Series: reseña de «La serpiente de Essex – Episodios 1/3», de Clio Barnard y Anna Symon (Apple TV+)

Series: reseña de «La serpiente de Essex – Episodios 1/3», de Clio Barnard y Anna Symon (Apple TV+)

Esta miniserie británica basada en la novela homónima de Sarah Perry se centra en la relación entre una viuda y un cura en Essex, a fines del siglo XIX. Claire Danes y Tom Hiddleston protagonizan esta serie que estrena Apple TV el 13 de mayo.

A mitad de camino entre un elegante relato de época que pone en conflicto asuntos como la religión, la ciencia y la superstición y un tanto más convencional drama romántico entre una mujer viuda y el cura más sexy de Inglaterra en el siglo XIX (si fuera actual debería competir con el interpretado por Andrew Scott en FLEABAG), esta adaptación de la popular y premiada novela de Sarah Perry de 2016 luce increíblemente bien, tiene un dupla protagónica más que carismática pero no termina de decidirse por qué tipo de relato quiere ser.

La protagonista de esta historia que transcurre en 1893 es Cora (Claire Danes con un impecable, a mis oídos al menos, acento británico), una mujer de la clase alta londinense que enviuda apenas comienza el relato. Va quedando claro, gracias a una serie de breves flashbacks y posteriores revelaciones, que su marido era cruel y violento con ella, y que la viudez no le sienta del todo mal. Para renovar su vida y ponerse a investigar un tema que la apasiona que es la paleontología, decide primero vacacionar y luego mudarse a Essex junto a su dama de compañía y su retraído (aparentemente en el espectro autista) hijo, que empieza a sentirse mejor con el aire fresco de la costa.

Con lo que se encuentra allí, sin embargo, es bastante más complicado que lo previsto. En la zona todos creen en una mitológica criatura, la «serpiente de Essex», una suerte de dragón marino que viene asustando, llevándose barcos y matando gente en la región. El tema fascina a Cora desde la exploración científica pero para el pueblo es más problemático y perturbador. El que menos quiere saber del tema es el vicario del pueblo, Will Ransome (Tom Hiddleston con pelo largo siempre llevado de acá para allá por el viento marino), un hombre casado y con una hija que –tras la extraña muerte de una amiga– empieza a sentir la presencia de la criatura, alienando a sus compañeros de escuela y su atormentado profesor.

Es así que mientras intentan dilucidar si la criatura existe o si es una ficción popular, o discuten diferencias entre religión y superstición (¿las hay?), Cora y Will se van acercando. Y si leyeron alguna novela británica del siglo XIX, ya saben para dónde avanzan estas cosas. Además, ya saben, ella necesita revitalizarse y él –pese a estar casado con una amable y generosa mujer encarnada por Clémence Poésy– se engancha con la pasión y la inteligencia de esta mujer urbana, inteligente, que «tiene mundo».

La serie incluye además otros personajes que no tardarán en relacionarse entre sí. Luke Garrett (Frank Dillane), muy amigo y secretamente enamorado de Cora, es un cirujano experimental que desafía las convenciones en Londres y trata de probar operaciones a corazón abierto que no siempre salen bien. Cuando la extraña afección del monstruo marino se mete en la cabeza de la hija de Will, el hombre prueba con hipnotizarla y ver adonde eso lo lleva. Y a la vez está Martha (Hayley Squires), la acompañante de Cora, una mujer politizada (es socialista, en una época en la que pocas mujeres se enredaban en asuntos políticos), que pronto empezará a tener un interés en el arrogante pero encantador médico.

Visualmente, LA SERPIENTE DE ESSEX es sobrecogedora, con imágenes potentes de la rocosa, ventosa y a la vez pueblerina costa británica que da al Mar del Norte, unas dos horas al noreste de Londres. Barnard, la directora de los seis episodios de la serie, es una extraordinaria realizadora británica de films tales como THE ARBOR, THE SELFISH GIANT y ALI & AVA –todos ellos éxitos festivaleros; las últimas dos pasaron por la Quincena de Realizadores de Cannes– que se caracterizan por su realismo, pero también por cierto grado de experimentación y por trabajar a la vez con mitologías populares. La serie, de todos modos, muestra más su competencia y talento profesional que su creatividad más pura. Es indudablemente un producto refinado y de potentes imágenes, pero le falta ese personal vuelo que sí tienen sus películas.

Pero THE ESSEX SERPENT, pese a esos convencionalismos que coquetean con la novela romántica (contenida, pero palpable), tiene una indudable potencia y misterio ligado a esos choques entre los que buscan explicaciones racionales y científicas a ciertos hechos que parecen incomprensibles y los que optan por el lado de la mitología o la superstición. En este caso, de que alguna criatura de la época de los dinosaurios, por algún motivo, pueda seguir viva y acosando a los humanos en el siglo XIX. Y si lo que les interesa más es el drama romántico/intelectual entre sus carismáticos protagonistas, tener a Danes y a Hiddleston como sus «representantes» ayuda bastante a dejar pasar ciertos mecanismos trillados del romance prohibido y a disfrutar del asunto. El resto lo hacen el viento, las olas y el ruido del mar.