Berlinale 2023: crítica de «In Water», de Hong Sangsoo (Encounters)

Las fotos que acompañan esta crítica no engañan, no están mal sacadas, no quiere decir que el realizador coreano haya hecho una película en VHS (aunque podría) sino que, como uno de los nuevos desafíos formales y temáticos que son casi parte de su historia como cineasta, Hong ha decidido filmar una película fuera de foco. Sí, así como lo leen. Hay una explicación para eso, pero no sé si llega a ser del todo convincente. Es una singular decisión (¿afectación quizás?) que le da y la quita cosas a IN WATER, su nueva y modesta película de 61 minutos y cuatro personajes. Bah, tres y un borroso cameo estelar.

No traten de limpiar sus anteojos al comenzar la película ni piensen que necesitan ver a un oculista. Hong ha decidido filmar este cuento acerca de un actor convertido en novato director de cine, un camarógrafo claramente amateur y una joven pero ya reconocida actriz desenfocando todas y cada una de las escenas, salvo una: la segunda, la que tiene lugar en el interior de una pequeña casa que alquilan para el rodaje. Esa sí está en foco, como para que no le queden dudas al espectador que no tiene que salir corriendo a maltratar al proyectorista. Si esa escena no lo deja claro están los subtítulos que, por suerte, sí están en foco.

La elección es un poco molesta e irritante, por momentos, y conspira contra el drama que se va armando entre los tres protagonistas cuyos rostros terminan siendo un tanto indescifrables. Pero a la vez el formato otorga imágenes de pictórica belleza al film, cercanas a un cuadro impresionista, algo que disfraza también el formato digital con el que se hizo. Al filmar de este modo, Hong transforma un problema en una idea, una limitación en una estética. La otra explicación es más simple: es, después de todo, una película sobre un par de cineastas amateur que no tienen mucha idea de cómo se maneja una cámara.

La trama es puro Hong. El director, el camarógrafo y la actriz se van a la isla Jeju con la idea de filmar un corto pero sin un guión terminado. En el interín surgen celos, incomodidades y problemas entre los tres. El director (Shin Seokho) empieza a mirar con cierto recelo la relación que se establece entre el camarógrafo (Ha Seongguk) y la actriz (Kim Seungyun), que es amiga suya pero ahora parece más pendiente de lo que hace y dice su amigo. Da la sensación, viéndolos, que hay una creciente tensión entre ellos que nunca se verbaliza del todo. Y que el director atraviesa un momento de crisis en su vida.

Entre comidas y bebidas, caminatas por la playa, charlas, búsqueda de locaciones, una conversación con una mujer que junta basura que la gente tira en la playa (un cameo de Kim Min Hee, socia, pareja, coproductora y cantante de una canción que se escucha en el film) y lo que parece haber sido una pesadilla nocturna de la actriz, IN WATER va construyéndose a sí misma como película.

Dicho de otro modo: la primera parte va conformando el guión de algunas escenas que los protagonistas filmarán en la segunda. Se trata de un modo que el propio Hong suele usar en su cine, escribiendo las películas a veces el día anterior o el mismo día en el que las va a filmar a partir de experiencias y situaciones vividas en el momento. De alguna manera, los realizadores de la ficción aquí funcionan como lo hace él en la vida real. Pero no siempre ni en todos los casos. Y algunos llamativos planos sobre el final mostrarán otras cosas.

Tengo la sensación de que IN WATER es un ejercicio de estilo, aún más que otras películas de Hong, y que quedará como algo relativamente menor en su filmografía, un ensayo formal, un juego entre amigos seguramente hecho (casi todos los créditos son suyos) en muy pocos días con un equipo no mucho mayor al que vemos en la ficción. De todos modos, la rara decisión pictórica de filmar fuera de foco le da una cierta originalidad que algunos verán como afectación y otros como un simpático desafío.

En lo temático, hay algo aquí que la acerca a las viejas películas de Hong con protagonistas masculinos jóvenes, dedicados al cine, que parecen disputarse la atención de una mujer. Si bien Hong ya no opta por los jóvenes atrevidos, pasados de rosca (¿tóxicos?) y agresivos de entonces –los dos hombres aquí son amables y gentiles, al menos en apariencia–, IN WATER funciona como una versión impresionista de aquellas películas, narradas por un director que tiene ya una cierta edad, problemas de vista y parece recordar ciertas épocas de ese modo difuso en el que todo se guarda en la memoria. Como una vieja foto que empieza a perder nitidez.