Ciclos: Reencuentro con Jean-Pierre Melville
Hoy comienza en la Sala Lugones del Teatro San Martín un ciclo dedicado al gran cineasta francés, reconocido especialmente por sus películas policiales. Aquí, una crítica y especial recomendación de «El círculo rojo», una de sus películas más impactantes, protagonizada por Alain Delon, Gian María Volonté e Yves Montand.
El año pasado, en ocasión de la primera edición del Festival de Cine de Pingyao, China, para el que trabajo, organizamos una retrospectiva de la obra de Jean-Pierre Melville por el centenario de su nacimiento. La retro fue un gran éxito, especialmente tomando en cuenta que John Woo –el fanático número uno en Asia del maestro francés– estuvo allí presentando algunos títulos. Logré durante esos días volver un par de sus películas y descubrí una que no había visto llamada CUANDO LEAS ESTA CARTA, que es muy distinta a las más célebres suyas y muy recomendable, pero que no está en la retro que organiza desde hoy la Sala Lugones (ver info completa, aquí).
No hace falta agregar que todo lo que está en este ciclo es muy recomendable, pero quiero detenerme en una de sus películas, la extraordinaria EL CIRCULO ROJO, que volví a ver allí y que mejoró desde mis primeras y viejas impresiones de otras épocas en las que prefería películas suyas como EL SAMURAI o BOB LE FLAMBEUR. Protagonizada por Alain Delon, Gian María Volonté e Yves Montand, entre otros, es una historia que reúne a diversos personajes que terminan involucrándose en un sofisticado robo a una joyería.
Por un lado está Corey (Delon), que acaba de salir de prisión en Marsella y recibe el dato de esa joyería a robar en París. Tras meterse en algunos problemas con ex socios se va en auto a París. En paralelo, otro preso llamado Vogel (Volonté) es llevado en tren también de Marsella a París pero logra escaparse en medio del campo. El policía que lo llevaba, el Inspector Mattei, cerca el área para que no se escape, pero el tipo se esconde en el baúl del auto de Corey, que había parado a comer.
Tras un tenso encuentro, estos dos ladrones se deciden a trabajar juntos. Pero no es fácil ya que los policías persiguen a Vogel. Finalmente llegan a París, contratan a un especialista en armas (un alcohólico llamado Jansen, encarnado por Montand) y arman uno de los más intensos y mejor filmados robos de la historia del cine: un silencioso y meticuloso operativo que se extiende por 25 minutos. Luego, claro, vendrán las persecuciones, traiciones y consecuencias que no vamos a adelantar acá.
Si bien no es la primera, ni la última, película sobre ladrones cuyo punto culminante está marcado por un gran robo, a la pericia de Melville para filmar esa escena y otras –previas y posteriores– que tienen lugar entre los protagonistas hay que sumarle una enorme sabiduría para retratar el mundo del hampa, la soledad de los ladrones y de los policías que los persiguen, las trampas y traiciones inherentes a este tipo de universos y, en este caso, el sino trágico que rodea a algunos de sus personajes.
Rodada en color y en espacios tanto abiertos (los escenarios del viaje de Marsella a París) como cerrados (la joyería, la estación de policía, un club nocturno que será central al desarrollo de la trama), EL CIRCULO ROJO, de 1970, tiene todas las claves del cine previo del realizador al que hay que sumarle la maestría específica de la secuencia del robo, cuya meticulosidad y paciencia pondrán a prueba a los espectadores de hoy. Si bien es un filme largo de 140 minutos, que camina sin prisas pero sin pausas hacia su momento más intenso, Melville no da jamás respiro ya que cada elemento de la trama cuenta a la hora de la resolución. O resoluciones. Si a eso se le suma un elenco impecable (además del trío citado es notable el trabajo de Bourvil como el comisario Mattei) estamos hablando de un filme imperdible, un clásico del cine policial de todos los tiempos.
Nota: los que no han visto nada de Melville no deben dejar pasar tampoco EL SILENCIO DEL MAR, BOB, EL JUGADOR; UN CURA, MORIR MATANDO y EL EJERCITO DE LAS SOMBRAS. Bah, todo…