San Sebastián: «Barash», de Michal Vinik

San Sebastián: «Barash», de Michal Vinik

por - Críticas
03 Oct, 2015 11:31 | comentarios

El cine israelí ha demostrado, a lo largo de los últimos años, ser uno de los más creativos y originales del mundo. Más allá de los nombres más o menos reconocidos, hay una enorme cantidad de nuevos (y nuevas) cineastas que continuamente renuevan el panorama cinematográfico de ese país. No sé exactamente a que se […]

barash_fotoEl cine israelí ha demostrado, a lo largo de los últimos años, ser uno de los más creativos y originales del mundo. Más allá de los nombres más o menos reconocidos, hay una enorme cantidad de nuevos (y nuevas) cineastas que continuamente renuevan el panorama cinematográfico de ese país. No sé exactamente a que se debe y tampoco me queda clara una tendencia dentro de ese cine –hay películas más políticas, otras más íntimas y familiares, hay thrillers violentos, dramas oscurísimos y comedias absurdas–, pero lo cierto es que es una cinematografía activa y vibrante pese –o quizás en relación– a las complejidades del país en sí.

Películas como BARASH, de la realizadora Michal Vinik, renuevan esa «marca»: tal vez no sea la más sólida cinematográficamente o la más audaz en lo creativo, pero logra la difícil tarea de contar una historia íntima y personal y hacerla tener sus ecos con la situación complicada entre israelíes y árabes –y entre israelíes con diferentes posiciones políticas– sin casi subrayar nada al respecto, sino como parte del contexto en el que se vive cotidianamente.

barash1Barash es el apellido de la familia de la protagonista, Naama, una adolescente que vive en las afueras de Tel Aviv y que está bastante aburrida con su cotidiana vida, riéndose de vez en cuando con sus amigas en los actos patrióticos escolares (la película, en ese sentido, es bastante irreverente) pero sin encontrar las emociones fuertes que busca. Su familia se compone de su madre –que intenta ser comprensiva y amiga pero acaba por ser pesada–, su hermanito menor y su padre, un clásico israelí de cero modales, un poco torpe, bruto y racista pero no violento ni «peligroso» en un sentido clásico. Más bien, no tiene mucha idea de lo que pasa en su familia.

Y lo que pasa no es poco. La hermana mayor está en el servicio militar pero hace días que no aparece. Nadie se preocupa mucho porque no es la primera vez que sucede, pero con el correr de los días empiezan a buscarla tras sonsacarle a una amiga el dato de que está en pareja con un árabe. Esa subtrama es, curiosamente, la más densa en cuanto a lo político pero la más divertida en relación a las absurdas situaciones en que padres e hijos se meten buscándola en territorios con mayoría de población árabe.

barash_-_h_2015Pero el centro de la trama pasa por el enamoramiento/flashazo que Naama siente por una chica nueva que llega al colegio y con la que queda fascinada. Empieza a irse con ella por las noches a salir a Tel Aviv y terminan enganchadas romántica/sexualmente. El descubrimiento de la sexualidad de Naama a la par de la desaparición de su hermana –dos actos de clara rebeldía familiar y social– son los ejes del filme de Michal Vinik, que se acerca bastante a la modélica FUCKING AMAL a la hora de retratar la relación entre las dos chicas: la curiosa Naama y la aparentemente más experimentada y segura de sí misma Hershko. Esa similitud y una cierta estética clipera/publicitaria para mostrar la relación entre las dos chicas (en especial en las escenas de sexo y fiestas) le juegan un tanto en contra al filme, lo vuelve menos original y creativo de lo que podría ser.

De todos modos, como relato de iniciación, de paso de la adolescencia a la adultez de parte de la protagonista a través de las distintas situaciones que le toca vivir, BARASH es un muy buen coming of age, salido de una cinematografía que se ha especializado en contar historias de ese tipo, en la que los personajes pasan de vivir en su propia nube para tomar conciencia del complicado mundo que los rodea y marcar su posición. Sin cargar las tintas, Vinik logra eso en su primera película: una comedia dramática sobre sexo y política. O sobre política sexual, que es finalmente su centro y su eje.