamente a ver esta película que se exhibió en Berlín y que quizás pueda proyectarse en BAFICI. Es casi una misión, ya que buena parte de sus apenas 60 minutos de duración están dedicados a un grupo de estudio que debate, con lujo de detalles, uno de los Cantos del libro (si mal no entendí, ya que ver esta verborrágica película sin subtítulos ni en inglés no es lo más recomendable del mundo para los no somos angloparlantes originales), es el Canto V del Purgatorio).

Pero no es la única particularidad ni el único debate en la que los tres protagonistas se trenzan. Mostrando un mundo similar pero aún más insular que en su filme anterior, SHORT STAY, Fendt se centra en dos hombres y una mujer, intelectuales y obsesivos de la literatura, las artes y la arquitectura, encontrándose en distintos lugares y debatiendo cosas como la arquitectura de Philadelphia, los mártires católicos en la Inglaterra protestante del siglo XVI (en una escena que uno debería concluir parando la película para aplaudir el soliloquio de 8 minutos del protagonista) y la citada obra del Dante, entre otros temas.

Son personas solitarias que no parecen encontrar conexión fuera de esos debates y la que más parece sentir esa falta es ella, cuyo rostro triste deja entrever que espera algo más personal en sus relaciones con sus colegas, en especial con uno de ellos. Pero eso no sucede, ya que en el fondo todos quieren escuchar el sonido de su propia voz y dar a conocer sus ideas sobre lo que están leyendo u observando. Fendt filma en un formato fílmico (16mm, seguramente), en escenarios naturales (calles, bares, casas) y con un sonido directo que ayuda a darle credibilidad a la historia pero que por momentos dificulta su comprensión.

La película no vuelve patéticos ni ridiculiza a sus personajes, para nada. Hay una admiración de sus conocimientos, pero a la vez Fendt no puede dejar de dar a entender qué esa obsesión acaso oculte debilidades a la hora de relacionarsee con los otros. Y para los fans del Dante, de nuevo: la discusión que durante más de 10 minutos tienen en medio de la película no solo les habrá justificado el precio de la entrada sino que les permitirá abrir nuevas avenidas a la comprensión de su obra.

 

NOTES ON AN APPEARANCE, de Ricky D’Ambrose

Para los que no lo conocen, D’Ambrose no es un personaje de LOS SOPRANO ni un actor de BUENOS MUCHACHOS sino una de las voces más particulares y únicas en salir del ultra-independiente cine de Nueva York, de similar escuela a la de Ted Fendt, ambos amigos además de Matías Piñeiro, con cuyos filmes sus películas claramente dialogan. Como Fendt, D’Ambrose está también obsesionado por autores y teóricos, pero formalmente lleva más allá sus experimentos.

Su primer largo tras varios cortos refleja y combina influencias fuertes como la de ciertos cineastas franceses (trama rivettiana, actuaciones bressonianas, universo cercano al de Eugene Green) y otros héroes del viejo cine independiente norteamericano como Hal Hartley y Whit Stillman, sin dejar de lado marcas claramente inspiradas en la obra de Straub-Huillet. Sus personajes son también intelectuales, dos hombres y una mujer, pero aquí hay una leve trama policial que los une ya que David, uno de ellos, desaparece misteriosamente en Brooklyn.

Mientras investigan la obra de Steven Taubes, un filósofo anarquista que acaba de morir y que era considerado por muchos una amenaza a la sociedad por sus posturas promotoras de la violencia (el autor no existe, pero las páginas del New York Times y The New Yorker que hablan de su vida y obra están «falseadas» por el Departamento de Arte del filme de una manera tan creíble que uno asume que fue real), Todd busca a su amigo por la ciudad pero más que nada recorre galerías de arte, fiestas y presentaciones de libros en un Brooklyn que el director muestra solo con planos de mapas.

La búsqueda se vuelve secundaria al retrato. D’Ambrose no apuesta por el naturalismo como el de los personajes de Fendt, y tanto las actuaciones, como los cortes y la puesta en escena están más cerca de un formalismo llamémoslo «modernista», con abruptos cambios narrativos y situaciones narradas de una forma casi mecánica. Algo así como una película de Marín Rejtman donde los personajes parecen haber estado más tiempo del aconsejable yendo a clases de la FUC con Rafael Fillipelli. Sí, los fans del sector más «afrancesado» de esa universidad adorarán la película (ustedes saben quiénes son) y tendrán razón: D’Ambrose es casi un hermano de sangre estético de ese tipo de cine riguroso, formalista, intelectualmente refinado y emocionalmente distante. NOTES ON AN APPEARANCE es una opera prima excelente, poco más de 60 minutos que maravillarán, especialmente, a los que todavía creen que es posible inyectar una estética de vanguardia al cada vez más formalmente convencional cine independiente.