Estrenos online: crítica de «Imparable: la historia de Anthony Robles» («Unstoppable»), de William Goldenberg (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «Imparable: la historia de Anthony Robles» («Unstoppable»), de William Goldenberg (Amazon Prime Video)

Este drama deportivo cuenta la historia real de un célebre luchador estadounidense que fue una estrella combatiendo con una sola pierna. Con Jharrel Jerome, Jennifer Lopez, Bobby Cannavale, Michael Peña y Don Cheadle. Desde el 16 de enero por Amazon Prime Video.

Con una larga carrera como editor de cine que se extiende por más de 30 años (hizo casi todas las películas de Michael Mann, Kathryn Bigelow y Ben Affleck, entre muchas otras), William Goldenberg ha pasado a la dirección recién a los 65 años con un film que tiene mucho del sello de su productor y amigo Affleck: es una historia inspiracional protagonizada por Jennifer Lopez, centrada en un atleta de Nike y contada usando los mecanismos clásico del cine norteamericano de todas las épocas. Estrenada directamente en Prime Video, UNSTOPPABLE es mucho mejor película de lo que puede parecer a primera vista, ya que adopta por lo general una mirada humanista y cercana al personaje dejando en segundo plano (un poco al menos) el costado «ejemplo de vida».

De todos modos, claro que lo es. Anthony Robles nació con una sola pierna y para cuando la película nos lo presenta, es ya un gran deportista, un campeón de lucha a nivel secundario. Y no en Juegos Paralímpicos sino en las competencias generales. A fuerza de trabajo, sacrificio, esfuerzo y obsesión, Anthony se ha convertido en uno de los mejores luchadores de su generación, pero no le será particularmente sencillo avanzar con su idea de dedicarse a ese deporte, que es amateur. Si bien se le abrirán puertas para becas en universidades, Robles tendrá prioridades muy específicas (solo quiere ir a una de la que hayan salido campeones de lucha) y las posibilidades no son muchas para alguien que, por su condición, no es tomado tan en cuenta como los otros.

Robles (Jharrel Jerome, de MONLIGHT) puede hacer frente a esas complicaciones gracias a su perseverancia y al apoyo irrestricto y cariñoso de su madre, Judy (Lopez), pero con quien se le vuelve más difícil es con su padrastro, Rick (Bobby Cannavale), un tipo difícil, violento, mentiroso, que lo maltrata y que tiene una relación muy compleja con Judy, quien no logra sacárselo de encima. Más de una vez, por circunstancias familiares, Anthony no puede cumplir o estar a la altura de sus compromisos deportivos. Pero al tipo le sobra fuerza y, gracias al apoyo de dos entrenadores clave en su vida (el de la secundaria y el de la universidad, interpretados por Michael Peña y Don Cheadle, respectivamente), logra avanzar y atravesar situaciones complejas tanto en lo personal (económicas, más que nada) y en lo estrictamente deportivo, con las peleas cada vez más difíciles que tiene que enfrentar.

La idea de una película inspiracional sobre un deportista sin una pierna y con un padrastro violento puede, en los papeles, parecer casi un exceso de corrección política apto para el más grosero sentimentalismo, pero IMPARABLE logra sortear la mayoría de las trampas de ese subgénero gracias a su tono naturalista, a las actuaciones creíbles de todo su elenco y a un formato que, sin esquivar las esperables postas narrativas de este tipo de relatos, logra atravesarlos sin caer en excesos ni en demasiados golpes bajos. Como buena película deportiva, algunos golpes siempre caen por debajo de la línea permitida, pero no son muchos. Y aún pese a ellos la victoria está asegurada. Por puntos, pero victoria al fin.

Goldenberg demuestra ser un narrador eficiente, llevando a su primera película como director ese mismo ritmo veloz pero no frenético de sus trabajos como editor. A la vez, parece haber aprendido de los mejores directores con los que trabajó a tratar de hacer creíbles las vivencias de sus personajes, priorizando siempre la cercanía con lo real de su historia. IMPARABLE deja bastante de lado todas aquellas «complicaciones» deportivas o personales que pueden estar ligadas a su discapacidad y hasta los efectos para ocultar la pierna del actor pasan inadvertidos. Goldenberg lo trata como un deportista más y lo mismo hacen sus compañeros y rivales. Por eso, cuando las emociones llegan, lo hacen con recursos limpios. Sobre el final, cuando aparecen imágenes del Robles real y se cuentan cosas del resto de su vida, uno toma conciencia de la verdadera dimensión de su hazaña.