Ciclos: Encuentro con Lina Rodríguez (recomendaciones)

Ciclos: Encuentro con Lina Rodríguez (recomendaciones)

Del martes 25 al viernes 28 de septiembre, en la Sala Leopoldo Lugones, se llevará a cabo un Encuentro con Lina Rodríguez. El ciclo está integrado por dos largometrajes y dos cortos de la joven realizadora colombiano-canadiense, una de las voces más singulares del cine latinoamericano actual. Aquí, las críticas de sus dos largos: «Señoritas» y «Mañana a esta hora».

El Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina han organizado un Encuentro con Lina Rodríguez, que se llevará a cabo del martes 25 al viernes 28 de septiembre, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530). El ciclo está integrado por dos largometrajes y dos cortos de la joven realizadora colombiano-canadiense, una de las voces más singulares del cine latinoamericano actual, de un rigor y una sensibilidad fuera de lo común.

Aquí, las críticas de sus dos largometrajes.

SEÑORITAS (2013) Martes 25 y miércoles 26, a las 19

Una exploración en la vida de una joven mujer a través de un serie de escenas en las que la vemos con sus parejas, sus amigos, su madre o sola, la opera prima de Lina Rodríguez –realizadora colombiana residente en Canadá– muestra una inusual profundidad para detectar y meterse en los deseos, conflictos, sensaciones y vivencias cotidianas de su protagonista.

La narración no procede de modo convencional, pero no se trata del todo de un filme experimental. Los planos largos que muestran la cotidianeidad de la protagonista van armando levemente una peripecia narrativa clara, en la que habrá situaciones de tensión con sus ocasionales parejas, sus amigas y su madre, pero que no tendrán resoluciones convencionales. Planos secuencia, largas caminatas, diálogos en extremo realistas, Rodríguez sigue a la protagonista como una espía en su cotidianeidad: mientras se pinta, se cambia, se masturba, hace gimnasia, conversa con su madre, tiene sexo en un auto o simplemente camina por la ciudad.

Película urbana, actual, versión en extremo indie de esos mundos que vemos en series como GIRLS o en cierto cine independiente americano, SEÑORITAS es una película extraordinaria y sorprende, especialmente, en el marco de un cine como el colombiano en el que, salvo algunas excepciones suele en general mantenerse muy fiel, para bien o para mal, a las formas clásicas de la narración. SEÑORITAS las deconstruye, las subvierte, y llega así mucho más profundo al interior de sus personajes.

 

MAÑANA A ESTA HORA (2016) Martes 25, miércoles 26, jueves 27  y viernes 28, a las 21.30

manana-a-esta-horaLa realizadora colombiana radicada en Canadá vuelve a demostrar con ésta, su segunda película, que posee una de las miradas y poéticas cinematográficas más personales y distinguibles del cine no solo colombiano sino que de América Latina. Rodríguez no es tanto una narradora de historias sino una creadora de universos que se sienten reales, creíbles, vividos, ya que su especialidad es el detalle, el segundo a segundo, las formas en las que las emociones de los personajes se desarrollan y mutan casi en tiempo presente y continuo.

En este filme la narración se centra en una familia de Bogotá (padre, madre, hija adolescente) cuya convivencia es bastante disfuncional pero, a la vez, incluye momentos donde la conexión entre sus miembros resulta convincente cariñosa y tierna. A veces, todo al mismo tiempo. Pero algo sucede promediando el filme que modificará esa estructura de manera definitiva. Sin embargo, los procedimientos fílmicos de la directora de SEÑORITAS no se modifican demasiado: ella sigue apegada al momento a momento de sus personajes (en especial el de la chica, Adelaida) y logra ir mostrando de una manera mucho más realista y creíble que otros filmes que apuestan a apretar el acelerador dramático en este tipo de circunstancias lo que es la vida de una joven mujer enfrentada a circunstancias complicadas e inesperadas.

El de Rodríguez es un registro diferente al de buena parte de los nuevos realizadores colombianos ya que muchos de ellos hoy han adoptado los formatos (casi “fórmulas”) de narración festivalera, sumándole a eso la necesidad de hacer películas que hablen siempre de los temas más potentes y complicados de la historia colombiana, mientras que Rodríguez (como Franco Lolli, por ejemplo, otro colombiano radicado en el exterior) parece más centrada en las experiencias más específicas, generacionales pero a la vez universales de la vida de una familia de clase media. Y deja al espectador hacer su propio análisis y reflexión acerca de cómo eso se conecta con una experiencia, si se quiere, del orden nacional.