TV: «The OA» (Temporada 1)
Esta extraña serie de Brit Marling y Zal Batmanglij, lanzada sorpresivamente a fin de año por Netflix, sigue una trama con elementos paranormales y místicos pero es, finalmente, una celebración de la magia de contar historias y de la posibilidad que la ficción tiene de ayudar a atravesar situaciones traumáticas. Dispar y con momentos fallidos, sin embargo se sostiene como una de las propuestas más originales de los últimos tiempos.
Es difícil analizar THE OA sin entrar en el terreno de los spoilers, pero trataré de hacerlo durante algunos párrafos y avisaré cuando llegué el momento de entrar en «zona de riesgo». THE OA no es una serie común en más de un sentido. Llega de manos de Brit Marling y Zal Batmanglij, quienes vienen del cine independiente norteamericano: él dirigió y ella protagonizó sus dos películas previas (SOUND OF MY VOICE y THE EAST), ambas presentadas en el Festival de Sundance. La serie fue creada por ambos y, como las películas, tiene a Brit de protagonista y a Zal de director de todos los episodios. Netflix la lanzó también de una forma inusual: de un día para el otro y sin ninguna campaña promocional previa, tratando de repetir el éxito de STRANGER THINGS, una serie con la que tiene algunos puntos de contacto.
A primera vista uno podría definir a THE OA como un drama con elementos sobrenaturales. Se centra en una chica que es llevada a su hogar tras un intento de suicidio. Ahí nos enteramos que estuvo siete años desaparecida, con la particularidad de que era ciega al desaparecer y ya no lo es cuando vuelve. Prairie (ese es su nombre, aunque prefiere que la llamen «the OA», ya se sabrá porqué) no quiere dar explicaciones a su familia –sus padres adoptivos– acerca de lo que pasó pero, extrañamente, va armando un grupo, que integran alumnos y una profesora de una escuela secundaria, al que reúne por las noches en un caserón abandonado para contarles su historia desde el principio, desde que nació. Y los «oyentes» que reúne tienen la particularidad de tener algún tipo de trauma, problema o conflicto difícil de solucionar en sus propias vidas.
Así funciona buena parte de la trama de esta primera temporada de la serie: con un pie en el presente y con otro en la narración que ella hace de su pasado. En el presente, vemos a cada uno de los intregrantes del grupo, incluyendo a la propia Prairie, manejar sus propios traumas y problemas (uno es violento, el otro tiene una madre alcohólica, otra es transgénero y así). Y en el pasado –que de a poco pasará a ocupar gran parte del tiempo de THE OA— Prairie cuenta su historia de vida, que arranca en Rusia, cuando era niña, veía y era hija de un empresario multimillonario al que perseguía la mafia. Ella será víctima de un accidente/atentado viajando en un autobus que cae a un río. La niña sobrevive pero pierde la vista y tiene lo que se llama una NDE («near death experience») que la va a convertir años después –ya viviendo en Estados Unidos–, en una presa buscada por un investigador de fenómenos paranormales. Este hombre será el que la secuestrará y usará como «conejillo de indias» en sus experimentos sobre el tema de «la vida después de la muerte» junto a otros tres jóvenes que atravesaron similares experiencias.
En THE OA, los espectadores funcionamos como los oyentes de la historia de Prairie. Como ellos, nos enteramos (visualizamos) de los años que vivió encerrada en un sótano, de la relación que estableció especialmente con uno de los otros cautivos (Homer), de sus intentos de fuga, de las distintas experiencias paranormales (encuentros en el Más Allá, ángeles, voces, premoniciones, etc) y de su enrarecida y tensa relación con su captor. Es un universo un tanto excesivo en cuanto a las imágenes y situaciones al borde de lo increíble y/o absurdo el que se nos cuenta (con danzas rituales, personajes que parecen escapados de fábulas terroríficas y así), pero es importante como espectador jamás perder de vista ese lugar narrativo que ocupa esa historia: es un cuento dentro de la serie.
Y acá, inevitablemente, hay que entrar en el terreno de los SPOILERS. Si uno logró no perder el interés en lo que se va contando a lo largo de los episodios –o la trama no se le volvió demasiado absurda y/o ridícula como para ser creíble– sobre el final de la temporada buena parte de esa historia se explica como pura invención. Prairie ha armado –en una mezcla de LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE con un libro de autoayuda– una especie de cuento sobre su pasado en el que poco o nada de lo que les/nos ha dicho puede haber sucedido. Da la sensación que la suya pudo haber sido una experiencia traumática mucho más convencional –un secuestro y encierro por años de tono más oscuro y desgarrador, y sin ángeles ni demonios literales– que la chica reconvirtió en una fábula un tanto excesiva de superación personal.
El logro de la serie –si es que uno llega intrigado hasta el final de la temporada, cosa que recomiendo hacer– es que, como espectadores, hayamos podido seguir con curiosidad la cada vez más bizarra evolución de los hechos narrados. El suyo es un triunfo de la ficción, del cuento por sí mismo, de uno que encima ni siquiera cierra todos los significados y posibilidades abiertas ya que algunas de las cosas contadas pueden ser igualmente veraces, o versiones disfrazadas de situaciones o personas que sí existieron. Marling y Batmanglij logran mentirnos a lo largo de buena parte de diez horas y que la serie asuma esa mentira como propia no se siente como trampa. Al contrario, justifica muchas de las escenas vistas previamente, obliga a repensarlas y a analizar a la ficción casi como forma terapéutica.
Pero la serie se topa con un problema inesperado sobre el final, cuando un ritual en el que Prairie viene trabajando con sus «oyentes» para, supuestamente, salvar al resto de sus compañeros aún cautivos se convierte en otra cosa, igualmente «milagrosa» pero en otro sentido. La utilización narrativa de un tipo de hecho tan trágico y repetido en la historia reciente de los Estados Unidos como son las masacres en escuelas secundarias es de bastante mal gusto, por no decir directamente irresponsable. La idea de que este «campus narrativo de superación personal» termine actuando en el mundo real evitando en buena medida una masacre de ese tipo está al borde de la más crasa y grosera explotación.
FIN DE SPOILERS
Habrá que ver cómo la serie continúa de aquí en adelante, tomando en cuenta los hechos rotundos y en apariencia definitivos del cierre de la temporada. Entiendo que, como muchos de los productos que lanza la televisión, THE OA tiene un cierre que puede funcionar como final-final si por algún motivo la serie no continúa, pero a la vez quedan muchas avenidas abiertas para seguir descubriendo los secretos de la historia, de las historias, contadas allí, aunque no sé muy bien cómo recuperarán la «inocencia» inicial. Se trata de una serie con problemas narrativos y personajes no del todo logrados (más en el tiempo presente que en el relato del pasado, curiosamente), pero a la vez es una apuesta a la ficción pura, casi metaficción, que nos sorprende a cada paso. Y eso, aún con los desajustes del caso, se agradece de la misma manera que un buen cuento de ángeles y demonios contado ante un fogón en una noche oscura.
NOTA: Los que quieran seguir comentando la serie abajo pueden hacerlo, si quieren, con SPOILERS. Los demás, están avisados!
Excelente la crítica, comparto bastante de lo escrito. Pero debo aclarar que a mí la serie me gustó mucho y, efectivamente, el final puede ser el que se eligió sin ningún problema, aunque, claro, quedan muchos cabos sueltos que pueden ser explotados en futuras temporadas. Me encantó la actriz, la dirección es buena y, efectivamente, hay personajes poco trabajados.
Hay links con la primera temporada de Mr Robot y con El viaje de Pi….puede ser?
La idea de que lo que viste es un relato, una construcción del protagonista. Sí, claro. En cada caso es diferente, pero a mí me fascinan esos relatos dentro de relatos, la idea del «narrador no confiable». Uno como espectador tiene que ser consciente que esos flashbacks que está viendo es lo que ella cuenta y no necesariamente lo que pasó, pero se tienden a asumir normalmente como verdaderos. Y luego, injustamente, se acusa a los guionistas o directores de engañanar o hacer trampa. Y no es así. De entrada te queda claro que ella puede estar contando cualquier cosa…
slds
d
Hola Diego, la verdad la serie ya me ha superado…Me viene resultando poco menos que insoportable, se que no es un analisis muy profundo el mío pero anoche viendo – SPOILERS- , ya no se en que episodio, a todos reunidos en la casa en construccion con esos movimientos me llenaron las pelotas y la deje… Tanto misterio y seguro que es una boludez, prefiero seguir viendo The People Vs. O.J. que aunque conozcamos el final es tremendamente entretenida.
Creo que lo volvere a agarrar, no se, casi estoy al final, pero me superó.
Solo una cosa me ha gustado mucho, Paz Vega (demasiado flaca, que les pasa a las gallegas que cuando se hacen internacionales pierden peso y tetas, volvé a comer, Maribel Verdú…) Vuelvo a Paz, tocando la guitarra en un bar de Cuba!!!!, y si no estoy muy errado estaba tocando Viva Jujuy. alguien lo puede corroborar…? Please…es un dato choto, ya lo se, pero me parece muy curioso. Un abrazo…
Hoy vi el primer episodio de Netflix¨s Lemony Snicket, muy bueno, otro acierto de la cadena y cuantos van…?
Paz Vega está muy desaprovechada, es un problema de la serie.
Te entiendo, por momentos es muy absurda, pero hay algo en el último episodio (si no leíste mis spoilers de la nota) que ayuda a justificar mucho de lo que se ve, aunque no todo. El problema es que para mi igual la cagan con la escena final…
Acabo de ver tu tweet sobre The Young Pope, solo has visto 2. si te parece bizarra todavía ni empezaste, Ya la vi toda hace dos semanas, es genial, a veces se te cae la mandíbula y a veces lo queres matar, Sorrentino puro y desbocado, ese fondo de pantalla del telefono con el Pipita…. Por favor cuando la veas completa hace un post y empezamos el debate, se va a poner leeendo….Esta vez la Iglesia ha estado muy inteligente y se ha quedado piola, para no darle mas prensa, parece que aprendieron con Dan Brown…
Ya llevo vistos 7 episodios y me sigue gustando mucho, más allá de ciertas «sorrentinadas» que se me hacen reiterativas a este punto después de haber visto todas sus películas. Pero el personaje de Law es fascinante y su línea política es tan tremenda como intrigante. Si la encontrás, te recomiendo ver THE CHILDHOOD OF A LEADER, una película del año pasado cuyo tema es muy similar: es la infancia de un chico dejado de lado por sus padres que se transforma en un lider fascista…
Leí mucho de Childhood en algunas revistas… La voy a buscar
Espero el post de Lenny …
The OA trajo a mi parecidas sensaciones con otra controvertida serie que es The Leftovers.Ambas son ese tipo de serie de relatos místicos poco verosímiles,pero que crean un universo con reglas propias y a nosotros cómo espectadores nos introduce en sus complejos personajes y sus sub- mundos. Luego de un gran primer capítulo, la serie empieza a dosificar la información que OA tiene para contarnos.Esa narración dudosa que su protagonista cuenta de manera meticulosa,detallada a sus discipulos y a nosotros ( atencion a partir de ahora SPOILER) no cobrará sentido hasta la última escena del último capítulo.Allí todo lo que vimos, lo que nos contó The OA se resignificará por un lado para sus personajes, pero para nosotros como espectadores nos plantea más dudas que certezas y es ese final ambiguo el que le deja el crédito abierto a mi modo de ver a la serie.Saludos
Estoy de acuerdo en que la serie es despareja y absurda por momentos y que también tiene no pocos hallazgos. Ahora creo que lo de (SPOILERS) que todo es una invención de Prairie es más una interpretación del crítico. Sólo algunos vagos indicios de lo que se muestra en la serie pueden hacer suponner (y de hecho «el grupo de los 5» así lo hace) que el relato de la protagonista es sólo ficción (sólo el detalle de los libros que encuentran), pero muchos otros elementos hacen pensar que es real. No me parece que ese sea un punto cerrado del todo por los creadores. Habrá que esperar para ver si hay una segunda temporada que aclare más las dudas o genere nuevas…
Un libro llamado Oligarcas, «La ilíada», de Homero, un libro sobre ángeles, otro sobre experiencias cercanas a la muerte. Digo, da a entender que Prairie estuvo inventando cosas. No digo todo, pero debe haber alterado lo que realmente pasó ahí para crear una trama diferente. Es cierto que es un poco confuso y contradictorio, ya que evidentemente tiene premoniciones y recuperó la vista, pero no termina de quedar claro.
De hecho, dudo que habiendo sido ciega toda la vida tenga la capacidad de leer tantos libros desde que regresó. Pero, quien sabe, tal vez en los años que estuvo encerrada y ya con la vista funcionando aprendió a leer…
Opino bastante parecido. Que es absurda, a veces al borde de causar muchas gracia por qué es muy absurda. Pero incluso eso está bueno. Como que miro y digo…nooo se fueron al carajo y me rio sola. Pero la Banco a full. Es creativa emocionante hermoso cómo está filmada, más que hermoso es una cámara que trabaja muy bien el misterio, iluminación impecable locaciones fabulosas, personajes nada estereotipados pero a la vez toma algo de los estereotipos de los marginales. Pero es cierto que sorprende y los hilos de la trama se van uniendo, no se arma cómo en lost nuevos elementos narrativos que se disuelven capítulo a capituló. Y la segunda temporada? Fabulosa, muy genial. Diego, escribí la crítica! Agregó que me encanto the leftovers. Al borde del derrape pero brillante.