Berlinale 2024: crítica de «Matt and Mara», de Kazik Radwanski (Encounters)

Berlinale 2024: crítica de «Matt and Mara», de Kazik Radwanski (Encounters)

por - cine, Críticas, Festivales
20 Feb, 2024 06:02 | Sin comentarios

Una profesora de literatura casada y un escritor soltero se reencuentran tras años sin verse e inician una relación que trastoca los planes de vida de ambos. Con Deragh Campbell y Matt Johson. En la Competencia Encounters del Festival de Berlín.

El nuevo film del director y los protagonistas de la extraordinaria ANNE AT 13.000 FT tiene una estructura y un tono acaso más convencionales –o, al menos, accesibles– a los de aquel, pero conserva no solo la energía que le daba a aquella película su particularidad sino una mirada sobre sus personajes que es, a la vez, empática y crítica, metiéndose en sus contradicciones y sus zonas irresueltas sin intentar entregar respuestas fáciles.

El punto de partida es tradicional en decenas de dramas de pareja entre profesores, académicos o universitarios. Uno podría imaginar esta misma historia contada por Woody Allen en el siglo XX o, apenas una década y algo atrás, como parte de la movida conocida como mumblecore. MATT AND MARA se ubica en una posible zona intermedia entre esos dos polos para contar lo que pasa cuando Mara (Deragh Campbell), una profesora de escritura creativa de una universidad, se reencuentra allí con Matt (Matt Johnson, que además de actor es director de películas como THE DIRTIES y BLACKBERRY), un viejo amigo suyo, también escritor, al que hace mucho tiempo no veía.

Mara está casada y tiene una pequeña niña con su marido Samir (Mounir Al Shami), un músico que ensaya con su banda en la casa. Si bien parecen tener una relación amable, ella da a entender que las cosas no fluyen muy bien entre ambos, algo que sale a la luz especialmente en una reunión con amigos en la que ella habla de su extraña relación con la música. «No me gusta la música, no la entiendo», dirá, generando un debate con su marido y amigos.

Matt es intenso, trata de colarse en la vida profesional de Mara de una manera que a ella –más discreta y cuidadosa– la incomoda. Pero a la vez la divierte y moviliza. Entre conversaciones ligadas al mundillo de la literatura local (canadiense o más precisamente de Toronto), aparece una oportunidad para acercarse un poco más cuando el marido de Mara le dice que no puede llevarla a una conferencia que ella debe dar en Ithaca y es Matt el que se ofrece a ir de viaje con ella. Un viaje –bah, una estadía– que incluirá un paseo por las no casualmente tormentosas Cataratas del Niagara y que se volverá más intenso y enrarecido una vez que lleguen al lugar y tengan que lidiar con sus confusas sensaciones. Y con su modo de actuar al respecto.

Si bien este tipo de comedia dramática sobre el mundo de los escritores y profesores universitarios es un subgénero con claves conocidas (Noah Baumbach ha hecho varias películas sobre este tema y en MATT AND MARA hasta se menciona WONDER BOYS, la adaptación al cine de la novela de Michael Chabon), Radwanski se las ingenia para insuflarle nuevas energías y tensiones. Por un lado, a través de un personaje como Matt, al que Johnson dota de una volátil irresponsabilidad que lo vuelven carismático e insoportable a la vez. Para Mara, que vive con el calmo, tranquilo y responsable Samir, es un cambio excitante y enervante a la vez.

Matt y Mara se desenvuelven en esa zona gris entre la amistad y el amor, o lo que uno cree que es una cosa y el otro entiende que es otra. Un poco como en el cine de Eric Rohmer, lo que se juega aquí son las diferencias entre lo que se hace y lo que se dice, en cómo los personajes actúan y cómo en realidad se sienten. Honesta, humana, sin grandes pronunciamientos y siempre apostando por acercarse a las emociones fuertes de una manera lateral (una larga conversación/pelea en el auto entre ambos es la escena central aquí y la más clara respecto al tono), MATT AND MARA es una muy buena comedia dramática sobre escritores que escriben mejor que lo que viven y que tienen muchos consejos –literarios, humanos, etcétera– para dar, pero pocas ideas de cómo utilizarlos en sus propias vidas.