Berlinale 2024: crítica de «Filmstunde_23» («Subject: Filmmaking»), de Jörg Adolph y Edgar Reitz (Special)
En este documental el veterano realizador Edgar Reitz se reúne con alumnas de cine que tuvo en 1968 para analizar esa experiencia y reflexionar sobre el paso del tiempo.
Cómo hacía la gente para recordar antes de la existencia del cine?» Edgar Reitz dice que esa frase de Chris Marker lo ha perseguido a lo largo de su vida. FILMSTUNDE es un proyecto que intenta, entre otras cosas, pensar eso. Se trata de una película de 1968 que es revisitada y comentada en 2023. Y ese paso del tiempo es el paso de todas las vidas involucradas en este proyecto. ¿Qué es el cine sino una máquina que captura el tiempo y lo conserva? Mientras los protagonistas del film se ven a sí mismos, 55 años atrás, parece como si aquello y esto fuera una continuidad. El tiempo como círculo plano, dirían los de esa serie.
FILMSTUNDE_23 no es solo una película sobre el tiempo sino una sobre el cine. La conexión entre ambos es obvia –las imágenes están siempre ahí, son memoria pero también presente–, y la película codirigida por Reitz remarca esa conexión. El propio Reitz, en 1968, tuvo la oportunidad de enseñar cine a un grupo de alumnas del secundario. La idea era explicarles algunos conceptos básicos y rudimentos del lenguaje cinematográfico mezclados con algunas ideas sobre el arte en sí. Esas clases y los trabajos resultantes fueron capturados en FILMSTUNDE, la película para TV que Reitz hizo ese mismo año. Y en 2023, el hoy nonagenario realizador de HEIMAT se reunió con muchas de las alumnas de ese curso, que rondan los 70 años, para ver esas imágenes, comentar, recordar y analizar esas experiencias a la luz de las décadas que pasaron.
Lo fundamental, más allá de las anécdotas personales y el encanto que tiene el reencuentro entre mujeres que raramente se veían (y de ellas con el realizador), pasa por lo que Reitz intentaba hacer entonces y que hoy tiene aún más relevancia: que el cine sea una temática a ser enseñada en la escuela de la misma manera que lo es la literatura o el arte. Decía Reitz, y sigue diciendo, que saber los rudimentos del cine permite generar un espectador crítico en un sentido general: alguien que pone en duda las imágenes que ve, que saben que son objeto de una construcción personal y, en algunos casos, social. Y eso, en tiempos de posverdad y de fake news, se vuelve fundamental.
Pero en lo profundo, más allá de la importancia de aprender cine para desmenuzar ese lenguaje, FILMSTUNDE_23 es un ensayo sobre el tiempo, sobre la memoria y sobre el cine como el lazo que lo une todo. Una mujer septuagenaria se ve a sí misma cuando tenía 15 años: más allá de las cinco décadas y pico, la vieja película en blanco y negro nos permite ver los mismos ojos, la misma picardía en la voz y en la mirada. «Yo me sigo viendo así», dirá. Y quizás sea cierto. O, dicho de otro modo: si está en la película debe ser verdad.