Estrenos online: crítica de «La madre», de Niki Caro (Netflix)
Jennifer López encarna a una ex militar embarazada que, tras denunciar a peligrosos traficantes de drogas, empieza a ser perseguida por ellos. Estreno del viernes 12 en Netflix.
Si uno acepta que la protagonista de este thriller esté siempre bien vestida y maquillada en medio de escenas de acción que la tienen corriendo, saltando y peleando por las calles de Cuba, Cincinnati o Alaska, y si uno entiende además que esa apertura de criterio es necesaria para entrar en el viejo mundo del star system, quizás logre pasarla bien y hasta disfrutar con LA MADRE, un relato de acción y suspenso de la vieja guardia basado en el concepto patentado por Liam Nesson y cientos de preocupados progenitores cinematográficos: «¡Con mi hija, no!»
Jennifer Lopez hace acá de Jennifer López en versión dura ex militar metida en un problema serio por ponerse a trabajar para dos peligrosos traficantes de armas al volver de Oriente Medio. Queda muy claro que los tipos son peligrosos porque apenas comienza la película y ella es una testigo para el FBI que los denunciará, uno de ellos aparece (Joseph Fiennes), liquida a casi todos los agentes que la custodian e interrogan y la lastima duramente. Ella consigue salvar a uno, escapar después de quemar vivo a su atacante (bueno, eso cree) y ahí nos damos cuenta que hizo todo eso estando casi a punto de parir.
La mujer, a la que nunca se llama por su nombre, da luz a una beba pero las autoridades la retienen ya que sería un peligro para la niña estar con ella. A regañadientes, JLo acepta darla en adopción pero negocia con William Cruise (Omari Hardwick), el agente al que ella salvó en la escena anterior, para que él le envíe fotos de la niña una vez por año. Así, decide ocultarse en Alaska y, de ser posible, pasar el resto de su vida allá, oculta entre lobos salvajes y ciervos de los que alimentarse, lejos de los malvados traficantes.
Pero doce años después de su retiro no necesariamente espiritual (no hay mucha info de qué hizo en esos años más que dispararle a animales salvajes) es puesta nuevamente en acción cuando Cruise (no Tom, este otro Cruise) le avisa que los criminales que la buscan a ella descubrieron dónde está la niña y la están siguiendo. Ella irá, la verá de lejos, pero no podrá evitar que sea secuestrada por una banda típica de matones latinos en medio de una plaza pública.
Y a partir de ahí se iniciará una cacería que la llevará a Cuba (donde hay una serie de intensas escenas de acción, persecución y enfrentamientos) y, luego, de regreso a Estados Unidos, recuperando y volviendo a perder a la ahora preadolescente y un tanto caprichosa chica, a la que no me gusta que la saquen de su vida y rutina por más que tenga a cien asesinos a sueldo persiguiéndola. La chica, además, sospecha que JLo es su madre, pero ella se hace la tonta.
La trama es lineal y, salvo por algún giro inesperado, totalmente previsible. Lo que la salva de ser una pérdida de tiempo es que su directora, la neozelandesa Niki Caro (THE WHALE RIDER, MULAN), tiene idea de cómo armar escenas dramáticas relativamente convincentes y otras de acción que no desentonan. Y JLo es una presencia magnética, una diva que puede resultar curiosamente creíble convertida en una mezcla de madre coraje y máquina de matar de diseño. Una muestra más de que las estrellas pueden salirse con la suya mucho más que el común de los mortales.
Por la película pasará Gael García Bernal pero es un rol secundario llamativamente pequeño, Edie Falco –que así como llega, desaparece– y Paul Raci, como un contacto de «la madre» con el mundo durante su estadía en Alaska. Ah, y lobas feroces que defienden a sus crías y son capaces de cualquier cosa para salvarlas de los peligros humanos. Digo, por si no se entiende la metáfora. JLo dará todo por su hija. Casi tanto como por no arruinar su peinado y maquillaje.
No me la creí,
Ni por equivocación, ni porque no encuentre algo más que ver, perdería mi tiempo con una película de esta «latina» que no habla español y es tan humilde que se expresa muy mal de artistas de verdad.
Hay que darle un poco de credito que esta mucho mejot porquería que realizo antes de est