Estrenos online: crítica de «Proyecto extracción» («Hidden Strike»), de Scott Waugh (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Proyecto extracción» («Hidden Strike»), de Scott Waugh (Netflix)

Jackie Chan y John Cena protagonizan esta película de acción con elementos de comedia que transcurre en Medio Oriente y que fue filmada en 2018. Estreno de Netflix.

Si uno se topa con este título en Netflix le sorprenderá que se lo considere un estreno y, a la vez, figure 2021 como su año de origen. Es cierto que la plataforma «estrena» películas allí que han pasado por los cines tiempo antes, pero este no es uno de esos casos ya que el film –al menos en Occidente– no tuvo un lanzamiento comercial previo. La historia se empieza a desenredar cuando uno se entera que la ahora llamada, en inglés, HIDDEN STRIKE se filmó en 2018, tuvo muchos otros títulos antes, y quedó «encajonada» hasta ahora. Los motivos de la demora son varios y uno de ellos le agrega otra curiosidad. El inicial, obviamente, el COVID-19. Pero el posterior y principal fueron unas declaraciones de John Cena hablando de Taiwan que enfurecieron a las autoridades chinas.

Encajonada desde entonces, PROYECTO EXTRACCION aparece en Netflix que, no por casualidad, no está disponible en China. No se nota demasiado el tiempo que pasó ya que, convengamos, se trata de una película de acción bélica con enemigos políticamente poco claros y, en lo fundamental, porque es una ensalada de efectos especiales dentro de la cual una docena de actores circulan. De todas las películas armadas con fondos digitales, acaso esta sea una de las que más se nota que casi todo lo que vemos alrededor son imágenes proyectadas sobre alguna pantalla verde.

Es que el cine de acción chino –la película, lo verán al inicio, tiene una decena de inversores de ese país– tiende a disimular menos que el estadounidense su falta de realismo. Cualquiera que haya visto cine de género de ese país lo sabe: cámaras lentas constantes, gente que vuela, situaciones alejadas de cualquier tipo de concepto de «realidad». En el contexto de esta película, que supone estar levemente más conectada con algo real como la falta de agua en ciertas regiones, ese show de efectos no termina de cuajar, si bien entrega un par de escenas e imágenes curiosamente bellas.

La historia es lo de menos y, por suerte, HIDDEN STRIKE es –o quedó– corta. Dirigida por Scott Waugh (de la inminente y también demorada LOS INDESTRUCTIBLES 4), la película cuenta en paralelo dos subtramas que se irán uniendo. Por un lado está Luo Feng (el gran Jackie Chan), al mando de un comando militar que debe atravesar un desierto –la llamada Autopista de la Muerte o algo así– para rescatar a los empleados chinos de una refinería de petróleo que está siendo atacada por una banda criminal liderada por el actor danés Pilou Asbæk (A WAR, BORGEN, GAME OF THRONES).

A la vez, uno de los miembros de esa banda le solicita ayuda a su hermano Chris, interpretado por John Cena (antes de que su fama creciera gracias a las últimas RAPIDOS Y FURIOSOS y su personaje de Peacemaker en el universo de los superhéroes de DC), quien parece ser un ex militar estadounidense retirado que se quedó a vivir y a trabajar en un pueblo de Medio Oriente en el que está faltando el agua. Al cruzarse todos ellos –y tras algunos hechos violentos– cambiarán las afinidades y nuestros dos héroes terminarán trabajando juntos contra Asbæk, que es claramente el que más cara de villano tiene de los protagonistas.

Cada uno de ellos tendrá un drama familiar y personal que resolver, pero eso es más un estorbo que otra cosa. Al inicio, en ese peligroso sendero, habrá una escena de acción y persecución que imita (bastante mal, hay que decir) a las de MAD MAX 4, pero que al menos le da algo de vitalidad a la propuesta. Una vez que Cena y Chan se crucen, lo que la película hará es explotar las habilidades cómicas que ambos tienen –en ese sentido hacen buena pareja–, pero muy pocas veces los resultados estarán a la altura de sus talentos. En las habituales tomas no usadas de las películas de Chan que se ven en los créditos finales, en lugar de escenas de acción –el hombre ya anda por los 70 y hace muy pocas sin dobles– lo que más se ven son escenas cómicas fallidas entre ambos y en casi todos los casos son más graciosas (y soeces) que las que quedaron.

En la segunda hora volverá la acción –más plagada de efectos especiales que las del principio–, pero la película seguirá sin tener en claro qué es ni hacia dónde va. No es un problema solo de efectos o de falta de lógica (eso era esperable) sino que nada parece generar demasiado interés ni se entiende demasiado bien. Hay, sí, una cierta química entre los protagonistas, pero en general cada uno está por separado. En los momentos que están juntos (a veces hablando ambos en inglés, a veces mandarín), HIDDEN STRIKE mejora un poco, tan solo un poco. Lo suficiente para esbozar una sonrisa cada tanto en medio de una serie de explosiones hechas por computadora.