Estrenos online: crítica de «Bodas de plomo», de Jason Moore (Amazon Prime Video)
Esta mezcla de comedia romántica y relato de acción se centra en una frustrada boda en Bali que es interrumpida por asaltantes. Con Jennifer Lopez y Josh Duhamel. Estreno de Amazon Prime Video.
Buena parte de las clásicas «comedias de rematrimonio» de Hollywood tenían puntos de partida y situaciones similares a las de BODAS DE PLOMO. El asunto consiste, muchas veces, en poner a una pareja cuya relación está en problemas a vivir una serie de aventuras que los ponen en riesgo de muerte y que, al atravesarlas, les permite reconectar entre ellos y así revivir su romance. El formato se ha conservado desde AYUNO DE AMOR a MENTIRAS VERDADERAS, de LA PICARA PURITANA a, digamos, TWISTER, por nombrar solo a algunas. Esta película protagonizada por Jennifer Lopez y Josh Duhamel es una variación no del todo lograda de este esquema, una comedia romántica de acción y aventuras que no termina siendo del todo una cosa ni la otra.
Darcy (Lopez) y Tom (Duhamel) invitan a las familias de ambos a un casamiento en un resort ubicado en Bali. Allí aparecen algunos problemas ya que hay tensiones por todos lados. El lado más tranquilo pasa por los padres de Tom –la gran Jennifer Coolidge y Steve Coulter–, que son más que nada un tanto bizarros y viven en su propio planeta. La familia de Darcy es más complicada ya que su madre (Sonia Braga) y su ex marido (Cheech Marin) no se toleran y él se aparece con su nueva pareja, una profesora de yoga (D’Arcy Carden, excelente pero acá desperdiciada actriz de THE GOOD PLACE). Este conflictivo grupo –hay varios invitados más, pero participan poco y nada– lo completa Sean (Lenny Kravitz), la muy carismática ex pareja de Darcy, a quien el padre de la novia sigue prefiriendo en lugar del nuevo.
Todo se complica por dos lados a la vez. El mismo día de la boda Darcy empieza a tener dudas, a admitir que no quería ese tipo de boda y que la hizo para no incomodar a Tom. Crecen las recriminaciones y todo está a punto de cancelarse cuando se enteran que, en su ausencia, el resto de los invitados fue tomado de rehén por un grupo de «piratas» en busca de dinero. Es así que la pareja en conflicto debe arreglárselas para ponerse de acuerdo entre sí, salvarse de los «villanos» y, en el camino, rescatar a todos sus familiares atrapados en el lugar.
El formato es conocido y los pasos salen casi de memoria. El problema aquí es que las situaciones son excesivamente forzadas, los diálogos y bromas demasiado mediocres y la química entre los protagonistas apenas tolerable. BODAS DE PLOMO va perdiendo interés con el correr de los minutos ya que, cuando comienza la acción, se nota demasiado la impericia de la puesta en escena (el director de PITCH PERFECT tendrá alguna habilidad para la comedia pero es nulo su talento para el cine de aventuras) y la poca tensión e intensidad que despiertan, aún cuando están claramente viradas a la comedia. Son momentos sueltos y breves apariciones (de Coolidge, más que nada) las que sacan a la película de la medianía.
Hablando de Coolidge, BODAS DE PLOMO tiene varios puntos de contacto con THE WHITE LOTUS, la serie que ella protagoniza. Y, en cierto modo, también con la nominada al Oscar TRIANGLE OF SADNESS. La diferencia aquí, salvo por algún giro sorpresivo de guión, es que estamos ante un más convencional planteo de «villanos tercermundistas» enfrentándose a héroes estadounidenses y millonarios. La sátira social no está presente ya que el eje no pasa por ahí sino, como escribí al iniciar esta crítica, en actualizar el formato de las comedias de la época de oro de Hollywood. Moore no lo logra, evidentemente, pero se le valora igualmente el esfuerzo y el respeto por una de las mejores tradiciones del cine estadounidense.