
Estrenos online: crítica de «Mi lista de deseos» («The Life List»), de Adam Brooks (Netflix)
Para poder recibir su herencia tras la muerte de su madre, una joven debe cumplir una serie de desafíos que ella misma se planteó cuando tenía doce años. Con Sofía Carson y Connie Britton. En Netflix.
Lo que sucede cuando se juntan dos o tres películas en una es que se termina haciendo algo que no es ni una cosa ni la otra y que encima, como sucede en este caso, dura más de dos horas. Hay una idea cálida, tierna, en la trama central de MI LISTA DE DESEOS, suerte de drama familiar para treintañeros estrenado por Netflix. El problema es que nadie parece convencido de que haya una película allí. Y para cubrir los potenciales baches se atajan con algunas de las fórmulas más probadas en el mundo.
En lo básico, se podría decir que THE LIFE LIST es un tardío coming-of-age. Connie Britton interpreta a Elizabeth, madre de tres hijos, quien muy poco después de comenzada la película, muere. Los hijos la velan, la lloran y, finalmente, se reúnen por el tema de la herencia. Los hijos varones reciben lo que suponían, pero Alex (Sofía Carson) se lleva una sorpresa. Ella esperaba que su madre la dejara a cargo de la compañía de cosméticos en la que ella estaba trabajando, pero su querida mamá no le dejó nada más que una carta y un DVD.

La carta, en realidad, es un papel arrugado con una lista de doce deseos que Alex escribió a sus 13 años. Deseos que, queda claro, nunca cumplió. Y en el video grabado en el DVD, su madre le explica el «desafío» que le propone: para recibir su herencia tiene un año para cumplir esas metas. Tras cada una de ellas, un nuevo video la espera. En la tarea la ayuda y supervisa Brad (Kyle Allen), un joven abogado de la firma que lleva la sucesión. Y ese será el primer eje de la historia, que pasará por ver cómo Alex se va desprendiendo de «malos hábitos» (en especial de un novio que mira videojuegos todo el día) y se va reconectando con esa chica más abierta y llena de vida que supo ser.
Algunos deseos son menores, simpáticos (jugar al básquet con uno de la NBA, subir a hacer stand-up a un escenario, aprender una pieza al piano, terminar de leer Moby Dick) y otros, un tanto más importantes, ligados al amor y a su abandonada pasión por la docencia. Y allí va la chica, con sus idas y vueltas, tratando de cumplirlos. Pero en lugar de poner el peso de la trama allí, el guión del film –basado en una novela de Lori Nelson Spielman– prefiere moverse hacia zonas más previsibles: ¿se quedará Alex con el joven y simpático abogado que sigue su caso o con un galán llamado Garrett (Sebastian De Souza) que conoce en la escuela en la que trabaja? Y a eso se le suma otro asunto traumático familiar ligado a su figura paterna que será mejor no adelantar acá.

Lo cierto es que pronto los desafíos se vuelven secundarios a una trama que termina siendo una típica comedia romántica y que deja el costado drama familiar casi más en el conflicto paterno que en otro lado. Aporta cierta emoción la continua aparición de Britton, en los citados DVD, guiando a su hija a través de los problemas en los que se mete y que la mujer ha sabido anticipar en sus grabaciones, pero no mucho más que eso. La película prefiere evitar zonas potencialmente más dolorosas para ofrecerse como un producto más accesible y amable de Netflix en el que una chica debe elegir entre dos galanes.
Había dando vueltas acá una película sincera y emotiva sobre el conflicto de una mujer de 30 cuya vida no está del todo definida (en lo personal, lo laboral y, si se quiere, en lo amoroso) enfrentada a la súbita muerte joven de su madre. Pero Brooks (guionista de larga trayectoria y realizador de DEFINITELY, MAYBE) prefirió domesticar la propuesta y sacar otro producto bastante anodino, de esos que tienen cierta repercusión en las plataformas durante su primer fin de semana y luego son olvidados por el resto de los tiempos.
No estoy de acuerdo
La película es muy entretenida
Melosa? Si
Pero qué película de este tipo no lo es.
La película tiene un error con la canción Claro de luna de Beethoven, pues la que interpreta la protagonista no es, parece que no tuvieron eso en cuenta
Pensé que era la única que se había dado cuenta de eso ♥️
Porque la que le gusta a la madre es el Claro de luna de Debussy.